Alexandra Dalman tenía 8 años cuando el Coro del Tabernáculo de la Manzana del Templo salió de gira por Australia y los vio tocar en Melbourne.
“Recuerdo estar sentada allí, escuchando el sonido y sintiendo el Espíritu con mucha fuerza”, dijo. Tuvo la inspiración de que debía dedicarse a cantar con el Coro del Tabernáculo, y le dijo a su padre: “Esto es lo que quiero hacer. Quiero ser cantante y quiero cantar con el Coro del Tabernáculo”.
Este fin de semana, Dalman cantó como alto con el Coro del Tabernáculo de 360 voces durante la conferencia general de octubre de 2025.
“He hecho todo lo posible en mi vida para estar aquí hoy”, dijo Dalman, quien reside en Adelaida, Australia, en una entrevista grupal con Church News.
En esta conferencia, participaron 12 cantantes de 10 países, tres de los cuales cantaron en conferencias generales anteriores. Los cantantes abarcaban desde músicos profesionales e instructores con diversos títulos en música hasta personas que cantan como pasatiempo mientras trabajan en diferentes campos.
Álvaro Martins y Thalita Carvalho, ambos brasileños, formaron parte del grupo piloto en abril de 2023. Elise Helene Gauthier, de Francia, cantó durante la conferencia de octubre de 2024.
Los otros cantantes fueron Dalman de Australia; Celeste Temple de Hamilton, Nueva Zelanda; Dave Daplin y Kierby Nanol, ambos de Filipinas; Anna-Maria Karumo de Suecia; Emilia Kemppainen de Finlandia; Ed Pentreath de Inglaterra; Mark Gem Clave de Qatar; y Pythagore Matubu de la República Democrática del Congo.
Acerca de los miembros globales
Los miembros del coro global pasan por un proceso de audición de varias etapas, similar al proceso para los miembros del coro que viven a menos de 160 km de Salt Lake City. Los miembros del coro global reciben la recomendación de los líderes locales, envían grabaciones y completan un examen teórico. También cantan en vivo para los directores del coro, lo que a veces ocurre en medio de la noche, dependiendo de la diferencia horaria. Además, los miembros globales deben dominar el inglés y tener la posibilidad de viajar a Estados Unidos.
Y al igual que quienes viven en Utah y audicionan para el coro, algunos miembros globales han audicionado más de una vez.
Consulte thetabernaclechoir.org/global-participant-program para obtener más información.
Los miembros del coro global pasan aproximadamente dos semanas en Salt Lake City antes de la conferencia general para recibir capacitación musical, que incluye la escuela de coro y ensayos; reuniones con el departamento de música de la Iglesia; visitas a la Manzana del Templo y el Tabernáculo de Salt Lake; y aprendizaje sobre la historia y la música del coro.
Los participantes globales son apartados como misioneros, al igual que los demás miembros del coro.
El primer grupo piloto cantó en la conferencia general de abril de 2023. En abril de 2024, los líderes del coro anunciaron que se había convertido en un programa permanente. Se prevé que una docena de cantantes vengan a Salt Lake City para cantar en cada conferencia general. Cada cantante sirve hasta por cinco años o hasta que haya asistido a la conferencia general dos veces.
- Abril de 2023: 10 cantantes de seis países y territorios.
- Octubre de 2023: 10 cantantes de ocho países y territorios.
- Abril de 2024: 12 cantantes de 10 países.
- Octubre de 2024: 14 cantantes de 12 países.
- Abril de 2025: 12 cantantes de seis países y territorios.
- Octubre de 2025: 12 cantantes de 10 países.
Aquí encontrará más información sobre cada uno de los miembros del coro global en la conferencia general de octubre de 2025.
‘Más cerca del cielo’
Carvalho tiene un título en dirección coral, por lo que ha observado cómo los directores dirigen coros, incluyendo al director del Coro del Tabernáculo. Y ha notado una sensación diferente al escuchar al coro — puede sentir el Espíritu.
“Aunque he trabajado con la música toda mi vida, cada vez que escucho al Coro del Tabernáculo, percibo algo diferente”, dijo Carvalho, de São Paulo, Brasil, quien canta como soprano.
Ser miembro global le ha ayudado a comprender los testimonios de otros cantantes globales.
“Sé que todos creemos de verdad en nuestro Salvador, Jesucristo. No hay duda al respecto”, dijo.
