Un mes después de que las inundaciones cubrieran durante semanas una de las ciudades más grandes de Brasil en medio de tormentas sin precedentes, el élder Gerrit W. Gong, del Cuórum de los Doce Apóstoles, se reunió con funcionarios de Porto Alegre.
El élder Gong visitó el jueves, 13 de junio la misma ciudad donde varios centros de reuniones de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días fueron utilizados como refugios de emergencia para algunas de las más de 580 000 personas desplazadas por las destructivas inundaciones.
“Ha sido muy emotivo estar en esta zona, que ha sido tan devastada por las inundaciones”, afirmó.
Los miembros de la Iglesia de todo Brasil sirvieron de muchas maneras diferentes para ayudar a aquellos cuyas vidas fueron trastornadas por las inundaciones. La Iglesia ayudó a organizar y proporcionar recursos rápidamente después del desastre.
El élder Gong se reunió con líderes cívicos que fueron testigos de los esfuerzos de los miembros de la Iglesia para ayudar a los necesitados.
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“Hemos sido recibidos por altos funcionarios del gobierno que han agradecido mucho la maravillosa cooperación como vecinos, amigos y miembros de la comunidad, como hermanos y hermanas con los miembros y líderes de nuestra Iglesia”, dijo el élder Gong.
Ver cómo los miembros trabajaron para bendecir las vidas de amigos, vecinos y personas que nunca habían conocido sirvió como un conmovedor recordatorio del amor del Salvador, dijo el élder Gong.
“Es emotivo y sagrado que nos recuerden que en los momentos más difíciles nunca estamos solos. En los momentos más difíciles, el Señor está con nosotros. Y Él nos ayuda, nos bendice y lo hacemos juntos. Es parte de pertenecer al convenio”.
El apóstol también se reunió con algunos de los desplazados que se ofrecieron como voluntarios para ayudar en la comunidad.
El élder Gong estuvo acompañado en Brasil por su esposa, la hermana Susan Gong. La hermana Gong dijo que estaba agradecida de ver a tanta gente en el mundo haciendo el bien.
“Me hace feliz que seamos amigos de tantos de ellos”, dijo. “Estoy agradecida de que hayamos podido compartir más ampliamente con ellos quiénes somos y hacerles comprender que ésta no es sólo una operación en Salt Lake. Esta es una Iglesia global, y es fuerte y vibrante aquí en Brasil”.
Superando el miedo
Érica Leites, una joven de Porto Alegre, compartió su experiencia (en inglés) con las inundaciones en la cuenta de Instagram @StriveToBe de la Iglesia.
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“Cuando desperté había agua en la calle y a las pocas horas había agua dentro de mi casa debido a las fuertes lluvias en Rio Grande do Sul”, dijo, recordando la forma repentina en que las aguas crecieron rápidamente en la ciudad.
“Los primeros días fueron aterradores, pero mis padres y yo nos arrodillamos y dimos gracias por cada día de la vida, orando para que pudiéramos superar ese momento con sabiduría, leyendo constantemente las Escrituras y confiando en los convenios del templo”, dijo Leites.
Los miembros del distrito Eldorado do Sul de Leites también enfrentaron desafíos similares que hicieron que las carreteras fueran intransitables en gran parte de su ciudad.
“Sentí la inmensa misericordia de Dios cuando un equipo de bomberos y voluntarios en motos de agua vinieron a rescatarnos con botes”, dijo. “Fuimos guiados por el Espíritu a salir de la casa en ese momento y en el camino salvamos a una familia cuyo barco se había volcado”.
Desde entonces, su familia regresó a casa y las aguas de la inundación han disminuido. Mientras continúan la limpieza y las reparaciones, Leites dijo que salió de las inundaciones habiendo aprendido una lección importante.
“Fue una experiencia que nunca pensé que viviría. Pero doy mi testimonio de que si mantenemos nuestra fe y confianza en el Señor, Él nunca nos abandonará”, dijo.