La guía de estudio “Ven, sígueme” de esta semana cubre Alma 39-42, que incluye los consejos de Alma a su hijo Coriantón.
A continuación, les ofrecemos algunas citas de líderes de la Iglesia, actuales y del pasado, sobre estos capítulos.
Alma 39
“Alma le dijo a su hijo Coriantón: ‘¿No sabes tú, hijo mío, que estas cosas son una abominación a los ojos del Señor; sí, más abominables que todos los pecados, salvo el derramar sangre inocente o el negar al Espíritu Santo?’ (Alma 39:5). Cuando transgredimos, no podemos eludir las consecuencias.
“La única expresión lícita y autorizada de los poderes de la procreación es entre esposo y esposa, un hombre y una mujer, que estén legítima y legalmente casados. Cualquier otra cosa constituye una violación a los mandamientos de Dios. No cedan a las terribles tentaciones del adversario, puesto que toda deuda de transgresión se deberá pagar ‘hasta que [hayan] pagado el último cuadrante’ (Mateo 5:26)”.
— Presidente Boyd K. Packer, en aquel entonces presidente del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de abril de 2015, “El plan de felicidad”
“En el Libro de Mormón leemos cómo Alma, hijo, aconsejó a su hijo descarriado. Coriantón había cometido serios errores mientras servía en una misión entre los zoramitas; pero Alma lo amaba lo suficiente para hablarle de forma muy directa acerca del problema. Él expresó su profunda desilusión porque su hijo se había comportado de manera inmoral y le explicó las serias consecuencias del pecado.
“Me siento inspirado cada vez que leo estas valientes palabras de Alma: ‘Y ahora el Espíritu del Señor me dice: Manda a tus hijos que hagan lo bueno… Por tanto, hijo mío, te mando, en el temor de Dios, que te abstengas de tus iniquidades’ (Alma 39:12). La temprana intervención de su padre fue un momento decisivo para Coriantón; se arrepintió y sirvió fielmente de allí en adelante (véase Alma 42:31; 43:1--2). …
“Una de las maneras más eficaces en que podemos influir en nuestros hijos o hijas es aconsejarlos en entrevistas privadas con ellos. Al escuchar atentamente, podemos descubrir los deseos de su corazón, ayudarlos a establecer metas justas y también compartir con ellos las impresiones espirituales que hemos recibido acerca de ellos. El aconsejar requiere de valor”.
— Élder Larry R. Lawrence, en aquel entonces de los Setenta, conferencia general de octubre de 2010, “Criar a los hijos con valentía”
“Se espera que todos los que reciben el evangelio pongan de manifiesto sus frutos en su vida, no solo por su propio beneficio y bendición sino también para atraer a otros a la verdad.
“Esto no significa que todos los que son obedientes a los principios de verdad se verán libres de todos los problemas de la vida mortal, ya que a todos se nos prueba. Pero los que cumplen con el plan del Señor para esta vida podrán afrontar sus pruebas sin desfallecer. Ellos resistirán. En formas importantes, sus vidas manifestarán los frutos del evangelio y los distinguirán del resto como una antorcha que guíe a todos los que busquen la luz y a verdad.
“Cuando no cumplimos con esta responsabilidad, traicionamos los convenios que hemos hecho. No solo no llegamos a recibir todos los beneficios del evangelio para nosotros mismos, sino que somos un tropiezo para los demás. En este caso nos sucede los mismo que al misionero hijo de Alma que cedió a las tentaciones del mundo y a quien Alma dijo: ‘He aquí, oh, hijo mío, cuán gran iniquidad has traído sobre los zoramitas; porque al observar ellos tu conducta, no quisieron creer en mis palabras’ (Alma 39:11)”.
— Élder Dean L. Larsen, en aquel entonces de la Presidencia de los Setenta, conferencia general de octubre de 1985, “Por sus frutos los conoceréis”

Alma 40
“Diversos profetas de diferentes épocas nos advirtieron de otra tragedia que es menos perceptible, pero no menos importante, y es la ‘terrible muerte [que] sobreviene a los inicuos; porque mueren en cuanto a las cosas concernientes a la rectitud; pues son impuros, y nada impuro puede heredar el reino de Dios’ (Alma 40:26). …
“Los padres y líderes debemos velar por nuestros miembros y nuestras familias para ayudarles a mantenerse alejados de lo que podría conducirlos a una muerte espiritual. …
“La curación espiritual de aquellos que han estado muertos en cuanto a las cosas concernientes a la rectitud viene mediante el poder de la Expiación, la conversión a la verdad y la observancia de los principios de la rectitud”.