Martins, de Natal, Brasil, formó parte del coro en abril de 2023 cuando se anunció la construcción de un templo en su ciudad. “No puedo expresarlo con palabras”, dijo sobre su emoción ese día. Dirigió el coro de jóvenes para la ceremonia de la palada inicial del templo en mayo.
De niño, su barrio no tuvo pianista durante varios años, pero un misionero tocaba ocasionalmente. “Me sentí muy diferente cuando tuvimos la reunión sacramental con el piano. … Fue una experiencia diferente”.
La tía de Martins, quien era la directora musical del barrio, lo invitó a aprender a tocar el piano cuando tenía 12 años. Un misionero le enseñó algunos conceptos básicos, y Martins empezó a tocar solo la melodía y poco a poco fue añadiendo otras partes.
Martins, abogado y barítono, ha cantado en coros universitarios, de barrio y de estaca.
Carvalho y Martins están entusiasmados con la visita de la gira del Coro del Tabernáculo a Brasil el próximo febrero, y también han visto el entusiasmo de otros en Brasil.
La primera vez que Clave vio un piano fue de niño en Filipinas, cuando se construyó un nuevo edificio de la Iglesia en su área. Sin formación musical, comenzó a aprender a tocar por su cuenta. Tenía 10 años cuando fue llamado como pianista de la rama.
Más tarde, mientras servía en una misión en Filipinas, “me dije a mí mismo que todo lo que había aprendido por mi cuenta, debía compartirlo”, dijo Clave. Empezó a enseñar a otros a tocar el piano para que tuvieran a alguien que lo tocara en la reunión sacramental.
Clave, quien ha vivido en Catar desde 2013 y trabaja para una empresa automotriz, comentó que en los últimos dos años ha desarrollado una afección ocular que le dificulta ver la música. Su hijo ahora es pianista del barrio.
Así que, para prepararse para la conferencia, Clave, quien canta como tenor, escuchó la música del Coro del Tabernáculo. ¿Pero escucharlos en persona por primera vez? “Se siente más cerca del Cielo”.
Misioneros musicales
Cuando Dalman escuchó al Coro del Tabernáculo tocar en Australia, estaba aprendiendo a tocar el piano. Luego, de adolescente, comenzó a cantar en coros. Le dijeron que tenía una voz potente, “así que comencé a tomar clases de canto para perfeccionar ese sonido potente”. Dalman tiene un posgrado en interpretación musical. Sirvió en una misión en Melbourne y formó parte del coro de su misión.
“La música puede ayudar a las personas a sentir el Espíritu y a comprender el amor de Dios por ellas”, dijo.
Temple, de Hamilton, Nueva Zelanda, es la menor de seis hijos en una familia musical que también cantaba y tocaba instrumentos juntos, algo que todavía hacen. “Siempre estamos en el garaje tocando los instrumentos”.
En Salt Lake City, el programa incluía ensayos, devocionales, escuela de coro y más, dijo Temple, quien es partera y canta soprano. “Deberías sentirte realmente agotado y abrumado. ... Pero es como un agotamiento feliz”.
Como muchos de los miembros globales, era su primera vez en Salt Lake City. “Está lleno de cosas increíbles, con cosas que amas y personas que amas”.
Kemppainen es originaria de Suecia y ahora vive con su familia en Finlandia. Su padre era músico y “la música siempre estaba presente”. Inicialmente, quería ser bailarina, pero al no lograrlo, decidió dedicarse a la música y dio clases de música en la escuela.
Cuando su familia se mudó a Finlandia, no pudieron traer su piano. Cuando compraron uno, se sentó a tocar y se frustró. “Quería ser útil. Quería poder usar mi talento”, dijo. Añadió que el siguiente llamamiento que recibió en la Iglesia fue el de pianista de barrio.
“La música siempre formó parte de mi vida”, dijo Kemppainen, quien canta soprano.
Fortalecimiento del testimonio
Gauthier, de Francia, comenzó primero con el piano, luego cambió a la viola y finalmente comenzó a cantar. Esta soprano ha vivido en París, Francia, y en Viena, Austria, durante tres años mientras estudiaba interpretación vocal. Actualmente está buscando una carrera como cantante profesional.
“La música sirve para compartir el Espíritu con otras personas”, dijo. Y cantar con el Coro del Tabernáculo “es una manera muy directa de compartir ese mensaje tan importante con la gente”.
Ella y Dalman han visto cómo publicar en redes sociales sobre sus experiencias ha llevado a la gente a preguntar sobre su fe. También ha ayudado a otros a entusiasmarse más al ver las sesiones de la conferencia general.
