COBÁN, Guatemala — Antes de que el élder Dale G. Renlund fuera llamado como Setenta Autoridad General y miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, era cardiólogo y especialista del corazón.
Al prepararse para dedicar el Templo de Cobán, Guatemala (en inglés), el élder Renlund estuvo encantado de saber que el saludo estándar Q’eqchi’ en la región de Alta Verapaz es “Ma sa laa ch’ ool”. Significa “¿Cómo está tu corazón?”
“‘Ma sa laa ch’ ool’ parece un saludo maravilloso que podría haber usado como cardiólogo”, dijo. “Es como pedirle a cada uno que evalúe su propia salud”.
El saludo también tiene aplicación en la casa del Señor, donde el propósito de las ordenanzas y sus convenios asociados es cambiar los corazones: “De lo que somos a lo que necesitamos llegar a ser”.
“En este día de la dedicación del templo, una gran pregunta que todos debemos hacernos es: ‘¿Cómo está mi corazón? Si se lo permitimos, Dios puede y cambiará nuestros corazones’, dijo el élder Renlund, quien ha viajado por Cobán en una ocasión.
“Una vez que nuestros corazones han cambiado, debemos evaluarlo periódicamente. Cuando nos saludan con ‘Ma sa laa ch’ ool’, deberíamos preguntarnos: ‘¿Cómo está mi corazón?’”
“Mi invitación en este día de la dedicación del templo es que evalúen su propio corazón y cambien lo que necesitan cambiar. Dediquen su corazón a Dios. ... Cuando Dios les pregunte: “¿Cómo está su corazón?” podrán responder: ‘Todo está bien’. Sa’ in ch’ ool. B’an tiox. Hay alegría en mi corazón”.
El élder Renlund dedicó el Templo de Cobán, Guatemala, la casa en funcionamiento del Señor N.°193 de la Iglesia y la tercera en Guatemala, en dos sesiones el domingo, 9 de junio, cinco años desde que se anunció en 2019.
“Durante muchos años, han orado para tener un templo aquí”, dijo. “Dios ha escuchado esas oraciones. Ustedes han hecho posible la construcción de este templo gracias a su fe y fidelidad. Gracias por su bondad”.
El élder Renlund estuvo acompañado por su esposa, la hermana Ruth L. Renlund; el élder Taylor G. Godoy, Setenta Autoridad General y presidente del Área Centroamérica de la Iglesia, y su esposa, la hermana Carol Godoy; y el élder Kevin R. Duncan, Setenta Autoridad General y director ejecutivo del Departamento de Templos, y su esposa, la hermana Nancy Duncan.
El élder Renlund y los demás líderes ofrecieron saludos sinceros y apretones de manos a los miembros cuando entraron al templo antes de ambas sesiones. El élder Renlund también caminó una corta distancia a través de los terrenos del templo y reconoció personalmente a los miembros reunidos en un centro de reuniones que también fue dedicado el domingo.
Ambas sesiones dedicatorias se llevaron a cabo en español y los oradores pronunciaron mensajes en español, q’eqchi’ e inglés, con traducción ofrecida. El élder Renlund pronunció sus discursos y la oración dedicatoria en español.
Ríos afluentes y convenios
En la entrada de la nueva casa del Señor hay una pintura original que representa el río Polochic en la región de Alta Verapaz en Guatemala. La pintura muestra una vista espectacular de una prominente curva en forma de herradura en el río mientras fluye a través de un profundo valle hacia el lago de Izabal. Muchos afluentes se unen al río y cada uno agrega más agua para hacer que el río sea más poderoso. Para que el río Polochic tenga la fuerza que tiene necesita de todos sus afluentes.
“De manera similar, para que lleguemos a ser quienes Dios quiere que seamos, necesitamos hacer más de un convenio con Él. De hecho, Él desea que hagamos múltiples convenios con Él”, dijo el élder Renlund.