— Élder Francisco J. Viñas de los Setenta, conferencia general de abril de 2010, “Cosas concernientes a la rectitud”
“Este sagrado cuerpo, por el que estamos tan agradecidos, sufre de limitaciones naturales. Algunas personas nacen con discapacidades y padecen dolores a causa de enfermedades a lo largo de su vida. A todos nosotros, a medida que envejecemos, el cuerpo nos empieza a fallar y, cuando eso sucede, anhelamos el día en el que nuestro cuerpo se cure y sane. Anhelamos la Resurrección, que Jesucristo hizo posible, cuando ‘el alma será restaurada al cuerpo, y el cuerpo al alma; sí, y todo miembro y coyuntura serán restablecidos a su cuerpo; sí, ni un cabello de la cabeza se perderá, sino que todo será restablecido a su propia y perfecta forma’ (Alma 40:23). Sé que por medio de Cristo podremos experimentar la plenitud de gozo que está disponible sólo cuando el espíritu y el elemento físico están inseparablemente unidos”.
— Hermana Susan W. Tanner, en aquel entonces la presidenta general de las Mujeres Jóvenes, conferencia general de octubre de 2005, “La santidad del cuerpo”
“Alma también enseñó que en la resurrección ‘…todo será restablecido a su propia y perfecta forma’ (Alma 40:23).
“Muchos testigos vivientes pueden dar fe sobre el cumplimiento literal de las promesas que se hacen en las Escrituras referentes a la resurrección. Muchos, incluso algunos de mis familiares, han visto a un ser amado que falleció, en una visión o en una aparición personal y han atestiguado en cuanto a la restauración de ellos ‘a su propia y perfecta forma’ en la flor de la vida. Ya sea que estas manifestaciones sean de personas ya resucitadas o de espíritus justos en espera de la resurrección que se les ha asegurado, la realidad y la naturaleza de la resurrección de los seres mortales es evidente. ¡Qué reconfortante es saber que todos los que hayan tenido alguna desventaja en la vida debido a defectos de nacimiento, a heridas mortales, a enfermedades o al deterioro natural debido a la edad, resucitarán en ‘su propia y perfecta forma’!”
— Presidente Dallin H. Oaks, en aquel entonces un miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de abril de 2000, “Resurrección”

Alma 41
“Entre las muchas grandes bendiciones que Él me ha dado por servirle como misionero de tiempo completo están una mayor fe en Jesucristo y en Su expiación, y un conocimiento y testimonio más fuertes de Sus enseñanzas … Perdí el miedo a enseñar. Aumentó mi capacidad de afrontar los desafíos con optimismo. Al observar a las personas y familias a quienes conocía o enseñaba como misionero, aprendí que las enseñanzas de Dios son verdaderas cuando Él dice que el pecado no brinda verdadera felicidad, y que la obediencia a los mandamientos de Dios nos ayuda a prosperar tanto temporal como espiritualmente (véanse Mosíah 2:41; Alma 41:10). Y aprendí por mí mismo que Dios es un Dios de milagros”.
— Élder Marcos A. Aidukaitis, Setenta Autoridad general, conferencia general de abril de 2022, “Alza tu corazón y regocíjate”
“Como otra parte del ‘plan de la restauración’ de Dios (Alma 41:2), la resurrección restaurará ‘todo… a su propia y perfecta forma’ (Alma 40:23). Eso incluye la perfección de todas las deficiencias y deformidades físicas que hemos adquirido en la vida terrenal, incluso las de nacimiento o las causadas por trauma o enfermedad.
“¿Nos perfecciona esa restauración [eliminando] todos nuestros deseos o adicciones impíos o no dominados? Eso no puede ser. Sabemos, mediante la revelación moderna, que seremos juzgados por nuestros deseos y también por nuestros hechos (véanse Alma 41:5; Doctrina y Convenios 137:9) … Nuestro Salvador tiene el poder y está a la espera para limpiarnos de la maldad. Ahora es el momento de procurar Su ayuda para arrepentirnos de nuestros deseos y pensamientos malos o impropios a fin de estar limpios y preparados para presentarnos antes Dios en el Juicio Final”.
— Presidente Dallin H. Oaks, primer consejero de la Primera Presidencia, conferencia general de abril de 2019 (en inglés), “Limpios mediante el arrepentimiento”
“Dios revela a Sus profetas que hay principios morales absolutos. El pecado siempre será pecado. La desobediencia a los mandamientos del Señor siempre nos privará de Sus bendiciones. El mundo cambia constante y dramáticamente, pero Dios, Sus mandamientos y las bendiciones prometidas no cambian, son inmutables e inalterables. Los hombres y las mujeres reciben el albedrío como un don de Dios, pero la libertad y, a su vez, la felicidad eternas provienen de la obediencia a Sus leyes. Como Alma aconsejó a su hijo descarriado Coriantón: ‘…la maldad nunca fue felicidad’ (Alma 41:10)”.
— Élder L. Tom Perry, en aquel entonces un miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de abril de 2013, “La obediencia a la ley es libertad”
“Un hábito que nos servirá es elevar diariamente la visión para mantener la perspectiva eterna de lo que planeamos y hacemos, especialmente si detectamos la tendencia a esperar el mañana futuro para hacer lo que sabemos que debemos emprender mientras todavía vivamos en nuestro presente actual.
