Años antes de servir como consejero en la presidencia general de los Hombres Jóvenes, el hermano Bradley R. Wilcox y su esposa, la hermana Debi Wilcox, enviaron a su renuente hijo de 14 años, a “Especialmente para la Juventud” (EFY) en la Universidad Brigham Young.
Les preocupaba que él “no tenía un pelo de espiritualidad en su cuerpo”. El adolescente regresó a casa distinto, más enfocado y sensible a las cosas espirituales. Ahora, años después, sirve en un obispado y es mentor de los jóvenes de su propio barrio.
Eso es lo que el hermano Wilcox observó repetidamente el verano pasado, y nuevamente este verano, cuando los jóvenes Santos de los Últimos Días de todo el mundo participaron en las conferencias Para la Fortaleza de la Juventud. Una y otra vez, aquellos “que no estaban seguros de querer venir” regresaban a casa diferentes y mejores.
Ha sido “fenomenal ver el efecto que [las conferencias PFJ] están teniendo en los jóvenes de todo el mundo”.
El hermano Wilcox, quien fue relevado como segundo consejero de la presidencia general de los Hombres Jóvenes y sostenido como primer consejero durante la conferencia general de abril de 2023, dijo que esta ha sido una etapa emocionante para servir a los jóvenes Santos de los Últimos Días. Las presidencias generales de los Hombres Jóvenes y las Mujeres Jóvenes regularmente trabajan juntas, el programa de Niños y Jóvenes de la Iglesia está ayudando a los jóvenes a aprender a liderar, una nueva guía de normas “Para la Fortaleza de la Juventud” está conectando a los jóvenes con el Salvador, y las conferencias PFJ “están llegando a más jóvenes que nunca”, dijo.
Bradley Ray Wilcox, de 63 años, nació en Provo, Utah, el 25 de diciembre de 1959, es hijo de Ray T. Wilcox y Val C. Wilcox. Creció en Provo, a excepción de unos cuantos años de infancia que pasó en Etiopía.
Mientras servía en una misión de tiempo completo en la Misión Chile Viña del Mar, el hermano Wilcox aprendió una lección importante. “Cuando las cosas se ponían difíciles, tuve que detenerme y preguntar: ¿Por qué estoy aquí? ¿Dónde está Dios? ¿Sabe Él que estoy aquí? ¿Está consciente de mí?’’ Eso inició un proceso de lectura de las Escrituras, oración y aprendizaje. Con la ayuda de un maravilloso presidente de misión, Gerald J. Day, llegué a saber por mí mismo de una manera mucho más profunda que Dios está ahí y está involucrado en nuestras vidas. Chile siempre será tierra sagrada para mí porque allí fortalecí mi testimonio y encontré una relación personal con el Padre Celestial y Jesucristo”.
Al regresar a casa, el hermano Wilcox conoció a Deborah Gunnell. “Primeramente conocí a su hermano gemelo y quedé impresionado con él, así que le pregunté, ‘De casualidad no tienes una hermana gemela con la que me pueda casar?’ Él dijo: ‘¡De hecho, sí tengo! Terminará su misión en Guatemala en unas pocas semanas’”, recordó el hermano Wilcox. “‘Debes venir cuando ella hable en la reunión sacramental’. Lo hice, y ahí fue donde Debi y yo nos conocimos”.
La hermana Debi Wilcox dijo, “Esa noche escribí en mi diario que conocí a un chico llamado Brad Wilcox y parecía ser un chico muy agradable. Lo que llamó mi atención es el amor que emanaba de él”.
La pareja, que tiene cuatro hijos, se casó un año después en el Templo de Provo, Utah, el 7 de octubre de 1982.
El hermano Wilcox recibió su licenciatura y maestría de la Universidad Brigham Young y su doctorado en educación de la Universidad de Wyoming. Enseñó en la escuela primaria durante tres años y actualmente es profesor en el Departamento de Escrituras Antiguas de BYU.
Desde 1985, la mayor parte de sus veranos los dedicó al programa PFJ de BYU. “En ese programa es donde encontré mi amor por trabajar con los jóvenes”, dijo. “He estado involucrado con EPJ y PFJ durante toda mi vida adulta, y estoy muy contento de poder ver que este programa ahora llega a muchos más jóvenes. Sé la diferencia que puede hacer”.
Él sirvió como obispo y en una presidencia de estaca, como presidente de la Misión Chile Santiago Este y en la consejo asesor general de la Escuela Dominical.
En abril de 2020, el hermano Wilcox fue llamado a servir en la presidencia general de los Hombres Jóvenes con el presidente Steven J. Lund y ahora el élder Ahmad S. Corbitt, quien sirvió como consejero de la presidencia general de los Hombres Jóvenes y fue sostenido como Setenta Autoridad General en Abril. Durante los últimos tres años, la presidencia guió a los jóvenes Santos de los Últimos Días no únicamente a través de la pandemia de COVID-19, sino también a través de una época de cambio y transición, ayudando, entre otras cosas, a publicar una guía de normas nuevas para el programa “Para la Fortaleza de la Juventud” y trabajando para implementar el programa Niños y Jóvenes.
“Estamos viendo más interacción entre las organizaciones”, dijo el hermano Wilcox. “Hay muchos grupos en la Iglesia que tienen responsabilidad por los jóvenes: Seminario, Escuela Dominical, Hombres Jóvenes, Mujeres Jóvenes y Primaria. Veo muchos más ‘lazos de unión’ a medida que tratamos de avanzar juntos”.
Niños y jóvenes
El programa Niños y Jóvenes, comenzó en enero de 2020, ofrece oportunidades diarias para que los jóvenes descubran en oración su propio camino de discipulado, dijo el hermano Wilcox.
