El presidente Jeffrey R. Holland, presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, se unió a su compañero del cuórum, el élder Neil L. Andersen, y a su esposa, la hermana Kathy Andersen, para su presentación principal del Día de Descubrimiento Familiar de RootsTech 2025 el sábado, 8 de marzo.
El élder Patrick Kearon, también miembro del Cuórum de los Doce, asistió al Día de Descubrimiento Familiar con su esposa, la hermana Jennifer Kearon, y observó desde la audiencia.
Varios miles de personas asistieron al evento de manera presencial en el Centro de Convenciones Salt Palace en Salt Lake City, Utah, y millones más vieron en línea mientras el élder y la hermana Andersen contaban experiencias significativas de la vida y lecciones del Evangelio que habían aprendido. El élder Andersen invitó al presidente Holland a compartir sus propios pensamientos y experiencias de su juventud y de su propia vida familiar.
Después de que el élder Andersen relató una lección en la granja que le enseñó acerca de la importancia de ser guiado por el Salvador en su vida, el presidente Holland reflexionó sobre la diferencia que Jesucristo y el Evangelio han hecho en él.
“Es tan diferente como podría ser una vida, incluso habiendo nacido en la Iglesia”, dijo él. “Está tan profundamente moldeada por el Salvador que realmente no puedo explicar la diferencia en esos 85 años, significa todo para mí. Y la obra se está acelerando. La obra está avanzando”
Las mujeres y el sacerdocio
Durante la presentación, la hermana Andersen compartió historias inspiradoras acerca de cómo su bisabuelo y su padre honraron el sacerdocio e hicieron enormes sacrificios para asegurar que sus familias pudieran viajar a través del país para sellarse en el templo. El presidente Holland dijo que estas historias lo conmovieron profundamente.
“Solo hay una cosa más poderosa que un hombre hablando acerca del sacerdocio, y es una mujer hablando acerca del sacerdocio”, dijo. “Me conmueve profundamente cuando una mujer decide hablar, como podría y debería hacerlo, sobre el poder del sacerdocio en su vida. Mujeres, las honramos. Las amo”.
El élder y la hermana Andersen sorprendieron al presidente Holland al mostrar un video de la historia de su familia, una historia que contó en un discurso de la conferencia general de octubre de 1999 sobre un padre joven pobre y una familia con un automóvil averiado en el sur de Utah titulado “Cosas buenas vendrán”.
El emotivo video y mensaje le recordaron al presidente Holland a su esposa y, una vez más, rindió homenaje a todas las mujeres y dejó su bendición para todos los presentes, pero “especialmente para las mujeres”.
“Ella me ha dado todo en el evangelio de Jesucristo”, dijo sobre su esposa, la hermana Patricia T. Holland, quien falleció en 2023. “Cuando Dios terminó la obra de la creación… y tuvo a Adán listo para servir, todavía no estaba completo. La gran obra final, culminante y suprema de la creación de Dios fue una mujer, y estoy eternamente agradecido por todas ustedes, y especialmente por mi esposa”.
Continuó: “Quiero dejar una bendición para todos ustedes aquí hoy, para cada uno de ustedes, pero especialmente para las mujeres de cualquier edad, desde el bebé más pequeño, el niño, la hija, hasta el ciudadano más anciano entre nosotros, que Dios los bendiga a todos, y yo los bendigo a todos, con los derechos del sacerdocio y las promesas de la eternidad”.
Orar y testificar — más
Después de que el élder Andersen contara una historia de su infancia que le enseñó acerca del poder de la oración, el presidente Holland reflexionó sobre su discurso de abril de 2024, “Surge en el corazón”, y dos lecciones que aprendió mientras estaba en el hospital.
“Debemos orar con más frecuencia y en más lugares de lo que lo hacemos. Y si han orado mucho, oren más”, dijo. “La otra lección fue testificar, ser testigos. Por mucho que testifiquen, testifiquen más”.
Asistencia al templo
Al hablar sobre la importancia de asistir al templo, el presidente Holland habló de su padre, Frank Holland, quien fue menos activo en la Iglesia durante sus primeros años, pero se volvió activo más tarde en su vida. Sin un llamamiento ni un manual, solo un automóvil, él solo se comunicó y convenció a otras personas para que lo acompañaran al templo.
“Hoy, esos descendientes les dicen a sus descendientes que están en deuda con él por haber moldeado sus vidas”, dijo el presidente Holland. “Amo a Frank Holland no solo por traer ese sacerdocio y esos convenios a nuestro hogar, sino por haberlos llevado a tantas otras personas”.