El amor es fundamental en los mandamientos de Dios, y la razón para guardarlos es demostrar amor por Él, explicó la presidencia general de las Mujeres Jóvenes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
La presidenta general de las Mujeres Jóvenes, Emily Belle Freeman, y sus consejeras, la hermana Tamara W. Runia y la hermana Andrea Muñoz Spannaus, analizaron el tercer capítulo de la guía “Para la Fortaleza de la Juventud”, titulado “Ama a Dios y ama a tu prójimo”, en un video publicado en la cuenta de Instagram “Young Women Worldwide” (Mujeres Jóvenes de todo el mundo) el martes, 6 de mayo.
El capítulo describe verdades eternas, invitaciones y bendiciones prometidas. La hermana Runia comenzó la charla explicando cómo el amor es la esencia de los mandamientos de Dios.
“Cuando sentimos el amor de Dios, sentimos amor por Él. Así que esta relación, esta caridad, es algo especial, algo único, y la consecuencia de esta caridad, esta relación con Dios, es que nos impulsa a amar como Él”, dijo. “Primero subimos y luego salimos. Y creo que de eso se trata esta sección — amar a Dios y luego amar a nuestro prójimo”.
La presidenta Freeman animó a los presentes a reconocer primero el amor de Dios por ellos y a cultivar una relación con Él mediante la oración y la lectura de las Escrituras.
“Cada mandamiento, piensen: ¿Cómo demuestra este mandamiento el amor de Dios por mí y cómo el cumplimiento de este mandamiento demuestra mi amor por Dios?”, dijo la presidenta Freeman.
Los dos grandes mandamientos, como se encuentran en Mateo 22:36-40, son: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón” y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
La guía explica que la palabra prójimo significa todos, y dice: “Todas las personas son sus hermanos y hermanas”.
La hermana Spannaus enseñó con base en la guía que cuando las personas sirven a sus hermanos y hermanas — los hijos de Dios — le están sirviendo a Él.
“A veces queremos hacer algo por Dios porque lo amamos tanto”, dijo la hermana Spannaus. “Pensamos: ‘¿Cómo puedo hacer algo para demostrarle a Dios que lo amo? Dios no está aquí conmigo’. Pero existe una posibilidad — servir a los demás”.
Mosíah 2:17 dice: “Cuando os halláis al servicio de vuestros semejantes, solo estáis al servicio de vuestro Dios”. De esta manera, las personas pueden ser agentes — pueden actuar y hacer algo, dijo la hermana Spannaus.
La guía “Para la Fortaleza de la Juventud” promete que cuando las personas expresan su amor mediante el servicio semejante al de Cristo, sus relaciones con los demás se profundizarán y encontrarán gozo al hacer del mundo un lugar más amoroso.
La hermana Spannaus halló gozo al confeccionar mantas para bebés necesitados y contó con la ayuda de familiares y amigos. La hermana Runia halló gozo en un viaje a los Países Bajos cuando aprendió algunas frases en holandés para saludar a las personas que encontraba en su camino.
La presidenta Freeman comentó que, en un reciente día lluvioso, se sentía melancólica. Reconoció que hay momentos en que las personas sienten que no son suficientes o que no hacen lo suficiente. Quizás solo necesiten un recordatorio de que Dios las ve y las conoce.
Fue a la sección de preguntas y respuestas del capítulo, en la página 13, y leyó la primera: “¿Cómo puedo sentir el amor de Dios?”.
La respuesta en la guía dice: “El amor del Padre Celestial siempre está disponible. Habla con Él a menudo mediante la oración, comparte con Él tus sentimientos y escucha las impresiones que recibas. Lee Sus palabras en las Escrituras. Piensa en todo lo que Él ha hecho por ti. Pasa más tiempo en lugares y actividades donde Su Espíritu esté presente”.
La presidenta Freeman explicó lo poderoso que puede ser escuchar las impresiones y estar atentos a la mano de Dios en su vida.
“Quizás hayan estado orando por algo importante durante días o semanas, o algunos de nosotros durante años, y esos son los momentos en que quizás nos preguntemos: ‘Si Dios realmente me amara, me habría enviado una respuesta’”, dijo la presidenta Freeman. “Una de las cosas que he aprendido a hacer cuando espero esa gran respuesta es estar atenta a las pequeñas respuestas, esos pequeños detalles a lo largo del camino… Quizás en esos momentos en que no vemos necesariamente Su mano, podamos buscar Su huella”.
Un diario de gratitud también es útil, agregó la hermana Spannaus. Señaló que los jóvenes pueden visitar el sitio web o la aplicación SirveAhora para encontrar maneras de servir a los demás, porque el servicio es un maravilloso antídoto contra la tristeza.
La hermana Runia dijo que las palabras pueden ser “nuestro superpoder… Con nuestras palabras podemos cambiar cómo nos sentimos o la calidez de un hogar”.
La presidenta Freeman invitó a las jóvenes a reflexionar sobre el capítulo de amar a Dios y amar al prójimo y a pensar en algo que podrían intentar esta semana, ya sea orar más, estudiar las Escrituras, esforzarse por amar a alguien en su hogar o servir a una amiga. De estas maneras, su relación con Dios y los demás se profundizará.
