Cuando nació el presidente Russell M. Nelson, hace casi 100 años, solo había seis templos en funcionamiento en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Dos templos antiguos — los de Kirtland y Nauvoo — habían sido destruidos o profanados después de que los primeros santos se vieron obligados a abandonarlos.
Posteriormente, el presidente Gordon B. Hinckley reconstruyó y dedicó el Templo de Nauvoo. El mes pasado, la Iglesia anunció la compra del Templo de Kirtland junto con varios sitios históricos importantes en Nauvoo.
“El Templo de Kirtland tiene un significado inusual en la restauración del evangelio de Jesucristo”, explicó el presidente Nelson durante su discurso del domingo por la tarde durante la conferencia general de abril de 2024. “Varios acontecimientos que tuvieron lugar allí habían sido profetizados durante milenios y fueron esenciales para que la Iglesia restaurada del Señor cumpliera su misión de los últimos días”.
Al describir estos importantes acontecimientos, el Profeta y Presidente de la Iglesia invitó a los Santos de los Últimos Días a comprender los privilegios espirituales que son posibles gracias a la restauración de las llaves del sacerdocio y a regocijarse en ellos.
“El poder de estas llaves del sacerdocio es infinito e impresionante”, declaró el presidente Nelson.
Importancia de las llaves del sacerdocio
Un domingo de Pascua de Resurrección, el 3 de abril de 1836, José Smith y Oliver Cowdrey experimentaron una serie de visitas importantes en el Templo de Kirtland. Primero, el Señor Jesucristo apareció y prometió: “Me manifestaré a mi pueblo en misericordia en esta casa” (Doctrina y Convenios 110:7).
Luego apareció Moisés, confiriendo a José Smith las llaves del recogimiento de Israel. Luego vino Elías, quien encomendó a José la dispensación del evangelio de Abraham y finalmente apareció Elías el Profeta, quien confirió las llaves del poder sellador a José Smith.
“No se puede subestimar la importancia de que estas llaves hayan sido devueltas a la tierra por tres mensajeros celestiales bajo la dirección del Señor”, dijo el presidente Nelson. “Las llaves del sacerdocio constituyen la autoridad y el poder de la presidencia. Las llaves del sacerdocio rigen cómo se puede utilizar el sacerdocio de Dios para realizar los propósitos del Señor y bendecir a todos los que aceptan el evangelio restaurado de Jesucristo”.
Las llaves conferidas a José Smith en el Templo de Kirtland lo autorizaron a él — y a todos los Presidentes de la Iglesia después de él — a reunir a Israel a ambos lados del velo, a bendecir a todos los hijos del convenio con las bendiciones de Abraham y a colocar un sello de ratificación en las ordenanzas y convenios del sacerdocio, y para sellar familias eternamente.
El presidente Nelson invitó a los Santos de los Últimos Días a considerar cómo sus vidas serían diferentes si las llaves del sacerdocio no hubieran sido restauradas a la tierra. Sin esas llaves “la Iglesia sólo podría servir como una importante organización humanitaria y docente, pero no mucho más”.
Las llaves del sacerdocio son las que distinguen a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de cualquier otra organización en la tierra, dijo.
“Las llaves del sacerdocio nos dan la autoridad para extender todas las bendiciones prometidas a Abraham y a todo hombre y mujer que guarde los convenios”, explicó. “La obra del templo pone estas magníficas bendiciones a disposición de todos los hijos de Dios, independientemente de dónde o cuándo vivieron o viven ahora”.
‘Increíbles privilegios espirituales personales’
El presidente Nelson invitó a los oyentes a considerar tres declaraciones:
- “El recogimiento de Israel es evidencia de que Dios ama a todos Sus hijos en todas partes.
- “El evangelio de Abraham es una prueba más de que Dios ama a todos Sus hijos en todas partes. Él invita a todos a venir a Él: “blancos y negros, esclavos y libres, varones y mujeres; … todos son iguales ante Dios” (2 Nefi 26:33).
- “El poder para sellar es evidencia suprema de cuánto ama Dios a todos Sus hijos en todas partes y quiere que cada uno de ellos elija regresar a casa con Él”.
Las llaves del sacerdocio permiten que todo hombre y mujer que guarde los convenios disfrute de “increíbles privilegios espirituales personales”, dijo el presidente Nelson.
La oración dedicatoria de José Smith del Templo de Kirtland es un tutorial sobre cómo el templo fortalece espiritualmente, continuó. “Esa oración dedicatoria, que fue recibida por revelación, enseña que el templo es ‘una casa de oración, una casa de ayuno, una casa de fe, una casa de aprendizaje, una casa de gloria, una casa de orden, una casa de Dios’”. (Doctrina a y Convenios 109:8).
Esta lista de atributos es más que una descripción. “Es una promesa de lo que le puede pasar a los que sirven y adoran en la casa del Señor. Pueden esperar recibir respuestas a sus oraciones, revelación personal, mayor fe, fortaleza, consuelo, mayor conocimiento y mayor poder”.
El presidente Nelson prometió: “La adoración regular en el templo mejorará la forma en que se ven a sí mismos y cómo encajan en el magnífico plan de Dios”.
A los Santos de los Últimos Días también se les promete que en el templo podrán “recibir la plenitud del Espíritu Santo” (Doctrina y Convenios 109:15), que saldrán con el poder de Dios y con ángeles “encargados de ellos” ( Doctrina y Convenios 109:22), y que “ninguna combinación de maldad” prevalecerá sobre ellos (véase Doctrina y Convenios 109:24–26).
“Comprender los privilegios espirituales que se hacen posibles en el templo es vital para cada uno de nosotros hoy”, dijo el presidente Nelson.
La promesa del Profeta
Nada ayudará más a los Santos de los Últimos Días a aferrarse a la barra de hierro que adorar en el templo con tanta regularidad como lo permitan las circunstancias, declaró el presidente Nelson.
“Nada les protegerá más cuando se encuentren con las brumas de oscuridad del mundo. Nada reforzará su testimonio del Señor Jesucristo y Su expiación ni les ayudará a comprender más el magnífico plan de Dios. Nada calmará más su espíritu en momentos de dolor. Nada abrirá más los cielos. ¡Nada!”
El templo es la puerta de entrada a las mayores bendiciones que Dios tiene para cada uno de Sus hijos. El templo es el único lugar en la tierra donde las personas pueden recibir todas las bendiciones prometidas a Abraham.
“Es por eso que estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance, bajo la dirección del Señor, para que las bendiciones del templo sean más accesibles para los miembros de la Iglesia”.
Luego, el presidente Nelson anunció 15 nuevas ubicaciones de templos:
- Uturoa, Polinesia Francesa
- Chihuahua, México
- Florianópolis, Brasil
- Rosario, Argentina
- Edimburgo, Escocia
- Área Sur de Brisbane, Australia
- Victoria, Columbia Británica
- Yuma, Arizona
- Área Sur de Houston, Texas
- Des Moines, Iowa
- Cincinnati, Ohio
- Honolulu, Hawái
- West Jordan, Utah
- Lehi, Utah
- Maracaibo, Venezuela