La guía de estudio “Ven, sígueme” de esta semana abarca Doctrina y Convenios 60-63, que comprende enseñanzas sobre la revelación personal y la participación de la Santa Cena.
A continuación, les ofrecemos algunas citas de líderes de la Iglesia actuales y del pasado sobre estas secciones de Doctrina y Convenios.
Doctrina y Convenios 60
“Jamás hemos tenido mayor necesidad de profesar nuestra fe, tanto en privado como en público (véase Doctrina y Convenios 60:2). Aunque algunos se consideran ateos, hay muchos que son receptivos a verdades adicionales acerca de Dios. A esas personas que buscan con sinceridad debemos afirmarles la existencia de Dios el Eterno Padre, la misión divina de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y la realidad de la Restauración. Debemos ser valientes en nuestro testimonio de Jesús. Cada uno de nosotros tiene muchas oportunidades de proclamar sus convicciones espirituales a amigos y a vecinos, a compañeros de trabajo y a conocidos. Debemos aprovechar esas oportunidades y expresar nuestro amor por nuestro Salvador, nuestro testimonio de Su divina misión y nuestra determinación de servirle. Nuestros hijos también deben escucharnos expresar nuestro testimonio con frecuencia. Además, debemos fortalecerlos al instarles a que se definan a sí mismos de acuerdo con su creciente testimonio, y no sólo a raíz de los reconocimientos que reciban en la escuela, los deportes u otras actividades escolares”.
— Presidente Dallin H. Oaks, en aquel entonces un miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de abril de 2008, “Testimonio”
“Ustedes y yo sabemos que el Evangelio de Jesucristo es la perla de gran precio. Cada una de esas partículas de arena son la simiente de Abraham y necesitan ser cultivadas para que lleguen a ser perlas. Necesitan el amigo correcto, una oportunidad que les ayude a crecer en servicio y recibir alimento espiritual para mantenerlos, para que realmente se conviertan en perlas de gran valor en el reino de nuestro Padre. …
“¿Invitamos a nuestros amigos a venir a la Iglesia con nosotros? ¿Vamos con los misioneros cuando enseñan las charlas a nuestros amigos? ¿Les invitamos a que se les enseñe en nuestros hogares? ¿Los visitamos entre una charla y otra? ¿Estamos haciendo lo que el Señor desea que hagamos? ¿Abrimos la boca por lo menos? El Señor dijo ‘mas con algunos no estoy muy complacido, porque no quieren abrir su boca, sino que esconden el talento que les he dado, a causa del temor de los hombres. ¡Ay de estos!, porque mi enojo está encendido en contra de ellos. Y acontecerá que si no me son más fieles, les será quitado aun lo que tienen’ (Doctrina y Convenios 60:2–3).”
— El fallecido élder E Ray Bateman, en aquel entonces Setenta Autoridad General, conferencia general de octubre de 1998, “Perlas de la arena”
“Los que tengan el don de saber deben testificar para que los que tengan el don de creer en sus palabras gocen el beneficio de ese don.
“Hablando a los primeros misioneros de esta dispensación, el Señor dijo: ‘… mas con algunos no estoy complacido, porque no quieren abrir su boca, sino que esconden el talento que les he dado, a causa del temor de los hombres. ¡Ay de estos!, porque mi enojo está encendido en contra de ellos’ (Doctrina y Convenios 60:2)”.
— Presidente Dallin H. Oaks, en aquel entonces un miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de octubre de 1990, “Testigos de Cristo”
Doctrina y Convenios 61

“El Señor está cerca de nosotros, y ha dicho:
“‘Y ahora de cierto os digo, y lo que digo a uno lo digo a todos: Sed de buen ánimo, hijitos, porque estoy en medio de vosotros, y no os he abandonado’ (Doctrina y Convenios 61:36).
“‘Porque tras mucha tribulación vienen las bendiciones’ (Doctrina y Convenios 58:4).
“Hermanas, testifico que esas promesas, que se dieron en medio de persecuciones y tragedias personales, se aplican a cada una de ustedes en sus actuales circunstancias preocupantes, y son preciadas y nos recuerdan a cada uno de nosotros que seamos de buen ánimo y tengamos gozo en la plenitud del Evangelio a medida que avanzamos a través de los desafíos de la vida terrenal”.
— Presidente Dallin H. Oaks, primer consejero de la Primera Presidencia, conferencia general de octubre de 2020, “Sed de buen ánimo”
Doctrina y Convenios 62
“A pesar de nuestros errores, defectos, desvíos y pecados, la expiación de Jesucristo nos permite arrepentirnos, preparados para volver y recibir las bendiciones incomparables que Dios ha prometido: vivir para siempre con el Padre y el Hijo en el grado más alto del reino celestial (véase Doctrina y Convenios 62; 70).
