La Universidad Brigham Young presentó a Kevin Young como su nuevo director técnico del equipo de baloncesto masculino en el Marriott Center en Provo, Utah, el miércoles, 17 de abril.
Young, de 42 años, que trabajaba como director técnico asociado de los Phoenix Suns de la NBA cuando aceptó el puesto en BYU, fue contratado para sustituir a Mark Pope, que recientemente dejó el cargo para convertirse en el nuevo director técnico de la Universidad de Kentucky.
Young, miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, ha dirigido a los Suns desde 2021 y también formó parte de la plantilla de los Philadelphia 76ers. Fuera de la NBA, Young se ha desempeñado como director técnico de tres equipos de la G-League entre 2010 y 2016 y fue asistente tanto en la Universidad Utah Valley como en el Oxford College. Comenzó su carrera como director técnico en la Superliga de Irlanda en 2006.
Nacido en Salt Lake City en 1981, Young jugó baloncesto universitario en Middle Georgia y Clayton State. Se casó con Melissa Bailey, graduada de BYU, de Omaha, Nebraska, en el Templo de Salt Lake en 2011. Ambos se conocieron cuando ella era estudiante en BYU y él vivía en el campus de BYU y dirigía a los Utah Flash de la entonces NBA D League (ahora G League). Son padres de dos hijos y una hija, Jude, Van y Zoey.
Young dijo que consideró varios factores en su decisión de venir a BYU.
“Lo que realmente movió la balanza para mí y mi esposa fue el ambiente en el que vamos a estar aquí en BYU. Lo que esta universidad representa, cuál es la misión de esta universidad. Soy miembro de la Iglesia de toda la vida, así que poder hacer lo que me gusta al más alto nivel desde el punto de vista profesional y combinarlo con mi fe y poder estar con mi esposa y mis hijos, es por eso que vinimos aquí”, dijo en su conferencia de prensa (en inglés).
“Además de eso, lo que me más me ha impresionado es el nivel de apoyo del departamento de deportes, de la universidad, de muchas personas con los recursos que tiene este lugar. El hecho de que se trate de la Big 12, el nivel más alto de baloncesto universitario, hubo muchas cosas que influyeron en venir aquí”, continuó.
“Este es un lugar muy deseable para estar. Espero asociarme con mucha gente de élite al estar aquí y hacer esto juntos”.
Antes de dedicarse de lleno a su trabajo en BYU, Young continuará en su trabajo como director técnico asociado de los Phoenix Suns mientras estén en los playoffs de la NBA. Una vez que los Suns terminen su tiempo de playoffs, él no mirará atrás.
“Una vez que me di cuenta de lo especial que era este lugar, se volvió cada vez más fácil ser honesto con ustedes”, dijo Young. “... A decir verdad, mi sueño nunca ha sido ser director técnico de la NBA. Me encanta el baloncesto, me encanta trabajar con jugadores jóvenes y me encanta desarrollar jugadores y construir relaciones. Poder hacer todas esas cosas en un lugar que tiene el ambiente familiar que tanto deseo para mis hijos y mi esposa, en realidad se convirtió en una elección realmente fácil”.
El presidente de BYU, C. Shane Reese, dijo que Young surgió como la opción clara durante el proceso de entrevistas.
“Tenemos en Kevin Young a un increíble hombre de familia que está dedicado a la familia que ha formado”, dijo. “Tenemos en Kevin Young a un hombre que es un humilde seguidor de Jesucristo, y eso es algo hermoso en esta era. Y tenemos, en Kevin Young, una mente de baloncesto absolutamente brillante que llevará a los Cougars al siguiente nivel”.
El director de deportes de BYU, Tom Holmoe, habló sobre el carácter y la experiencia de Young.
“Kevin no es alguien que llegó a nosotros de la nada. Le teníamos echado el ojo desde hace tiempo”, dijo. “Su carácter es impecable. Es increíble lo bien que lo consideran las personas en todo el baloncesto universitario y en la NBA. Kevin encaja perfectamente aquí en BYU. Él entiende lo que somos aquí en BYU. Está comprometido a hacer lo correcto”.
El anterior director técnico de baloncesto de BYU, Pope, fue nombrado director técnico en Kentucky el 12 de abril. Pope, también Santo de los Últimos Días, fue capitán del equipo campeón nacional de los Wildcats en 1996.
En cinco años en BYU, Pope compiló un récord de 110-52, que incluyó dos participaciones al Torneo de la NCAA. Guió a los Cougars a un récord de 23-11 y a un quinto puesto en la primera temporada de la universidad en la liga Big 12.