PROVO, Utah — Al hacer convenios sagrados con nuestro Padre Celestial y Jesucristo en la casa del Señor, las mujeres tendrán la capacidad de afrontar cualquier desafío y prueba que se les presente, enseñó la hermana J. Anette Dennis, primera consejera de la presidencia general de la Sociedad de Socorro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en la primera noche de la Conferencia de BYU para Mujeres (en inglés).
La conferencia de tres días, que comenzó el 30 de abril, incluirá discursos destacados del élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles; la presidenta general de la Primaria, Susan H. Porter; y el hermano Brad R. Wilcox, primer consejero de la presidencia general de los Hombres Jóvenes.
Hablando sobre el tema de la conferencia: “He aquí, mi Espíritu reposa sobre ti… y tú permanecerás en mí, y yo en ti; por tanto, anda conmigo” (véase Moisés 6:34), la hermana Dennis explicó lo que significa andar con el Señor.
Cientos de mujeres jóvenes también estuvieron en el Marriott Center la noche del miércoles, 30 de abril. Estas futuras miembros de la Sociedad de Socorro se unirán a una organización divinamente inspirada con millones de mujeres en todo el mundo, dijo la hermana Dennis.
Son una generación especial de mujeres que fueron preservadas para venir a la tierra en este momento; cada una de ellas es importante, noble, necesaria y vital para la obra del Señor.
“No permitan que Satanás y el mundo les digan que no son nada y que no importan. Sí importan”, dijo.
Al igual que en su propia vida, la hermana Dennis dijo que está segura de que ha habido momentos en que quienes las escuchan se han sentido incapaces de hacer lo que el Señor les pedía, ya sea un llamamiento, una prueba o un desafío, o incluso la decisión de casarse y tener hijos.
En el libro de Moisés, Enoc se sentía indeciso e inseguro. No entendía por qué se le pedía que proclamara el arrepentimiento al pueblo, especialmente cuando se sentía demasiado joven, despreciado y lento para hablar. Pero la respuesta del Señor a Enoc es una invitación para todos: lo invitó a andar con Él.
“No podemos por nosotros mismos hacer todo lo que estamos llamados a hacer en nuestras vidas”, dijo la hermana Dennis.
Gracias a que Enoc eligió permanecer en Dios y caminar con Él, Dios permaneció en Enoc. Enoc se convirtió en un poderoso profeta y líder de su pueblo. La ciudad de Enoc llegó a ser tan santa que fue llevada al cielo (véase Moisés 7:13).
Esta increíble historia muestra lo que Dios pudo hacer con un ser humano imperfecto. “Imaginen lo que Él puede hacer en su vida si deciden confiar en Él y andar con Él”, dijo.
La hermana Dennis dijo que esperaba que las mujeres jóvenes y los jóvenes adultos, en particular, escucharan atentamente. Al elegir permanecer en el Salvador, Él permanecerá en ustedes, y nunca tendrán que andar solos, sin importar adónde vayan ni lo que hagan en esta vida. No tienen por qué temer al futuro, porque el Salvador estará con ustedes.
En la conferencia general de octubre de 2024, el presidente Russell M. Nelson habló sobre cómo su decisión de seguir a Jesucristo marcó la diferencia en su vida, diciendo: “La capacidad del Salvador para ayudarlos no tiene límites”.
La hermana Dennis dijo: “Un profeta de Dios nos dice que la capacidad del Salvador para ayudarnos no tiene límites. Nos dice que el Señor puede consolarnos, fortalecernos y bendecirnos con paz incluso en medio de las tormentas de la vida, incluso en medio del caos. Pero para que el Salvador pueda hacerlo, debemos elegir depositar nuestra fe y confianza en Él. Debemos elegir andar con Jesús”.
Aprendiendo de la historia de los jareditas
Una de las historias favoritas de la hermana Dennis en el Libro de Mormón es la de los jareditas cruzando el mar hacia la tierra prometida.
En Éter 2, al hermano de Jared se le mandó construir ocho pequeños barcos herméticos. No sabía cómo respiraría la gente, cómo tendrían luz o cómo dirigirían las embarcaciones. El Señor le instruyó cómo obtener aire cuando lo necesitaran y les dio su luz para el viaje tocando 16 piedras para los barcos.