“Como todos ustedes saben, nadie escapará a la muerte; por lo tanto, nuestra meta y plan a largo plazo debe ser que cuando volvamos a nuestro Padre Celestial, recibiremos ‘todo lo que Él tiene’ planeado para cada uno de nosotros”.
— El fallecido presidente M. Russell Ballard, en aquel entonces un miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de abril de 2017, “Volver y recibir"
“El hecho de tener un hogar en el que se comparta el Evangelio no sólo será una bendición para los que entren en nuestra casa, sino que también lo será para los que vivan en su interior. Al vivir en esa clase de hogar, nuestro testimonio se fortalece y aumenta nuestra comprensión del Evangelio. Doctrina y Convenios enseña que podemos recibir el perdón de nuestros pecados si ayudamos a otra persona a arrepentirse (véase Doctrina y Convenios 62:3). Sentimos gozo al ayudar a los demás a venir a Cristo y a sentir el poder redentor de Su amor (Doctrina y Convenios 18:14–16). Nuestras familias son bendecidas al crecer el testimonio y la fe de padres e hijos”.
— El fallecido presidente M. Russell Ballard, en aquel entonces un miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de abril de 2006, “Como crear un hogar en el que se comparta el Evangelio”
“Tenemos la responsabilidad de aprender a recurrir al poder de la Expiación ya que de lo contrario pasaremos nuestra vida confiando únicamente en nuestra propia fuerza y eso sería como abrir la puerta a la frustración del fracaso y rechazar el don más glorioso de esta vida o de la eternidad. … De igual manera, el Señor es nuestro Intercesor, y Él ‘conoce las flaquezas del hombre y sabe cómo socorrer a los que son tentados’ (Doctrina y Convenios 62:1). En otras palabras, Él sabe cómo socorrernos a todos; pero somos nosotros los que activamos el poder de la Expiación en nuestra vida. Y esto lo hacemos al creer en Él, arrepentirnos, obedecer Sus mandamientos, participar en las ordenanzas sagradas y guardar los convenios, y acudir a Él en ayuno, oración, las Escrituras y el templo”.
— Sheri L. Dew, en aquel entonces la segunda consejera de la presidencia general de la Sociedad de Socorro, conferencia general de abril de 1999, “Nuestra única oportunidad”
Doctrina y Convenios 63

“Como discípulos de Jesucristo, se nos invita a cultivar el don de la reverencia en nuestra vida con el fin de estar dispuestos a una comunión más profunda con Dios y Su Hijo, Jesucristo, fortaleciendo simultáneamente nuestro carácter espiritual. Si tuviéramos más de esos sentimientos en nuestro corazón, sin duda habría mayor gozo y deleite en nuestra vida, y menos espacio para el pesar y la tristeza. Debemos recordar que mostrar reverencia por las cosas sagradas da sentido a gran parte de lo que hacemos cada día y fortalece nuestro sentimiento de gratitud, lo cual inspira asombro, respeto y amor por cosas más elevadas y santas (véase Doctrina y Convenios 63:64)”.
— Élder Ulisses Soares del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de abril de 2025, "Reverencia por las cosas sagradas”
“Las advertencias espirituales deben conducir a una vigilancia más alerta. Ustedes y yo vivimos en ‘un día de amonestación’ (Doctrina y Convenios 63:58). Y debido a que se nos ha advertido y que se nos advertirá, debemos estar, como el apóstol Pablo amonestó: ‘velando… con toda perseverancia’ (Efesios 6:18)”.
— Élder David A. Bednar del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de abril de 2010, “Velando… con toda perseverancia”
“Al poner a prueba los principios del evangelio mediante la fe, el Espíritu comenzara a enseñarles. Poco a poco, esa fe será reemplazada con el conocimiento.
“Serán capaces de discernir, de ver, con ojos espirituales.
“Sean creyentes, y su fe será constantemente fortalecida; su conocimiento de la verdad aumentara, y su testimonio del Redentor, de la Resurrección y de la Restauración será como un ‘manantial de aguas vivas que brota para vida eterna’ (Doctrina y Convenios 63:23; véase también Juan 4:14; Jeremías 2:13). Es entonces que recibirán dirección sobre las decisiones prácticas de su vida cotidiana”.
— El fallecido presidente Boyd K. Packer, en aquel entonces el presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de octubre de 1994, “Revelación personal: el don, la prueba y la promesa”
“Esta Iglesia, establecida bajo la dirección del Dios Todopoderoso, cumple con las promesas hechas en las épocas bíblicas. … La Iglesia ha sido restaurada y el Señor mismo le ha dado el nombre que lleva.