Las tres áreas de enfoque del programa, aprendizaje del Evangelio, servicio y actividades, y desarrollo personal, ayudan a fortalecer la fe en Jesucristo de la nueva generación a medida que participan activamente en Su obra.
En el video introductorio Niños y Jóvenes, el presidente Russell M. Nelson describió un nuevo enfoque para el aprendizaje y el crecimiento del Evangelio que ha sido diseñado especialmente para los niños y jóvenes de hoy. En lugar de asignaciones específicas, se les pedirá que consulten con el Señor sobre cómo pueden crecer de manera equilibrada.
“Será gratificante y divertido, pero también requerirá un poco de esfuerzo de su parte”, dijo el presidente Nelson en el video. “Tendrán que buscar revelación personal”, continuó. “Tendrán que elegir por ustedes mismos qué es lo que harán. A veces, el Espíritu puede instarlos a hacer cosas que son difíciles. Creo que están a la altura del desafío. Pueden hacer cosas difíciles”.
A través del programa Niños y jóvenes, los hombres y mujeres jóvenes han aprendido que “las metas no son un fin en sí mismas”, sino una manera en la que ellos llegan a comprender la revelación personal, dijo el hermano Wilcox. “La finalidad es ayudar a los jóvenes a aprender sobre la revelación personal, a aprender que pueden mejorar a través de la revelación y que pueden acudir al cielo en busca de fuerza para hacerlo”, dijo.
Parte del éxito del programa es la ayuda que los cuórumes de élderes y la Sociedad de Socorro brindan a los obispos, lo que les permite pasar más tiempo con los jóvenes.
“Estamos viendo que los obispos se sienten más responsables por los jóvenes y sienten el deseo de interactuar con ellos, de conocerlos, de establecer una relación con ellos”, dijo el hermano Wilcox.
El hermano Wilcox dijo que le gustaría ver más celebraciones cuando los jóvenes logran algo personalmente o con su cuórum o clase. “Así como tenemos barrios que se reúnen para hablar sobre hacer planes, tenemos que tener barrios que se reúnan para celebrar cuando los jóvenes están progresando y logrando esos planes”.
Para la Fortaleza de la Juventud
El élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, anunció durante la conferencia general de octubre de 2022 una guía de normas revisada “Para la Fortaleza de la Juventud” para ayudar a los jóvenes a aprender verdades y tomar decisiones inspiradas.
Subtitulada “Una guía para tomar decisiones”, ésta se enfoca en los principios y el albedrío del Evangelio.
El hermano Wilcox espera que, como resultado de la nueva guía, “los jóvenes y sus padres aprendan a concentrarse en el por qué de lo que están hacienda”.
“Nos encantaría que los jóvenes no se limitaran a decir, ‘No tomo café, no bebo alcohol, porque soy miembro de la Iglesia’. Nos encantaría que dijeran: ‘Yo no hago estas cosas porque sé quién soy y mi cuerpo es sagrado’”.
El hermano Wilcox dice que le encanta el hecho de que en la guía “Para la Fortaleza de la Juventud” “cada principio está conectado a una pregunta de recomendación para el templo”.
“Se trata de poder ir al templo, y el templo es donde se acercarán más a Cristo y podrán recibir Su poder para ayudarles a superar cualquier cosa”, dijo.
Lecciones de la juventud
Justo antes de la conferencia general de abril, el hermano Wilcox habló a jóvenes de cinco estacas en Las Vegas, Nevada. Queriendo que supieran de su confianza en los adolescentes, les prometió usar una corbata roja durante la conferencia general, lo cual hizo. “Espero que esa corbata roja les haga saber que estoy apoyándoles y que son amados”, dijo.
Mientras sirve en la presidencia general de los Hombres Jóvenes, el hermano Wilcox dijo que ha observado a jóvenes nobles “contrarrestar la corriente del mundo. El mundo solamente está inundándolos. Y, sin embargo, tienen el valor de oponerse a esa corriente y defender a Cristo incluso cuando eso no siempre se considera popular o políticamente correcto.
“Espero que sepan que cuando están con Dios y Sus profetas, nunca están solos”, dijo el hermano Wilcox.
Esa es una de las hermosas lecciones de las conferencias PFJ. “Les une y se dan cuenta de que no son los únicos, que hay otros como ellos, que están defendiendo al Salvador”.
“He visto jóvenes que están venciendo al mundo y, contra todo pronóstico, eligiendo permanecer fuertes en la Iglesia, eligiendo permanecer enfocados en lo que más importa. Los veo por todo el mundo. Estoy tan orgulloso de ellos. Les amo”.
Acerca del hermano Wilcox
Familia: Nació el 25 de diciembre de 1959 en Provo, Utah, es hijo de Ray T. y Val C. Wilcox. Se casó con Deborah Gunnell el 7 de octubre de 1982 en el Templo de Provo, Utah. Son padres de cuatro hijos.
Educación: Obtuvo una licenciatura y una maestría de la Universidad Brigham Young en 1985 y 1990 y un doctorado en educación de la Universidad de Wyoming en 1994.
Empleo: Carrera profesional en educación. Actualmente es profesor en el Departamento de Escrituras Antiguas de BYU.
Servicio en la Iglesia: Sirvió como segundo consejero de la presidencia general de los Hombres Jóvenes, miembro del consejo asesor general de la Escuela Dominical, presidente de la Misión Chile Santiago Este, consejero de la presidencia de estaca, obispo y misionero de tiempo completo en la Misión Chile Viña del Mar.
