Un nuevo video resume cómo los líderes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días relatan cómo las sencillas invitaciones a los miembros contribuyeron a sus respectivas conversiones.
El video de dos minutos —denominado una “combinación” porque está compuesto por fragmentos de videos más largos de muchos de los mismos y otros líderes de la Iglesia— presenta al élder Patrick Kearon, del Cuórum de los Doce Apóstoles, ocho Setentas Autoridades Generales y dos consejeras de la presidencia general: la hermana Tracy Y. Browning, de la Primaria, y la hermana Andrea Muñoz Spannaus, de las Mujeres Jóvenes.
También destaca diversas invitaciones sencillas: asistir a los servicios de adoración, aceptar transporte a las reuniones de la Iglesia, reunirse con una familia en su casa, disfrutar de una comida juntos, participar en una conferencia de jóvenes o incluso simplemente jugar ping pong.
Los ocho Setentas Autoridades Generales que aparecen en el video son los élderes Yoon Hwan Choi, Ahmad S. Corbitt, Edward Dube, Ricardo P. Giménez, Mathias Held, Jörg Klebingat, Hugo E. Martinez y Takashi Wada.
El video presentado y los videos que lo acompañan, en los que las personas hablan de las invitaciones que los llevaron a sus conversiones, forman parte de un enfoque actual en compartir el evangelio, planificado para las próximas semanas. Los líderes y miembros pueden usar los videos, las publicaciones en redes sociales y los recursos actualizados en share.ChurchofJesusChrist.org como ejemplos e inspiración para actos sencillos de amar, compartir e invitar.
Los videos están disponibles en la página “Historias de amar, compartir e invitar” de la Biblioteca multimedia de ChurchofJesusChrist.org y en el canal “Vivir el Evangelio de Jesucristo” de YouTube.com. Los videos se pueden compartir fácilmente a través de las redes sociales, enlaces directos y códigos de inserción.
En el video presentado, el élder Kearon recuerda haber estado bastante reacio al principio a aceptar una invitación del padre de la familia con la que se alojaba para asistir a las reuniones de la iglesia, y luego sentirse un poco decepcionado al llegar a lo que se conocía como el centro de estaca. “¡Creía que sería una comida!”, dijo.
La hermana Browning, la hermana Spannaus, el élder Dube y el élder Wada hablan de invitaciones para asistir a las reuniones de la iglesia: la invitación de la hermana Browning provino de su madre y la de la hermana Spannaus, incluyendo la oferta de que las recogieran junto con su hermana.
Una invitación a comer fue un catalizador para que la familia del élder Martínez conociera el Evangelio, mientras que el élder Klebingat fue recibido varias veces por una familia en su hogar. El élder Corbitt fue invitado a la conferencia de jóvenes; “No sabía lo que era”, admitió.
Y los élderes Giménez, Choi y Wada destacan las invitaciones a jugar ping pong como una de las primeras invitaciones clave de amigos miembros.
Varios líderes hablan de sentimientos e impresiones que experimentaron en las reuniones y actividades de la Iglesia. La hermana Browning dice “Supe de inmediato que estaba en un lugar diferente”, y la hermana Spannaus reconoce a los Santos de los Últimos Días que “se esforzaron mucho por ser nuestros amigos”.
Una de las cosas que más impresionó al élder Corbitt fue “la alegría y el gozo de la gente”, relata.
El élder Dube añade: “Sentí la bondad de estar allí”.
Y el élder Choi relata haber conocido a “una chica que era muy amable”, que más tarde se convirtió en su esposa.
Las invitaciones, las interacciones y los aprendizajes llevaron a conversiones. “En ese momento, supe que debía seguir al Salvador”, recuerda el élder Wada.
El élder Held habla de tener que retrasar una invitación de amigos Santos de los Últimos Días, diciéndoles: “Llegaremos algo tarde, pues vamos a bautizarnos primero”.
El élder Kearon dice que a menudo le preguntan cuántas veces lo invitaron a bautizarse, y calcula que fueron al menos 15. “Pero estoy tan agradecido”, añadió, “de que no se rindieron”.
El video concluye con un recordatorio: “El Salvador amaba, compartía e invitaba. Y nosotros podemos hacer lo mismo”.
