En un año de hitos y aniversarios, el equipo de fútbol americano de la Universidad Brigham Young, clasificado en el puesto #17, culminó una emocionante temporada de 11 victorias con una convincente victoria de 36-14 sobre los Colorado Buffaloes, puesto #23 (en inglés), en el Valero Alamo Bowl en San Antonio, Texas, el 28 de diciembre de 2024.
En un momento, los Cougars tenían un récord de 9-0, ocupaban el puesto #7 en las encuestas nacionales y se pensaba que se dirigían al College Football Playoff [clasificaciones] de 12 equipos. La memorable temporada se produjo durante el centenario del fútbol americano (en inglés) de BYU y en el 40° aniversario del campeonato nacional de 1984 (en inglés) del equipo.
Más allá de los emocionantes partidos, los titulares y los logros, BYU fue elogiada por sus valores, espíritu deportivo y cultura de equipo en una entrevista de podcast realizada por el élder Clark G. Gilbert, Setenta Autoridad General y comisionado de educación de la Iglesia.
Aplaudió la forma en que el equipo de fútbol, que incluía a 55 ex misioneros Santos de los Últimos Días (en inglés), representaba la misión de BYU y su organización patrocinadora, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y dijo: “No hay otro lugar como este”.
El élder Gilbert agregó: “No es solo que apoyemos los deportes, es que estos equipos lo hacen de una manera especial. Y creo que este equipo de fútbol lo está haciendo de una manera especial. Siempre apoyo a BYU, pero cuando pueden reflejar los valores de la Iglesia y de la universidad, es otra cosa, y es más profundo y más significativo”.
El presidente de BYU, C. Shane Reese, hizo eco de esta idea en una publicación en las redes sociales el 28 de octubre (en inglés).
“Es asombroso ver el éxito y el entusiasmo, pero es aún más inspirador presenciar la dedicación que tienen nuestros atletas y entrenadores a nuestra gran misión. Nuestro equipo no solo compite por la victoria en el campo, sino también por defender los valores que definen a BYU — integridad, fe y servicio”, escribió el presidente Reese. “Desde la construcción de puentes en la liga Big 12 hasta la celebración de eventos basados en el servicio y nuestros increíbles fanáticos en todo el país siendo como Cristo en su fanatismo, todo nuestro programa deportivo demuestra que competir con un propósito superior es lo que realmente nos distingue”.
Al reflexionar sobre la temporada, aquí hay seis maneras en las que el equipo de fútbol de BYU fue más allá del juego para representar la misión de la universidad y la Iglesia.
1. Mentoría de estudiantes de BYU-Pathway Worldwide
A través de la tecnología, el equipo de fútbol americano fue mentor de estudiantes de BYU-Pathway Worldwide en África, Sudamérica y el Pacífico Sur, fomentando conexiones globales y cumpliendo el lema de la universidad, “El mundo es nuestro campus”.

El director técnico de fútbol de BYU, Kalani Sitake, dijo que estas interacciones ayudaron a aliviar la ansiedad y el estrés de los jugadores y fomentaron un sentido de gratitud y aprecio.
Como resultado de estas conexiones y esfuerzos, la estudiante de BYU-Pathway Worldwide, Faith Kisakye, ofreció una oración pregrabada previa al partido desde su casa en Uganda que se mostró antes del partido en casa de BYU el 21 de septiembre.
2. ‘Orientado a la fe’
BYU recibió atención positiva por tener al único mariscal de campo judío en el fútbol americano Universitario — Jake Retzlaff — uno de los tres estudiantes judíos en un cuerpo estudiantil de 35 000. A principios de octubre, CBS Sports y el programa “College GameDay” de ESPN publicaron videos sobre su experiencia como judío en BYU.
Retzlaff dijo que su experiencia en torno a la fe en el campus ha sido transformadora. Otros jugadores que no son Santos de los Últimos Días también han compartido cómo eligieron ir a BYU porque saben lo que representa.
“Vine aquí pensando que no encajaría en la cultura, que sería un lugar donde podría centrarme en el estudio y en el fútbol”, dijo Retzlaff a The Associated Press. “Pero descubrí que, en cierto modo, sí encajo. La gente es curiosa. Y cuando todo el mundo a tu alrededor está tan orientado a la fe, te hace querer explorar más tu fe”.
3. Servicio y amabilidad
Por tercer año consecutivo, los ex alumnos de BYU organizaron eventos de Cougs Care previos a partidos como visitantes con proyectos de servicio para organizaciones locales sin fines de lucro.
BYUtv produjo “Big Stories” [”Grandes historias”] una serie documental que presenta historias de esperanza, integridad y perseverancia de equipos oponentes.
Los fanáticos de BYU también demostraron amabilidad hacia las bases de fanáticos visitantes de la Liga Big 12, lo que generó reacciones positivas, informó Deseret News (en inglés).
Cuando recibieron a Kansas State en septiembre, el personal distribuyó helados a los fanáticos de K-State y la banda de BYU tocó el himno de los Wildcats — ambas tradiciones de los partidos locales se mantuvieron durante la temporada. Los fanáticos de BYU también donaron USD$40 000 para apoyar una recaudación de fondos contra el cáncer organizada por el mariscal de campo de Kansas State, Avery Johnson.

En una nota a los estudiantes, profesores y personal, el presidente Jeffrey R. Holland, presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles y ex presidente de la universidad durante la década de 1980, felicitó a BYU y Cougar Nation por “la notable buena voluntad que extendieron a la Universidad Kansas State, incluido su apoyo al director técnico de la escuela secundaria del mariscal de campo, tocando el himno de Kansas State y brindando una atmósfera y un momento agradable”, escribió.
El presidente Holland concluyó: “Las redes sociales están en llamas con todo lo que se hizo, incluido el reto de Cosmo a la gravedad. Estoy muy orgulloso de su cortesía y comportamiento”.
4. Discurso centrado en Cristo en el camerino
Después de la dramática victoria de BYU de 22-21 sobre la Universidad de Utah en noviembre, Sitake citó Helamán 5:12 del Libro de Mormón y pronunció un discurso en el camerino sobre ser como Cristo y amar a su oponente. El discurso apareció en “The Cut,” el video semanal de momentos destacados producido por el departamento de atletismo de BYU.
“Es importante que nos mantengamos humildes, es importante que amemos incluso a nuestros oponentes, por eso les hemos estado enseñando eso. Nosotros sentamos las bases. Hablamos del capítulo 5 de Helamán, versículo 12 — “Si edifican sobre el fundamento, no caerán”, dijo Sitake, quien dijo que aprendió la lección del legendario director técnico de BYU, LaVell Edwards, cuando jugó para él en la década de 1990.
“Es lo que hacen los hombres fuertes”, dijo Sitake. “[LaVell Edwards] me enseñó esa lección, y luego todo lo que hice fue tratar de amar a la mayor cantidad de personas que pude, y ahora están aquí conmigo, y los llamo mis hermanos, y quién sabe qué puede pasar y las relaciones que pueden tener simplemente siendo amables y siendo como Cristo... Esa es la belleza del evangelio en el fútbol. No hay nada como eso, y eso es lo que hacen los hombres fuertes”.
5. Oraciones posteriores al partido
Otra manera en que BYU se conectó con los jugadores de fe oponentes esta temporada fue orando con ellos en el campo después de los partidos.

6. Apoyo del equipo
Cuando Jay Hill, de 49 años, coordinador defensivo y director técnico asociado de BYU, sufrió un ataque cardíaco a principios de la temporada, el programa de fútbol y la comunidad se unieron a él y a su familia para ofrecer oraciones y apoyo, informó ESPN.com.