“A lo largo del camino, nos ayuda en nuestras decisiones la influencia fortalecedora del Espíritu. Pero si escogemos actuar contra la luz y el entendimiento que tenemos, tendremos un remordimiento de conciencia, que lógicamente no se siente muy bien. Pero ese remordimiento es una bendición porque nos recuerda inmediatamente que es hora de arrepentirnos. … El seguir las malas influencias nunca da un sentimiento de paz, sencillamente porque la paz es un don de Dios y sólo se recibe mediante el Espíritu de Dios. ‘La maldad nunca fue felicidad’ (Alma 41:10)”.
— Élder Per G. Malm, en aquel entonces de los Setenta, conferencia general de octubre de 2010, “Descanso para vuestra alma”
“En un cambio total de hace un siglo, hoy muchos cuestionarían a Alma acerca de la seriedad de la inmoralidad. Otros alegarían que todo es relativo, o que el amor de Dios es permisivo. Si hay un Dios, dicen ellos, Él justifica todos los pecados y las transgresiones por motivo de Su amor por nosotros; no hay necesidad de arrepentirse o, a lo sumo, basta con una simple confesión. Se han imaginado a un Jesús que quiere que la gente luche por la justicia social pero que no exige nada de su vida y conducta personales. Pero un Dios de amor no nos deja solos para que aprendamos por triste experiencia que ‘la maldad nunca fue felicidad’ (Alma 41:10; véase también Helamán 13:38). Sus mandamientos son la voz de la realidad y nuestra protección contra el dolor que nosotros mismos nos ocasionamos. Las Escrituras son el criterio para medir la exactitud y la verdad y dejan bien claro que la verdadera felicidad no yace en negar la justicia de Dios o en tratar de evadir las consecuencias del pecado, sino en el arrepentimiento y el perdón mediante la gracia expiatoria del Hijo de Dios (véase Alma 42)”.
— Élder D. Todd Christofferson del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de abril de 2010, “La bendición de las escrituras”

Alma 42
“Alma 42 contiene algunas de las doctrinas más admirables sobre la Expiación de todas las Escrituras. Alma ayudó a Coriantón a entender que no es una ‘injusticia que el pecador sea consignado a un estado de miseria’ (Alma 42:1). Sin embargo, hizo notar que, comenzando con Adán, un Dios misericordioso había proporcionado un ‘tiempo para arrepentirse’ porque sin el arrepentimiento ‘se habría frustrado el gran plan de salvación’ (Alma 42:5). Alma también estableció que el plan de Dios es un ‘plan de felicidad’ (Alma 42:8).
“Las enseñanzas de Alma son muy instructivas: ‘Pues he aquí, la justicia ejerce todos sus derechos, y también la misericordia reclama cuanto le pertenece; y así, nadie se salva sino los que verdaderamente se arrepienten’ (Alma 42:24). Viéndolas como lo que realmente son, las gloriosas bendiciones del arrepentimiento y la obediencia a las enseñanzas del Salvador son sumamente importantes. No es injusto ser claros, como Alma lo fue con Coriantón, sobre las consecuencias de las elecciones pecaminosas y la falta de arrepentimiento. …
“La extraordinaria y celestial bendición de la expiación del Salvador es que mediante el arrepentimiento se borra la conducta pecaminosa. Después del arrepentimiento de Coriantón, Alma concluyó: ‘Quisiera que no dejaras que te perturbaran más estas cosas, y solo deja que te preocupen tus pecados, con esa zozobra que te conducirá al arrepentimiento’ (Alma 42:29)”.
— Élder Quentin L. Cook del Cuórum de los Doce Apóstoles, conferencia general de octubre de 2016, “Valientes en el testimonio de Jesús”
“¿Por qué la falta de arrepentimiento causa sufrimiento y dolor?
“Una de las posibles respuestas es que ‘se fijó un castigo, y se dio una ley justa, la cual trajo el remordimiento de conciencia’ (Alma 42:18; véase también el versículo 16). …
“Si tratamos de apaciguar nuestra conciencia ‘… [excusándonos] en lo más mínimo a causa de [nuestros] pecados’ (véase Alma 42:30) o tratando de ocultarlos, lo único que lograremos es ofender al Espíritu (véase D. y C. 121:37) y demorar nuestro arrepentimiento. Ese tipo de alivio, además de ser temporal, al final nos acarreará más dolor y angustia, y disminuirá la posibilidad de recibir la remisión de nuestros pecados.
“Para ese tipo de sufrimiento, la agradable palabra de Dios también brinda consuelo y esperanza, y nos afirma que existe alivio del dolor causado por los efectos del pecado. Ese alivio proviene del sacrificio expiatorio de Jesucristo y entra en vigor si ejercemos fe en Él, nos arrepentimos y somos obedientes a Sus mandamientos”.
— Élder Francisco J. Viñas, en aquel entonces de los Setenta, conferencia general de octubre de 2015, “La agradable palabra de Dios”
