El joven misionero Elder Myshaan Komene, quien sirve en la Misión Nueva Zelanda Wellington, compartió recientemente en las redes sociales acerca de un visitante especial en su misión.
“El élder Neil L. Andersen es un testigo especial de Jesucristo y me ayudó a comprender mejor mi llamamiento y mi propósito”, dijo el élder Komene en un video de Facebook en la cuenta del Área Pacífico de la Iglesia.
El élder Komene fue uno de varios misioneros, líderes y miembros de la Iglesia en el Pacífico Sur que compartieron cómo la visita del élder Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, bendijo sus vidas.
El élder Andersen visitó Wellington, Nueva Zelanda, el fin de semana del 6 de noviembre antes de viajar a Fiji y al oeste de Australia. A lo largo de sus viajes, el élder Andersen ofreció consejo, dirección y bendiciones a una variedad de congregaciones de Santos de los Últimos Días.
El élder Andersen estuvo acompañado en su gira por el Pacífico por su esposa, la hermana Kathy Andersen, y tres Setenta Autoridades Generales que conforman la presidencia del Área Pacífico y sus esposas: el élder K. Brett Nattress y la hermana Shawna Nattress; el élder Peter F. Meurs y la hermana Maxine Meurs; y el élder Taniela Wakolo y la hermana Anita Wakolo.
El élder Wakolo compartió con Church News que “los miembros se sintieron animados, inspirados y agradecidos de que un apóstol del Señor hubiera venido a visitarlos y hablarles. [Los Andersen] dejaron atrás a personas cuya fe en Jesucristo ha aumentado”.
Las dispersas islas y culturas del Pacífico Sur, con aproximadamente 600 000 Santos de los Últimos Días en 1300 congregaciones y 10 templos en funcionamiento con siete más anunciados o en construcción, han dado la bienvenida a varios líderes generales de la Iglesia este año.
Con respecto a la visita del élder Andersen, Kim Smith comentó en las redes sociales: “La luz y la bondad de los apóstoles siempre brilla. [El élder Andersen] es verdaderamente un apóstol del Señor”.
Lo que el élder Andersen enseñó a los santos de Nueva Zelanda
Durante un devocional en la mañana del domingo, 6 de noviembre, el élder Andersen les dijo a los líderes locales desde Palmerston North y Hawke’s Bay en la Isla Norte hasta Dunedin en la Isla Sur: “Ustedes son los defensores de la fe”.
El élder Andersen enseñó: “Todos debemos orar profundamente para que el Espíritu Santo pueda edificar, fortalecer y ayudar a los que están dentro y fuera de la Iglesia a venir a Cristo”.
El élder Wakolo señaló que el élder Andersen estrechó la mano de todos los miembros que asistieron a la reunión de liderazgo, lo que fue un momento importante para muchos. “Algunos miembros nunca han estrechado la mano de un apóstol y esto fue significativo para ellos”, dijo el élder Wakolo.
Amy Brunton de Levin, Nueva Zelanda, dijo a la Sala de Prensa de la Iglesia en el Pacífico: “Sentí la importancia de que sintamos el amor del Salvador personalmente en nuestra vida y de ayudar a otros a sentir Su amor también”.
Glen Whautere-Witehira aprendió algo muy sencillo del devocional del élder Andersen. “Tenemos que subirnos los [calcetines] y ponernos a trabajar”, comentó en Facebook.
Más tarde ese día, en una reunión con misioneros, el élder Andersen los alentó a estudiar las palabras que Jesucristo pronunció durante Su ministerio terrenal, tal como se encuentran en el Nuevo Testamento, “para que puedan tener Sus palabras grabadas en sus corazones y mentes, y nunca las olviden”.
El Libro de Mormón: Otro Testamento de Jesucristo, enseñó él, es “un manual para acercarse a Dios”.
En la cuenta de Instagram del Área Pacífico de la Iglesia, el élder Komene compartió una canción que escribió sobre lo que sintió y aprendió de la reunión acerca de seguir a Jesucristo. La letra incluye las palabras: “Hazme un pescador de hombres. Tendré el valor de defender Tu mensaje … siempre que llames mi nombre, te seguiré”.
En un devocional que se transmitió a todo el país esa noche, el élder Andersen leyó los últimos cuatro versículos de Alma 32 y dijo: “Necesitamos fe en Jesucristo; necesitamos ser diligentes, esforzándonos cada día; y debemos ser pacientes con nosotros mismos a medida que nos convertimos en lo que debemos ser”.
La hermana Andersen compartió la historia del presidente Spencer W. Kimball, quien realizó una gira por el Pacífico Sur en 1976. El día en que 3000 jóvenes y jóvenes adultos se reunieron en Hamilton, Nueva Zelanda, para realizar un evento cultural para el profeta, y su esposa, la hermana Camilla Kimball, y ambos estaban enfermos y no podían asistir.