Pentreath, de Ipswich, Inglaterra, creció en una familia de músicos, donde aprendió a tocar el violín y el trombón. La regla familiar era que cada hijo debía completar una de sus sesiones de práctica antes de las clases matutinas de Seminario. “Nos enseñó disciplina y así fue como crecimos”, dijo Pentreath.
Él tocaba solos y sus hermanos tocaban en cuartetos. Usaba el dinero que ganaba tocando música para ayudar a financiar su misión.
“La música fue sin duda la forma en que sentí el Espíritu y obtuve mi testimonio mientras crecía”, dijo. Añadió: “Creo que la música me conecta con el plan de salvación mejor que cualquier otra cosa”.
Estudiar las letras de las canciones del Coro del Tabernáculo mientras aprendía la música también ayudó a su testimonio, dijo.
“La música es hermosa, pero la letra siempre invita a la paz. Siempre nos invita a acudir al Salvador”, dijo Pentreath, quien canta como tenor.
Karumo, de Estocolmo, Suecia, comentó que la música del Coro del Tabernáculo se escucha en su casa todos los domingos. De niña tocaba la viola y luego cantaba en coros, incluyendo coros de la secundaria y universitarios. Ahora estudia medicina y trabaja como oncóloga en un centro de cuidados paliativos.
Mientras visitaba a su hermano en Estados Unidos, Karumo fue invitada a ensayar con el Coro del Tabernáculo. “Pensé: ‘Eso fue todo’”, dijo sobre cantar con el coro. “El Señor sabe que amo la música y me encanta cantar en coros”.
Karumo, quien canta como alto, es amiga de cantantes que participaron en el proyecto piloto global de miembros y quienes la animaron a postularse. Audicionar para el Coro del Tabernáculo fue “lo más aterrador que he hecho en mi vida”.
Pero ser aceptada “fue una tierna misericordia del Señor”, dijo Karumo.
“Tenemos la responsabilidad de continuar la obra en casa”, dijo, destacando las contribuciones de quienes participaron en los programas piloto.
‘Un sueño hecho realidad’
Daplin, un tenor filipino, comentó que a su madre siempre le gustó la música. Compitió en un concurso de canto a los 6 años y se unió a coros durante la escuela. Después de servir en una misión, Daplin y Nanol formaron parte de un coro en Filipinas con el miembro global Ronald Baa, lo que les ayudó a ambos a aprender más teoría musical.
En retrospectiva, Daplin dijo que ve cómo se estaba “preparando para este momento. ... Y de hecho soy un testimonio viviente de ello”.
Los abuelos de Nanol y sus 11 hijos “tenían una gran pasión por el canto” cuando un vecino les ayudó a conocer la Iglesia. Fue la música del Coro del Tabernáculo lo que contribuyó a la conversión de los abuelos de Nanol mientras esperaban las cintas VHS de la conferencia general.
“Dejaron un gran legado en su localidad”, dijo Nanol, quien canta el bajo. “Ayudó a la Iglesia de Cagayán de Oro a prosperar”. Pensó en ello mientras estaba en Salt Lake City, especialmente la primera vez que entró al Tabernáculo.
La música también influyó en su propia conversión. A los 16 años, estaba lejos de la Iglesia cuando alguien lo invitó a unirse al coro del barrio.
Nanol dijo que está emocionado de traer lo aprendido a su ciudad natal.
La madre de Matubu es cantante tradicional en Kinshasa, República Democrática del Congo, y les enseñó a él y a sus hermanos a cantar. Tenía 11 años cuando su familia se unió a la Iglesia.
Poco después, su distrito se dividió y el pianista se mudó al otro distrito. Así que el presidente de rama de Matubu lo invitó a aprender a tocar el piano, y se encargó de que el pianista de la otra rama le enseñara a Matubu.
Matubu, quien canta tenor, ha estudiado música en el Instituto Nacional de Artes de Kinshasa y ayudó a organizar coros para la dedicación del Templo de Kinshasa, República Democrática del Congo, en 2019.
Escuchó por primera vez al Coro del Tabernáculo cantar en la conferencia general cuando su familia recibió cintas de VHS varios meses después de la conferencia general.
Se preguntaba: “¿Qué tengo que hacer para ser uno de ellos? ¿Uno de los que cantan en el coro?”.
Matubu añadió: “Este es un sueño hecho realidad”.
