La guía de estudio de “Ven, sígueme” de esta semana abarca 3 Nefi 1–7, que incluye el nacimiento de Jesucristo y el cumplimiento de las profecías de Samuel el Lamanita.
A continuación, se incluyen algunas citas de líderes de la Iglesia, pasados y presentes, acerca de estos capítulos del Libro de Mormón.
3 Nefi 1
“La vida puede ser difícil y los momentos difíciles pueden amenazar nuestra fe. Cuando afrontamos pruebas y tragedias, tal vez nos preguntemos si nuestra fe en el Hijo de Dios es una vana esperanza. Pero las pruebas están diseñadas para acercarnos al Salvador a fin de que Él pueda hacernos más capaces de elevar a los demás hacia Él. Al compartir el ‘buen ánimo’ (3 Nefi 1:13) de Su venida, levantamos la cabeza y ablandamos el corazón. Les prometo que llegará el día, si aún no lo ha hecho, en que se confirmará la fe de ustedes en Su venida. Ese será un día muy feliz.
— Presidente Henry B. Eyring, segundo consejero de la Primera Presidencia, en el artículo de la revista Liahona de diciembre de 2022 “El Mesías prometido”
“Al acercarse la conferencia general, estoy agradecido por la oportunidad que tendré una vez más de estar en el Centro de Conferencias con profetas y apóstoles. Pero al sentarme cerca de ellos, recordaré a mis fieles amigos que están lejos y que saben tan seguramente como yo, por el poder del Espíritu Santo, que lo que oímos es la palabra del Señor ‘hablada por boca de [Sus] santos profetas’ (3 Nefi 1:13)”.
— Élder Randy D. Funk, entonces Setenta Autoridad General, en el artículo de la revista Ensign de octubre de 2019, “Ellos lo saben, tal como yo lo sé”
“Qué apropiado que el nacimiento del Salvador en Belén estuviera acompañado de milagrosas demostraciones de luz en el hemisferio occidental. En el momento de Su nacimiento, ‘a la puesta del sol, no hubo oscuridad; y el pueblo empezó a asombrarse porque… no hubo obscuridad al caer la noche’ (3 Nefi 1:15, 19) … La luz de Jesucristo es más fuerte que cualquier oscuridad que enfrentemos en esta vida, si tenemos fe en Él, lo buscamos y lo obedecemos”.
— Hermana Virginia U. Jensen, entonces primera consejera de la presidencia general de la Sociedad de Socorro, conferencia general de octubre de 2000, “Divina luz”

“Dentro de lo que se nos ha concedido, podemos aún contentarnos espiritualmente. …
“Pero existen otras limitaciones fijas en la vida. Por ejemplo, a algunos les han tocado restricciones físicas, mentales o geográficas. Hay quienes permanecen solteros, pero no por culpa suya, o que anhelan progenie sin lograrla. Aun otros confrontan persistentes dificultades, tales como relaciones discordantes dentro de su círculo de seres queridos, incluso hijos que “act[úan] por sí mismos” rechazando el consejo de sus padres (3 Nefi 1:29). En ésta y en situaciones similares hay tantas cosas constantes y abrumadoras que nos hacen pensar en todo esto”.
“Estar conformes significa aceptar las cosas sin autocompasión. Las privaciones, como éstas, sin embargo, si se sobrellevan con mansedumbre, pueden acabar siendo como excavaciones que preparan el terreno para propiciar un mayor desarrollo spiritual”.
— Élder Neal A. Maxwell, en ese entonces miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de abril de 2000, “Conformes con lo que se nos ha concedido”
“Cuando comprendemos el gran plan de felicidad, obtenemos una perspectiva eterna y los mandamientos, las ordenanzas, los convenios, y las experiencias, las pruebas y las tribulaciones se pueden apreciar bajo su luz verdadera y eterna.
“Sin embargo, recuerden que Satanás disminuirá el resplandor de la esperanza y de la perspectiva eterna por medio de las obscuras e imperiosas exigencias del momento. Ese es el caso de aquellos que se mencionan en el Libro de Mormón que ‘se habían apartado del camino’ (Helamán 6:31) y ‘se volvieron para sí mismos’ (3 Nefi 1:29)”.
— Élder Jay E. Jensen, en ese entonces Setenta Autoridad General, conferencia general de abril de 2000, “Mantengan una perspectiva eterna”
3 Nefi 2
Un tipo de engaño trata de despistarnos con respecto a quién debemos seguir. Refiriéndose a los últimos días, el Salvador enseñó esto: ‘Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán’ (Mateo 24:4–5). En otras palabras, muchos procurarán engañarnos diciendo que ellos o sus enseñanzas nos salvarán, por lo que no es necesario tener un Salvador ni Su Evangelio. El Libro de Mormón describe eso como “el poder del diablo para extraviar y engañar el corazón del pueblo… y… [hacerlo] creer que la doctrina de Cristo era una cosa insensata y (3 Nefi 2:2)”.
