NAUVOO, Illinois — En una hermosa tarde en el Medio Oeste de los EE. UU., con el Templo de Nauvoo, Illinois, en la colina y el sol poniéndose sobre el río Mississippi, los jóvenes escucharon mensajes de gozo del evangelio de la presidenta general de las Mujeres Jóvenes, Bonnie H. Cordon, y del presidente general de los Hombres Jóvenes, Steven. J. Lund.
La reunión al aire libre del sábado, 24 de septiembre incluyó a jóvenes y sus líderes de 17 estacas alrededor de Illinois, Iowa y Missouri que los vieron presencial y virtualmente. Los misioneros de Nauvoo también cantaron y bailaron durante la charla fogonera.
Ben Thomas, de 17 años, de la Estaca Nauvoo, Illinois, apreciaba estar con otros miembros de la Iglesia de su misma edad y le encantó el espíritu que sintió. “La intención era darnos un sentimiento de felicidad y gozo, pero también a ayudar a difundir la palabra del evangelio”.

La presidenta Cordon y el presidente Lund y sus cónyuges — el hermano Derek Cordon y la hermana Kalleen Lund — pasaron dos días en Nauvoo ministrando y capacitando a misioneros, jóvenes y líderes de los jóvenes.
Al hablar con los misioneros actuales y los misioneros potenciales el día anterior, los dos oficiales generales de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días hablaron sobre el porqué del evangelio y los testimonios fortalecedores del Salvador. Las reuniones del sábado con los jóvenes y sus líderes incluyeron un énfasis en unirse al batallón de jóvenes del Señor (en inglés) y el fortalecimiento del ímpetu espiritual.
Esther Vernards, de 12 años, de la Estaca Nauvoo, Illinois, se tomó muy en serio ese mensaje. “El presidente Lund dijo que no comos llamados a ser líderes en el futuro, somos llamados a ser líderes ahora”, dijo. “Estamos aquí para servir ahora, no en el futuro”.
Penelope Sowell, de 16 años, de la Rama Mount Pleasant de la Estaca Nauvoo, Illinois, tomó notas en su teléfono. “Mi parte favorita fue cuando dijeron que podemos alejarnos del Salvador, pero Él nunca se alejará de nosotros, nunca nos dejará. Él estará con nosotros”.
Al comienzo de la reunión, los jóvenes se pusieron de pie para recitar el lema de las Mujeres Jóvenes y el lema de los Hombres Jóvenes. El presidente Lund les recordó su identidad divina esbozada en esos temas.
“Nunca dejen que nada se interponga entre ustedes y el templo. Nunca permitan que nada se interponga entre ustedes y su voluntad y su dignidad para servir en una misión”, dijo. “Ustedes son hijos e hijas de Dios. Son más grande que la vida”.

El presidente Lund también les dijo a los jóvenes que fueran valientes. “Lean las Escrituras, vayan a seminario, paguen sus diezmos, hagan lo necesario para construir una relación con el cielo”, dijo. “Esa relación les dará poder para salir y hacer milagros”.
Cuando la presidenta Cordon subió al escenario, la banda Nauvoo Brass Band la ayudó a puntuar y enfatizar las palabras del lema de los jóvenes de este año en Proverbios 3:5-6, que, según dijo, viene con una invitación, una advertencia y una promesa.
La invitación es “confía en Jehová con todo tu corazón”. La advertencia es “no te apoyes en tu propia prudencia”. Y la promesa es que “Jehová enderezará tus veredas, y es veredas en plural. Él los dirigirá una y otra vez”, dijo.
Ella les dijo a los jóvenes que tuvieran confianza para testificar de Cristo. Debido a que están en la tierra hoy, testificaron de Cristo en la existencia preterrenal. “Podemos tener la confianza de que podemos hacerlo de nuevo”.
Capacitación para líderes jóvenes y líderes de los jóvenes
El sábado por la mañana, los miembros de las presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes y las presidencias de cuórum del Sacerdocio Aarónico asistieron a una reunión de capacitación en el Centro de Visitantes de Nauvoo junto con los líderes de los jóvenes.
Con el élder Jeremiah J. Morgan, un Setenta de Área, como moderador, la presidenta Cordon y el presidente Lund conversaron en el escenario con líderes jóvenes y los líderes de los jóvenes sobre los principios de liderazgo — como ser apartado, planificar actividades, reunirse semanalmente en reuniones de presidencia, buscar revelación y trabajar en los consejos.