“Él nos advierte solemnemente: ‘Por tanto, cuídense todos los hombres de cómo toman mi nombre en sus labios’. ‘Recordad’, agrega, ‘que lo que viene de arriba es sagrado, y debe expresarse con cuidado’ (Doctrina y Convenios 63:61, 64). Por lo tanto, de la misma manera que reverenciamos Su santo nombre, reverenciamos el nombre que Él decretó para Su Iglesia”.
— Presidente Russell M. Nelson, en aquel entonces un miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de abril de 1990, “Porque así se llamará mi iglesia”
“Perseverar es algo más que pasearnos de arriba a abajo por la celda de nuestras circunstancias; no es sólo aceptar la porción que nos ha tocado, sino actuar por voluntad propia magnificándola (véase Alma 29:3, 6).
“Por ejemplo, si estamos constantemente examinándonos para saber si somos felices, no lo seremos. Si continuamente comparamos para ver si lo que nos pasa es justo, no sólo evadimos la realidad, sino que también somos injustos con nosotros mismos.
“Por lo tanto, la verdadera perseverancia no representa solamente el paso del tiempo, sino el paso del alma, y no sólo de A a B, sino a veces por todo el recorrido de la A hasta la Z. El perseverar con fe y hacer la voluntad de Dios implica mucho más que limitarse a tolerar una circunstancia (véase Doctrina y Convenios 63:20; 101:35)”.
— El fallecido élder Neal A. Maxwell, en aquel entonces un miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de abril de 1990, “‘El que persevera hasta el fin’”

“Doctrina y Convenios ofrece el siguiente ejemplo:
“‘Por tanto, cuídense todos los hombres de cómo toman mi nombre en sus labios.
“‘Porque he aquí, de cierto os digo, que hay muchos que están bajo esta condenación, que toman el nombre del Señor y lo usan en vano sin tener autoridad’ (Doctrina y Convenios 63:61–62).
“Aquí aprendemos que tomamos el nombre del Señor en vano cuando lo usamos sin autoridad. Esto se hace evidente cuando los sagrados nombres de Dios el Padre y Su Hijo Jesucristo se usan en lo que se denomina profanación: en maldiciones cargadas de odio, en denuncias de enojo, o para dar énfasis al lenguaje vulgar.
“Los nombres del Padre y el Hijo se usan con autoridad cuando con referencia enseñamos y testificamos de ellos, cuando oramos y cuando llevamos a cabo las sagradas ordenanzas del sacerdocio.
“En cualquier idioma no existen palabras más sagradas o más importantes que los nombres de Dios el Padre y Su Hijo Jesucristo”.
— Presidente Dallin H. Oaks, en aquel entonces un miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de abril de 1986, “Reverentes y limpios”
“No temáis con respecto a la Iglesia. En esta conferencia se han mencionado algunos de nuestros críticos; sabemos que los tenemos. Ellos se burlan de lo que es más sagrados para nosotros; se mofan y ridiculizan aquello que hemos recibido por revelación del Todopoderoso. Cualquiera que trate de encontrar comicidad en lo que para otro es sagrado tiene graves problemas de carácter. Vergüenza debieran tener los que se rebajan a tales actos en nombre del humor, y tales aquellos que los festejan. La más elemental cortesía exige un poco de respeto hacia lo que es sagrado para nuestros vecinos y relaciones en nuestra sociedad. El señor mismo ha dicho:
“‘Recordad que lo que viene de arriba es sagrado, debe expresarse con Cuidado y por constreñimiento del Espíritu’, (Doctrina y Convenios 63:64)”.
— El fallecido presidente Gordon B. Hinckley, en aquel entonces segundo consejero de la Primera Presidencia, conferencia general de octubre de 1983, “Por nuestros frutos nos conocerán”
“Conforme aumente la rectitud, así también aumentará la iniquidad. En todas partes vemos evidencias de esto, lo cual a veces hace que los miembros de la Iglesia se desesperen. Sin embargo, podemos tener la seguridad de que el Señor se encargará de eso a su debido tiempo y a su propia manera. Escuchad Su decreto:
“‘Yo, el Señor, estoy enojado con los inicuos…
“‘He Jurado en mi ira, y he decretado guerras sobre la faz de la tierra, y los inicuos matarán a los inicuos, y el temor se apoderará de todo hombre.
“‘Y también los santos apenas escaparán; sin embargo, yo el Señor, estoy con ellos, y bajaré del Cielo, de la presencia de mi Padre, y consumiré a los malvados con un fuego inextinguible’ (Doctrina y Convenios 63:32–34 cursiva agregada)”.
— El fallecido presidente Ezra Taft Benson, en aquel entonces miembro del Concilio de los Doce, conferencia general de abril de 1978, “Extiéndase el reino de Dios”