— Presidente Dallin H. Oaks, en ese entonces miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de octubre de 2004, “No se dejen engañar”
3 Nefi 4
“Aquí en la vida terrenal, ya conocemos momentos en los que, ‘debido a la inmensa bondad de Dios’, ‘se derraman muchas lágrimas’ (3 Nefi 4:33). Nuestro gozo está rebosante. Sin embargo, esto es solo un anticipo del regreso final al hogar, cuando nuestras copas no sólo estarán rebosantes, sino que rebosarán sin cesar”.
— Élder Neal A. Maxwell, en ese entonces miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de abril de 1988, “Porque yo os guiaré”

3 Nefi 5
“En el llamado Nuevo Mundo, la historia de los nefitas y lamanitas, tal como consta en el Libro de Mormón, termina aproximadamente en el año 400 d. C. Los descendientes del padre Lehi están dispersos a lo largo de las Américas.
“Mormón lo describe claramente en 3 Nefi 5:20, que dice: ‘Soy Mormón, y soy descendiente directo de Lehi. Tengo motivo para bendecir a mi Dios y a mi Salvador Jesucristo, porque sacó a nuestros padres de la tierra de Jerusalén’.
“Claramente, el punto culminante en la historia cronológica de Israel es el nacimiento, el mensaje, el ministerio y la misión de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”.
— Élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de abril de 2023, “Reunidos a salvo en el hogar celestial”
“Sólo por medio de Él podemos nosotros y todos nuestros hermanos y hermanas heredar el don más grandioso que podamos recibir — la vida eterna y la felicidad eterna. Ayudar a los demás y ser un ejemplo para ellos no es una tarea para débiles; es para los fuertes. Es una tarea para ustedes y para mí, los Santos de los Últimos Días que pagan el precio del discipulado al responder a nuestros acusadores con valor cristiano.
“Concluyo con el testimonio de Mormón, que también es el mío: “He aquí, soy discípulo de Jesucristo, el Hijo de Dios. He sido llamado por él para declarar su palabra entre los de su pueblo, a fin de que alcancen la vida eterna” (3 Nefi 5:13). Doy mi testimonio especial de Él — que nuestra vida puede ser eterna porque Su amor es eterno”.
— Élder Robert D. Hales, en ese entonces miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de octubre de 2008, “Valor cristiano: el precio del discipulado”
“El Señor pide obreros dignos y bien dispuestos que salgan a cosechar Su mies.
“Mis queridos hermanitos, pensad lo que significaría para vosotros si pudierais decir como el profeta Mormón: ‘He aquí, soy discípulo de Jesucristo, el Hijo de Dios. He sido llamado por él para declarar su palabra entre los de su pueblo, a fin de que puedan alcanzar la vida eterna’ (3 Nefi 5:13).
“Soy testigo de que el Señor Jesucristo es el Hijo de Dios y el Salvador del mundo. Tengo la firme convicción de que Él nos ha llamado para enseñar y testificar al mundo en Su nombre. Y para vosotros, queridos hermanitos, mi oración sincera es que respondáis a Su llamamiento con el corazón digno y la mente dispuesta”.
— Élder L. Aldin Porter, en ese entonces Setenta Autoridad General, conferencia general de abril de 1992, “Un discípulo de Jesucristo”
“Quizás no hayamos visto en persona al Señor resucitado, pero el Espíritu Santo graba en nuestro corazón el testimonio de Sus testigos escogidos. Lo sabemos, y al saberlo, nosotros también debemos testificar. ¿Hay alguna duda en la mente de alguno de nosotros de que ésta es una de las principales responsabilidades que disfrutamos por ser miembros de Su Iglesia? Comencé con la declaración de Mormón: ‘He sido llamado por él para declarar su palabra entre los de su pueblo, al fin de que puedan alcanzar la vida eterna’ (3 Nefi 5:13). Tal es el llamamiento de cada uno de nosotros”.
— Élder Robert L. Backman, en ese entonces Setenta Autoridad General, conferencia general de octubre de 1991, “Jesús el Cristo”

3 Nefi 6
“Si somos firmes e inmutables en hacer lo bueno, nuestras tradiciones se arraigarán en la rectitud. Sin embargo, tengo una duda: ¿cómo determinamos lo que es bueno o, lo que es más importante, aquello que es suficientemente bueno? Otro pasaje que nos brinda un poco más de información se encuentra en 3 Nefi 6:14. Habla de personas ‘que se habían convertido a la verdadera fe; y no quisieron separarse de ella, porque eran firmes, inquebrantables e inmutables; y estaban dispuestos a guardar los mandamientos del Señor con toda diligencia’.