La serie de convenios que un miembro hace al venir a Cristo se conoce como la senda de los convenios. ¿Por qué se necesitan múltiples convenios?
“Es porque los múltiples convenios no sólo son secuenciales sino también aditivos en nuestra relación con Dios”, dijo el apóstol. “Cada convenio es como añadir un afluente a un río. Así como cada afluente fortalece un río, cada pacto fortalece nuestra conexión con Dios. Los convenios no son, en sí mismos, la fuente de poder. La fuente de poder es el Señor Jesucristo y nuestro Padre Celestial. Hacer y guardar convenios crea un conducto para su poder en nuestras vidas. Cuanto más fuerte sea nuestra conexión con Dios, menos probabilidades tendremos de desviarnos de la senda de los convenios”.
El élder Renlund enseñó que los convenios del bautismo, la investidura y el sellamiento se superponen y se refuerzan mutuamente.
“Para que metafóricamente nos convirtamos en un río caudaloso, necesitamos agregar tantos afluentes como sea posible”, dijo. “Necesitamos hacer tantos convenios secuenciales como sea posible para llegar a ser discípulos de Jesucristo más plenamente convertidos, más consistentemente fieles y más profundamente comprometidos”.
Continuó: “Hacer y guardar fielmente múltiples convenios nos acerca y fortalece nuestra relación con Dios, así como los múltiples afluentes hacen que el río Polochic sea lo más fuerte posible cuando desemboca en el lago Izabal. Guardar fielmente múltiples convenios nos califica para recibir todo lo que el Padre Celestial tiene”.
Esta no es la primera vez que el élder Renlund dedica un templo cerca de un río prominente. En abril de 2019, dedicó el Templo de Kinshasa, República Democrática del Congo, y mencionó el cercano río Congo en sus mensajes y oración dedicatoria.
En noviembre de 2022 habló del río Amazonas cuando dedicó el Templo de Belém, Brasil.
‘Vengan con frecuencia al templo’
El élder Renlund dijo que la nueva casa del Señor bendecirá a los miembros del Distrito del Templo de Cobán, especialmente a los jóvenes y los nuevos conversos, porque les ahorrará un viaje de cuatro a ocho horas hasta la Ciudad de Guatemala que a veces puede ser difícil dependiendo del tráfico y el clima.
Pero aunque es más accesible, el nuevo templo es más que una hermosa vista para contemplar. El apóstol espera que los miembros aprecien la oportunidad de pasar más tiempo dentro de la casa del Señor y no permitan que pequeñas cosas los distraigan o interfieran con su asistencia regular.
“Vengan con frecuencia al templo del Señor”, dijo antes de hacer referencia a un mensaje de la conferencia general de abril de 2018 del presidente Russell M. Nelson. “La construcción y dedicación del Templo de Cobán, Guatemala no cambiará su vida por sí misma, pero su tiempo en este templo seguramente sí lo hará”.
‘Tocó vidas’
En vísperas de la dedicación, Benjamin e Hilda Poóu, padres de cinco niños pequeños, reflexionaron sobre sus meses de servicio como coordinadores de la casa abierta y la dedicación.
No sólo se sintieron muy bendecidos por sus esfuerzos para planificar y llevar a cabo la casa abierta, sino que fueron testigos de milagros cuando más de 54 000 personas visitaron el nuevo templo durante un periodo de tres semanas.
“Muchos de los que vinieron no eran miembros de la Iglesia. Se marcharon con un sentimiento de paz, tal vez por primera vez en sus vidas”, dijo Benjamin Poóu, quien también sirve como segundo consejero en la presidencia de la estaca Cobán. “Algunos salieron preguntando a los misioneros cómo podían llegar a ser miembros de la Iglesia. Una familia ya se está preparando para ser bautizada”.
Hilda Poóu y su esposo crecieron hablando español y q’eqchi’. Apreció la oportunidad de guiar recorridos en el templo en idioma q’eqchi’, una experiencia que nunca olvidará.