Esa noche, sentándose repentinamente en la cama, el presidente Kimball anunció que él y la hermana Kimball irían después de todo. Mientras conducían hacia el estadio “hubo un grito muy fuerte que estalló espontáneamente”. Un joven había orado al comienzo del evento para que el presidente y la hermana Kimball pudieran asistir y los miles reunidos en el estadio vitorearon cuando esa oración fue contestada.
La hermana Andersen dijo que este relato de la fe del pueblo de Nueva Zelanda fortaleció su propia fe en Jesucristo.
Muchos de los que escuchaban al élder y la hermana Andersen estuvieron presentes hace años en Hamilton, dijo el élder Wakolo, y fue impactante para ellos saber que también tocó la vida de la hermana Andersen.
El élder Andersen concluyó con su testimonio: “Jesús es el Cristo. Él vive. Nuestra fe en Él nos llevará a Él. Él quitará de nuestras vidas aquellas cosas que nosotros mismos no podemos quitar”.
Mensaje del élder Andersen a los líderes de la misión en el Pacífico
Durante una reunión de los líderes de las 17 misiones en toda Oceanía, de Australia, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea y más allá, que se llevó a cabo en Fiji, el 10 de noviembre, el élder Andersen prometió que el Señor los inspirará para saber lo que se necesita para ayudar a los jóvenes misioneros a que se conviertan en líderes semejantes a Cristo.
“Sabrán que Dios les está hablando. Tendrán la confianza de que lo están escuchando y que sus oraciones serán contestadas”, dijo él.
El élder Andersen recordó a los líderes de la misión que se regocijen en su servicio y en su conocimiento de que el Señor “los conoce y los ama”.
Los líderes de la Misión Papúa Nueva Guinea Port Moresby, el presidente Tevita E. Kinikini y la hermana Eugenia Kinikini, dijeron a la Sala de Prensa de la Iglesia en el Pacífico que la reunión fue edificante y revitalizadora.
Más tarde ese día, el élder y la hermana Andersen también ministraron a los misioneros que sirven en la Misión Fiji Suva. El élder Andersen animó a los misioneros a “poner las palabras de Cristo en su mente y corazón”.
Él los invitó a encontrar cinco versículos para memorizar del Nuevo Testamento, así como del Libro de Mormón.
De estos versículos dijo que los “amen y háganlos suyos. Aprender esto puede cambiar su vida”.
Si los misioneros hacen esto, el élder Andersen prometió: “Cuando los necesiten, el Señor pondrá las palabras en la punta de su lengua”.
Después de compartir experiencias de milagros en su propia vida y su familia, la hermana Andersen testificó: “Dios es un Dios de milagros, ayer, hoy y siempre”.
Para la hermana Camryn Stone, lo que aprendió de la reunión fue “si mantengo las palabras de Cristo en mi mente y en mi corazón, estaré lista para ayudar a las personas a aprender la verdad acerca de Él”.
Testimonio del élder Andersen a los miembros de Australia Occidental
Mientras estuvo en Perth, Australia Occidental, el sábado, 12 y el domingo, 13 de noviembre, el élder Andersen una vez más se acercó a los líderes y misioneros locales y compartió mensajes con los miembros de la Iglesia y sus amigos.
Kate Anderson, quien asistió a la reunión de liderazgo el 12 de noviembre, dijo a la Sala de prensa de la Iglesia en el Pacífico: “Cuando escuché todas esas voces de otros santos cantando el himno de apertura, me sentí muy feliz de estar reunida con ellos para escuchar a un apóstol del Señor”.
Durante la reunión, el élder Andersen hizo referencia al discurso de conferencia más reciente del presidente Russell M. Nelson. “En los días venideros, veremos las mayores manifestaciones del poder del Salvador que el mundo haya visto jamás. Desde ahora hasta el tiempo en que Él regrese ‘con poder y gran gloria’, otorgará innumerables privilegios, bendiciones y milagros a los fieles”, dijo el élder Andersen.
Hoy es quizás “el momento más complicado en la historia del mundo”, señaló él. “Las complejidades y los desafíos hacen que muchas personas se sientan abrumadas y exhaustas”.
Sin embargo, “los milagros del Señor son reales”, declaró el élder Andersen. “Vean con ojos creyentes, confíen en Él, confíen en su fe y observen las cosas que les suceden”.
El líder local Geoff Grant dijo: “La fuerte impresión espiritual que recibí esta noche fue la de tomar tiempo cada día para encontrar al Salvador. … Sé que no tenemos que buscar demasiado para encontrarlo”.
En cada una de las muchas reuniones, el élder Andersen dio testimonio del Salvador. En el último testimonio de su gira, testificó: “Como siervo del Señor Jesucristo, doy testimonio de que he vivido momentos sagrados, experiencias espirituales inolvidables y poderosas y mi fe, que es una fe sencilla, se ha canalizado en un testigo seguro y certero de que Él vive, que Él ha resucitado y que Él es nuestro Salvador y Redentor”.