Al dar la bienvenida a los estudiantes al semestre de primavera en BYU-Hawái, el presidente de la universidad, John S.K. Kauwe III (en inglés), ofreció algunos consejos paternales. Manténganse al día con sus estudios. Duerman lo suficiente. Manténganse activos. Salgan en citas.
“Si están casados, esperamos que sigan saliendo con personas y que cultiven esa relación eterna con todas sus fuerzas”, dijo el presidente Kauwe durante un devocional en el campus el martes, 6 de mayo.
De pie en el estrado junto a su esposa, la hermana Monica Kauwe, el presidente Kauwe señaló que la ordenanza de sellamiento y las familias eternas son fundamentales para el plan de salvación de Dios.
“Ya sea que estén empezando a salir con personas o que lleven años casados, la capacidad de hablar abiertamente, escuchar atentamente y comprender las necesidades del otro es esencial”, dijo la hermana Kauwe.
Usando ejemplos de su propio noviazgo y matrimonio, el presidente y la hermana Kauwe compartieron lecciones sobre cómo comunicarse de manera más semejante a Cristo, especialmente en el matrimonio y las citas.
Lecciones del noviazgo
El presidente y la hermana Kauwe se conocieron mientras asistían a la Universidad Brigham Young a través de amigos en común. Se reencontraron meses después en una carrera de 10 km el 4 de julio y descubrieron que ambos estaban entrenando para correr un maratón.
Al día siguiente, el presidente Kauwe la llamó para invitarla a salir. Pero la hermana Kauwe se negó.
“No quería decir que no”, relató la hermana Kauwe. En ese momento, sin embargo, ella había estado saliendo con otra persona. Aunque esa relación estaba llegando a su fin, no había terminado oficialmente.
Después de resolver las cosas con el otro joven, la hermana Kauwe llamó y le preguntó si el presidente Kauwe quería entrenar con ella, pensando que captaría la indirecta de que ahora estaba soltera e interesada en él.
“No podría haber estado más equivocada”, dijo el presidente Kauwe. Avergonzado por su rechazo anterior, centró el tiempo que pasaron juntos en correr.
La hermana Kauwe comentó: “Ni siquiera habíamos tenido una cita y ya teníamos dificultades para comunicarnos”.
Finalmente, la llamó para salir en una cita, pero esta experiencia ilustra una valiosa lección, dijo la hermana Kauwe. “Digan lo que quieren decir; no den por sentado que la otra persona está completando los espacios vacíos con la información correcta. Están completando los espacios vacíos, pero probablemente con la información incorrecta”.
Hicieron algunas cosas bien en su comunicación, señaló el presidente Kauwe. Correr cientos de kilómetros juntos durante semanas y meses les dio tiempo ininterrumpido para hablar y para conversaciones profundas y significativas.
“Sin distracciones, conectamos a un nivel que trascendió lo superficial, explorando temas que realmente nos importaban a ambos”, dijo.
La hermana Kauwe luego animó a los oyentes a “planificar actividades interesantes y divertidas que permitan conversar, compartir experiencias y oportunidades de verse en diversos entornos”.
Comunicarse abierta y honestamente
Tras unos meses de noviazgo, la hermana Kauwe supo que quería casarse con él, comentó. Un día, él le contó que sus amigos habían salido en citas durante tres años mientras asistían a universidades en diferentes estados. Sabiendo que él planeaba comenzar su programa de doctorado al año siguiente, la hermana Kauwe pensó que él quería que tuvieran un noviazgo similar a distancia.
Durante la semana siguiente, se sintió frustrada, ansiosa y disgustada, y finalmente lo llamó entre lágrimas para decirle que necesitaban hablar. Sentados en el césped frente al Templo de Provo, Utah, le preguntó: “¿Te ves casándote conmigo?”.
El presidente Kauwe dijo que se sentía aliviado. Había pensado que ella quería terminar la relación. Él respondió: “Bueno, sí”.
Ella explicó que había pensado que la historia que él había compartido significaba que la estaba preparando para ese tipo de relación. Él la tranquilizó: “No, solo te estaba contando sobre mis amigos”.
Esa conversación le demostró, dijo la hermana Kauwe, cuán abierto y dispuesto estaba el presidente Kauwe a comunicarse, escuchar y resolver las cosas. “Me sentí comprendida, confiada, segura y amada”.
El presidente Kauwe dijo que había asumido que la hermana Kauwe comprendía sus sentimientos por ella y su futuro, pero no los había dejado claros.
“La lección que aprendimos de esto es que deben confiar en su pareja y compartir sus verdaderos sentimientos”, dijo la hermana Kauwe.
La expresidenta general de la Sociedad de Socorro, Barbara B. Smith, enseñó: “La confianza es para las relaciones humanas lo que la fe es para vivir el evangelio. Es el punto de partida, el fundamento sobre el cual se puede edificar más. Donde hay confianza, el amor puede florecer” (“Un lugar seguro para los matrimonios y las familias”, conferencia general de octubre de 1981).
‘El noviazgo es comunicación’
El presidente Kauwe animó a los oyentes a buscar la unidad. “La unidad en el matrimonio significa que se apoyan mutuamente, toman decisiones juntos y enfrentan los desafíos como uno solo. Una comunicación sólida es vital para crear y mantener esa unidad”.
Como pareja, dijo la hermana Kauwe, han procurado estar unidos en la búsqueda de revelación para su vida y su familia. La comunicación crea amor y unidad, invita a la revelación del Espíritu Santo y brinda poder de Dios tanto en las bendiciones como en las pruebas, aseguró.
Para concluir, ambos testificaron que el matrimonio es una parte gozosa del plan de Dios.
“Vivir con rectitud en unidad invita al poder divino. Al tomar decisiones espirituales y ejercer la autoridad del sacerdocio juntos, hallarán gozo, revelación y paz mediante el poder y la misericordia de Dios”, dijo el presidente Kauwe.
Corrección: Una versión anterior de este artículo atribuyó erróneamente una cita al presidente Dallin H. Oaks. La cita fue pronunciada por la expresidenta general de la Sociedad de Socorro, Barbara B. Smith.