“Sentí un aumento del Espíritu y supe que ellos también podían sentir el Espíritu”, dijo. “Muchos dijeron que sabían que era la casa del Señor y tenían el deseo de aprender más sobre el evangelio. Fue muy especial”.
Que la gente escuchara el evangelio en q’eqchi’ de esta manera era “hermoso” de contemplar, dijo Benjamín Poóu.
Lo mismo ocurrió durante la dedicación del domingo. La pareja coincidió en que fue “hermoso” escuchar las oraciones, los mensajes y el grito de Hosanna en lengua q’eqchi’. Benjamin Poóu se emocionó al reflexionar sobre la experiencia espiritual. “Sin duda, tocó vidas”, afirmó.
Poóu continuó: “El Espíritu era muy fuerte. Mi corazón estaba muy conmovido. Se nota que mi voz no es capaz de expresar mis sentimientos con palabras”, afirmó. “Fue maravilloso participar en la dedicación y estar en presencia de un apóstol en el templo. El Señor tiene muchas promesas para Su pueblo en la oración dedicatoria, pero vienen con un alto compromiso de servir”.
‘Estoy muy feliz’
Candelaria Tot tenía 18 años cuando decidió bautizarse y vadear el río Chixoy en 1958. Hoy su legado incluye 14 hijos, 57 nietos, 56 bisnietos, todos miembros firmes de la Iglesia, dijo.
La hija de Tot, María Dolores Pacay, una devota Santo de los Últimos Días desde hace 47 años, comparte el gozo de su madre por el evangelio.
“Estamos muy agradecidos de ver el templo en Cobán”, dijo. “Invitamos a todos los que puedan a venir a verlo y visitarlo, ya que es un lugar sagrado, y nos asombra verlo crecer, así como ha crecido la Iglesia, y ahora hay templos y muchos barrios. Estoy muy agradecida con el Padre Celestial porque todos mis hermanos y nuestros sobrinos y sobrinas son miembros y han servido en misiones”.
El día antes de la dedicación, el élder Renlund hizo arreglos para reunirse con Tot, de 83 años, y miembros de su familia. Se arrodilló frente a ella, le tomó la mano suavemente y le expresó gratitud por sus años de fe, dedicación, sacrificio y servicio al Señor.
El élder Renlund pidió tomarse una foto con Tot, que vestía ropa tradicional guatemalteca blanca y azul, y su familia. Antes de partir, prometió que le hablaría al presidente Nelson sobre ella.
Cuando el apóstol se fue, la familia rodeó a su noble madre, abuela y bisabuela y se turnaron para abrazarla emocionados. El rostro de Tot estaba radiante.
“Estoy muy feliz”, dijo Tot. “Nunca pensé que conocería a alguien tan importante. Me alegra que la Primera Presidencia sepa que aquí vivimos el evangelio”.
Pioneros de Cobán
Félix Rosales tenía 17 años en 1977 cuando salió de casa en busca de trabajo y conoció a los misioneros, quienes le presentaron el evangelio. Mirando hacia atrás, no entendió todo de inmediato, pero sabía cómo se sentía y tenía un fuerte deseo de seguir al Salvador.
Por ser menor de edad, Rosales necesitaba el permiso de sus padres para ser bautizado. Pero después de una caminata de 32 km hasta casa, su padre se negó a firmar el permiso. “No”, dijo su padre, “no sabemos nada sobre esta religión”.
Rosales conservó el papel, continuó reuniéndose con los misioneros y volvió a intentarlo una semana después. Esta vez su padre firmó.
“Salí corriendo. Estaba tan contento”, dijo Rosales, que entregó el documento a los misioneros y fue bautizado.
Rosales se convirtió más tarde en uno de los primeros misioneros q’eqchi’ de la región de Alta Verapaz, en Guatemala. Ahora será el primer presidente del templo de Cobán, algo que nunca imaginó porque durante muchos años sólo un pequeño grupo de miembros se reunía en un edificio alquilado.