La presidenta Cordon les dijo a los jóvenes que no esperaran a que los adultos les dieran algo que hacer, sino que lideraran sus llamamientos en sus clases y cuórums en la obra de salvación y exaltación.
“No importa cuál sea su llamamiento, todos tenemos el mismo propósito… fortalecer nuestra fe en el Señor Jesucristo y ayudar a los demás a llegar a conocer al Salvador”.
“Esta es la escena de despedida”, dijo. “Este es su momento. El Señor sabe quiénes son. Él los llamó con un propósito específico”.
El presidente Lund expuso los principios de vivir, cuidar, invitar, unir y cómo el programa Niños y Jóvenes es parte de la obra de exaltación y salvación.
“Nuestro testimonio para ustedes es que, si quieren encontrar gozo en esta vida, si realmente quieren ser felices, este es el camino. Sigan al profeta al batallón de jóvenes del Señor (en inglés) y denle su vida”, dijo.

Los líderes jóvenes en la reunión de capacitación se fueron con un propósito renovado. Jesse Trost, de 15 años, quien es secretaria en la presidencia de su clase en el Barrio Macomb de la Estaca Nauvoo, Illinois, aprendió a participar más en las reuniones y a reunirse con más frecuencia para analizar las necesidades de las jóvenes de su barrio.
Gabbi Jackson, de 15 años, segunda consejera en la presidencia de su clase en el Barrio Nauvoo 1, dijo que sintió el Espíritu en la reunión y que estaba especialmente agradecida de que la presidenta Cordon y el presidente Lund pudieran asistir.
“Realmente me gustó cómo explicaron que debemos ser más interactivos y sociales en lugar de estar en el teléfono todo el tiempo”, dijo.
La enseñanza interactiva durante la reunión ayudó a Cedric Seaman, de 16 años, a aprender principios de una manera nueva. Él es el primer asistente en la presidencia del cuórum de presbíteros en el Barrio Quincy 1, y ahora espera traer de vuelta a más jóvenes a las actividades y reuniones.
Perspectivas de Nauvoo
Mientras visitaban sitios históricos alrededor de Nauvoo el sábado, la presidenta Cordon reflexionó sobre la vida y el ejemplo de Emmeline B. Wells. Wells llegó a la ciudad en mayo de 1844, justo antes de que mataran al profeta José Smith y a su hermano Hyrum. Su hijo pequeño falleció y su esposo se fue a buscar trabajo y nunca regresó.
“Se sentía como una extraña”, dijo la presidenta Cordon. Pero Wells tuvo la oportunidad de mirar a su alrededor y conectarse y reunirse con personas que se convirtieron en su nueva familia.
“Eso se parece mucho a nosotros. Tenemos la oportunidad de extender nuestros brazos y conectarnos con las personas para que puedan ser parte de nuestro círculo, nuestra familia”.

Después de visitar la histórica casa y oficina del arquitecto William Weeks del Templo de Nauvoo, el presidente Lund cruzó la calle para ver una exhibición de herramientas y piedras como las que se usaron en la construcción del templo.
“Excavaron hasta llegar a la dura roca caliza de los cimientos y luego apilaron piedras como ésta sobre esos firmes cimientos”, dijo. Comentó que no solo era una excelente manera de construir un templo, sino que también es una excelente manera de construir una vida.
“Bajen hasta los cimientos, y ese cimiento, por supuesto, es el Salvador y Su expiación y el plan de felicidad. … Espero que busquemos formas de cimentarnos más firmemente en los cimientos de nuestro Salvador”.

El hermano Cordon les contó a los jóvenes el sábado por la noche acerca de su tatarabuelo Alfred Cordon, quien tenía un terreno en Nauvoo no lejos del escenario Sunset donde se reunían y más tarde dedicaron la piedra angular suroeste del Templo de Salt Lake.
Pero antes de eso, fue un padre joven que perdió a su bebé y recurrió al alcohol para aliviar su dolor.
La vecina de Alfred Cordon era una joven llamada Mary Powell, que se había bautizado en la Iglesia y les dijo a los Cordon que el evangelio de Jesucristo los sanaría.
“Él aceptó el mensaje de los misioneros. Le salvó la vida”, dijo la hermana Cordon. “Hasta el día de hoy, recordamos el nombre de Mary Powell, una joven que abrió su corazón y compartió lo que era más importante para ella con un joven que estaba en una crisis”.

La hermana Lund dijo que estaba impresionada con la cantidad de jóvenes en el área que se ofrecen como voluntarios, que participan y se involucran. Mientras hablaba el sábado por la noche, les dijo a los hombres y mujeres jóvenes, “Creo que ustedes realmente son la esperanza de Israel y la esperanza de Sión. … Gracias por compartir su entusiasmo con nosotros”.
El élder Morgan y su esposa, la hermana Rebecca Morgan, hablaron de los “recuerdos espirituales” — recordando los momentos espiritualmente decisivos en sus vidas, como las reuniones de este fin de semana y las conferencias Para la Fortaleza de la Juventud durante el verano.
“Construyan sobre esos recuerdos, porque el Señor los necesita”, dijo el élder Morgan.