Ahora tenían luz y una forma de acceder al aire, pero tendrían que depender completamente del Señor para que los guiara a través del agua. Necesitaban gran fe y confianza para abordar esos barcos. Sin el Salvador, las posibilidades de sobrevivir a ese viaje y llegar juntos eran imposibles, dijo la hermana Dennis.
El Señor le había dicho al hermano de Jared que no sería un camino fácil (véase Éter 2:24). De hecho, Éter 6 dice que un “viento furioso” sopló sobre la faz de las aguas, y que “fueron echados de un lado a otro por el viento sobre las olas del mar”. Hubo grandes y terribles tempestades causadas por la “fuerza del viento”, y “el viento no dejó de soplar hacia la tierra prometida”.
La hermana Dennis dijo: “En medio de las tormentas de la vida, debemos recordar que nuestro Padre nos ama, que sabe lo que hace, que todo está en sus manos y que no permitiría que pasáramos por dificultades solo para vernos sufrir. Ese no es su carácter ni su plan”.
Sin el viento, los jareditas nunca habrían llegado a la tierra prometida. E incluso cuando fueron enterrados en las profundidades, el agua no pudo entrar porque habían seguido las instrucciones del Señor de construir barcos herméticos.
“La manera más importante que permite que el Señor more en nosotros, de modo que nuestros barcos sean herméticos durante nuestra travesía por la vida terrenal, es mediante una relación de convenio con Él, la cual nos conecta más profundamente con Él”, dijo la hermana Dennis.
La hermana Dennis citó las enseñanzas del presidente Nelson de que todos necesitarán el poder de Dios en los días venideros, y que todos los que hacen y guardan convenios con Dios en la casa del Señor tienen acceso directo a Su poder.
La hermana Dennis dijo: “Así es como nuestros ‘barcos’ pueden volverse herméticos y cómo podemos permanecer más profundamente en Cristo y Él en nosotros, para que los vientos, las olas y las tormentas de la vida no nos destruyan, para que el mundo no nos desvíe del rumbo, para que el adversario no tenga poder sobre nosotros y para que podamos acceder al poder de Dios y recibir la ayuda de los ángeles”.
Invitó a todos los que tengan 18, 108 o cualquier edad intermedia a orar para saber si es el momento de ir al templo y recibir su propia investidura. Las jóvenes pueden comenzar a prepararse ahora, dijo.
‘No teman al futuro’
Cuando los jareditas fueron enterrados en el agua, clamaron al Señor y Él los sacó de nuevo a la superficie (véase Éter 6:7).
“El Señor también puede sacarnos a flote después de haber sido sepultados bajo las olas de la montaña, pero será en Su tiempo y a Su manera. Si permanecemos en Él y Él en nosotros, no nos hundiremos, por mucho que seamos sepultados, sacudidos y arrastrados por el viento”, dijo la hermana Dennis.
Mientras cruzaban el mar, los jareditas dieron gracias y alabaron al Señor. Durante las tormentas de la vida, las personas también pueden agradecerle y alabarlo. Cuando los jareditas llegaron, se humillaron ante el Señor y “vertieron lágrimas de gozo ante el Señor” (véase Éter 6:12).
La hermana Dennis dijo que algún día las personas comprenderán cuán involucrado estuvo el Salvador en sus vidas al ayudarlos en momentos difíciles.
Sus últimas palabras las dirigió a las mujeres jóvenes y a las jóvenes adultas, incluyendo a sus nietas. Les pidió que recordaran las lecciones del viaje oceánico de los jareditas y las lecciones de Enoc: ponerse en las manos del Señor y andar con Él.
“Por favor, no teman al futuro”, dijo. “Satanás intentará infundir temor en sus corazones, pero no le hagan caso. No hay por qué temer. Nuestro Salvador es más poderoso que el adversario y sus secuaces. Les prometo que pueden confiar en Él”.
La hermana Dennis dijo que, al mirar hacia el futuro y pensar en las decisiones que les esperan, incluyendo las de casarse y formar una familia, no deben permitir que voces externas les digan qué hacer. En cambio, deben buscar la guía del Señor y recordar que la capacidad del Salvador para ayudarlas no tiene límite.
“Testifico que, gracias a nuestro amado Salvador y a Su infinito sacrificio expiatorio, nunca andarán solos si eligen permanecer en Él para que Él pueda permanecer en ustedes”, dijo.