“De eso aprendemos que nuestra conversión a la “verdadera fe” antecede a nuestra aptitud de permanecer firmes, inquebrantables e inmutables en guardar los mandamientos; esa conversión es una firme creencia en Jesucristo como nuestro Redentor”.
— Hermana Cheryl C. Lant, entonces presidenta general de la Primaria, conferencia general de abril de 2008, “Tradiciones rectas”
“En el Libro de Mormón leemos que los lamanitas ‘se habían convertido a la verdadera fe; y no quisieron separarse de ella, porque eran firmes, inquebrantables e inmutables; y estaban dispuestos a guardar los mandamientos del Señor con toda diligencia’ (3 Nefi 6:14).
“Su fe firme e inquebrantable en el Evangelio de Jesucristo y en el plan que él tiene para ustedes y su familia, así como su conocimiento de éstos, servirá de gran protección contra los conflictivos puntos de vista y las influencias del mal. Su obediencia y fidelidad a los convenios eternos y a los mandamientos les proporcionará paz y aun felicidad en medio del caos de este mundo. Armadas con la fe, ustedes pueden permanecer firmes y crear un hogar digno de los hijos de nuestro Padre Celestial”.
— Hermana Virginia U. Jensen, entonces primera consejera de la presidencia general de la Sociedad de Socorro, conferencia general de octubre de 2001, “Permanezcan firmes”
“A veces oímos hablar de miembros de la Iglesia que exteriormente hacen todas las cosas que indicarían una participación plena en la Iglesia, pero que descuidan a sus hijos o abusan de ellos física, emocional o sexualmente, que no son fieles a sus convenios y votos matrimoniales, o que son deshonestos de otras maneras. Si esa persona está escuchando, ¿podríamos suplicarle esta noche que se arrepienta, que busque ayuda y perdón?
“Mormón escribió acerca de otras personas en otro tiempo y lugar que también se encontraban en ese estado de iniquidad. Dijo, como podría decirse hoy, ‘No pecaban en la ignorancia, porque conocían la voluntad de Dios tocante a ellos’ (3 Nefi 6:18)”.
— Hermana Joy F. Evans, entonces primera consejera de la presidencia general de la Sociedad de Socorro, conferencia general de octubre de 1987, “Cómo superar los desafíos a lo largo del camino de la vida”

3 Nefi 7
“Hace varios años, decidí estudiar las reacciones a los mensajes de los profetas. A veces las personas rechazaban a los profetas porque estaban celosos de ellos y de su poder.
“En el libro de Tercer Nefi, cuando Nefi ministraba con gran poder, ‘se enojaron con él, sí, porque tenía mayor poder que ellos” (3 Nefi 7:18). El pueblo incluso vio a Nefi levantar a su hermano de entre los muertos y ‘el pueblo lo vio y lo presenció, y se irritó contra él a causa de su poder’ (3 Nefi 7:20). …
“Cada uno de nosotros tiene la opción de seguir al profeta, sin importar el estado de la sociedad en particular en la que vivamos. Quizás sintamos la presión de la sociedad para que ignoremos o incluso rechacemos el mensaje del profeta, pero aún conservamos la capacidad de escoger. Si guardamos nuestros convenios y permanecemos cerca del Señor, será mucho más fácil para nosotros seguir al profeta. Tendremos el Espíritu para guiarnos y para fortalecer nuestra determinación de someter nuestra voluntad a la del Señor. Y luego recibimos las bendiciones del Señor”.
— Paul V. Johnson, presidente de la Escuela Dominical, en ese entonces Setenta Autoridad General, en el artículo de la revista Liahona de octubre de 2023, “Guiándonos cómo vivir”
“En esta época trascendental de la historia de la tierra, ustedes y yo, como portadores del sacerdocio, tenemos que ser hombres rectos e instrumentos eficaces en las manos de Dios. Tenemos que elevarnos como hombres de Dios. Sería bueno que tanto ustedes como yo aprendiéramos y siguiéramos el ejemplo de Nefi, el nieto de Helamán y el primero de los doce discípulos llamados por el Salvador al principio de Su ministerio entre los nefitas. ‘Y [Nefi] les ministró muchas cosas a ellos… Y Nefi ministró con poder y gran autoridad’ (3 Nefi 7:17)”.
— Élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de abril de 2012, “Los poderes del cielo”