“Ahora [en Cobán] tenemos un centro de estaca, una casa de misión y un templo. Esto no es un sueño, es una realidad”, afirmó.
Al reflexionar sobre la nueva casa del Señor, Rosales dijo: “Me siento muy bendecido y agradecido de tener un templo hoy. Estoy viendo toda la obra de Dios que se está realizando aquí para nuestro pueblo Q’eqchi’”.
El camino de fe de Julia Ajanel comenzó el 5 de abril de 1968, con su bautismo y confirmación al día siguiente.
“Aprendimos del evangelio en San Juan Chamelco, en la finca de las cabañas. Y luego llegamos a la Iglesia y continuamos asistiendo; en ningún momento nos hemos vuelto inactivos”, afirmó. “Agradezco a mi Padre Celestial por habernos dado esa oportunidad y esa gran bendición de poder conocer Su evangelio, y agradezco a mi Padre Celestial por cada uno de los llamamientos que tuve dentro de la Iglesia y también los llamamientos que tuvo mi esposo. Él fue el primer patriarca en Cobán. Gracias a mi Padre Celestial puedo seguir adelante en el evangelio. Mi Padre Celestial siempre me ha bendecido”.
El presidente Mario Chocooj Pop de la Estaca Cobán dijo que el nuevo templo representa un “milagro”.
“Es una respuesta a los deseos, las acciones y la oración de muchos pioneros que tuvieron la fe de que habría milagros que la mayoría de ellos nunca verían pero que las generaciones futuras sí lo harían. El templo de Cobán será un refugio para que todos se acerquen al Salvador”.
Bendiciones para la familia y la comunidad
Sergio y Alejandra Milla, miembros del Barrio Los Campos de la Estaca Cobán, Guatemala, sirvieron como especialistas en comunicaciones en el comité de puertas abiertas del templo.
Al expresar lo que significa para ella el nuevo templo, Alejandra Milla habló de las promesas que han hecho los profetas durante muchas generaciones sobre el crecimiento de la Iglesia en Guatemala y el poder que fluye en la vida de los miembros al hacer y guardar convenios en la casa del Señor.
“Estamos muy agradecidos por esto”, dijo. “Muchos han trabajado duro para tener este templo y sabemos que muchas almas al otro lado del velo también están felices”.
Su esposo habló de su abuela, María Magdalena, quien gracias a un sueño misional recibió un testimonio del evangelio y se bautizó en 1985.
“El testimonio de mi abuela es la razón por la que nosotros, toda una generación de su familia, estamos en la Iglesia. Su conversión fue especial”, dijo. “El templo tiene un gran significado para nosotros”.
Sergio Milla también habló de la transformación que se está dando en la comunidad. Dijo que el área donde ahora se encuentra el templo alguna vez fue una propiedad abandonada, pero desde la construcción del templo, ha habido progreso y mejora en la comunidad. Dijo que algunos residentes no miembros que viven cerca del templo incluso decidieron por su cuenta pintar sus casas para embellecer el vecindario.
“Cobán ha sido muy bendecido cuando se construyó el templo”, dijo.
Templo de Cobán Guatemala
Dirección: 4a. Avenida 4-48 Zona 8 Barrio Bella Vista, Cobán, Guatemala
Anunciado: 5 de octubre de 2019 por el presidente Russell M. Nelson
Primera palada: 14 de noviembre de 2020, por el élder Brian K. Taylor, Setenta Autoridad General y luego presidente del Área Centroamérica
Casa abierta al público: del 25 de abril al 11 de mayo de 2024
Dedicado: 9 de junio de 2024, por el élder Dale G. Renlund, del Cuórum de los Doce Apóstoles
Tamaño de la propiedad: 0.85 hectáreas
Tamaño del edificio: 814 m²
Altura del edificio: 24 m hasta la cima de la aguja