Nota del editor: En julio de 2022 se cumplió el 175º aniversario de la llegada de la compañía de vanguardia de pioneros al Valle del Lago Salado en julio de 1847, después de que turbas expulsaran a los Santos de los Últimos Días del área de Nauvoo, Illinois, el año anterior. Church News honra los logros de los pioneros que cruzaron las llanuras hace 175 años y también de los pioneros Santos de los Últimos Días de diferentes épocas en todos los continentes. Hoy: Sri Anon de Indonesia.
Cuando era una joven en Indonesia, la pasión de Sri Anon era aprender inglés, pero su padre quería que fuera a la Facultad de Farmacología.
Este deseo de aprender inglés, llevó a Sri Anon, quien al igual que muchos indonesios solo usa su primer nombre, a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días pocos años después de la llegada de los misioneros al país. Ahora, con 79 años, ha visto crecer la Iglesia en su país natal, tradujo muchos materiales de la Iglesia y registra esa historia como parte de su actual asignación como asesora de historia de la Iglesia en Indonesia
El descubrimiento del evangelio
Después de graduarse de la Facultad de Farmacología, trabajó en una farmacia y estudió inglés en una academia durante dos años. Cuando la academia cerró, un amigo le sugirió a Sri Anon que asistiera a una nueva clase — impartida por personas cuyo idioma nativo era el inglés. Los instructores eran misioneros estadounidenses de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
“Los misioneros tuvieron éxito, y en la clase había más de 100 alumnos”, dijo Sri Anon, quien además habla su lengua materna, el javanés, e indonesio. Ella disfrutaba del aprendizaje en las clases.
En aquel momento, además, ella buscaba respuestas a sus preguntas de naturaleza religiosa.
Sri Anon creció en Solo, una ciudad que también se llama Surakarta, ubicada en la provincia de Java Central, en una familia musulmana feliz. En la Facultad de Farmacología, vivió en los dormitorios de la universidad con una compañera de cuarto cristiana llamada Rohana.
Un día, Rohana llevó a Sri Anon a una librería cristiana, donde ella vio una estatua de Jesucristo crucificado.
“Sentí que Sus ojos me miraban directamente y me tocaban el corazón”, dijo Sri Anon.
Fue en esa época que perdió su mukena, la prenda que llevan los musulmanes cuando oran, dijo. Pronto comenzó a asistir a la iglesia todos los domingos con Rohana. Cuando se graduó, regresó a casa y comenzó a trabajar en una farmacia, también comenzó a buscar una iglesia a la cual asistir.
“Pensaba: ‘Soy musulmana, pero ya no oro. Soy cristiana, pero no he sido bautizada. Cuando muera, ¿adónde debería ir?’”, dijo. Ella también tenía otras preguntas y comenzó a asistir a una iglesia cristiana local, pero no estaba satisfecha con las respuestas del reverendo.
Cuando empezó a asistir a las clases de inglés de los misioneros, la invitaron a fuera a la Escuela Dominical — y ella fue. Tenía preguntas tales como ¿por qué no había un plato para recolectar donaciones, como en otras iglesias cristianas a las que había ido. Los misioneros le hablaron del diezmo y la invitaron a aprender más sobre el evangelio.
“Mientras me enseñaban sobre el plan de salvación, sentí que había encontrado la respuesta a mi pregunta”, dijo Sri Anon. “Estaba Segura de que [la Iglesia] era la iglesia verdadera”.
Tenía 30 años cuando fue bautizada, el 22 de febrero de 1973, por el élder Warren Harper de Idaho y confirmada por el élder David Koch de Utah — menos de tres años después de que la Iglesia recibiera el reconocimiento oficial en el país.
En aquel momento, cerca de 20 miembros se reunían en un grupo que se llamaba Solo Group para la Escuela Dominical y la reunión sacramental en una casa grande. Al llegar octubre, el grupo había crecido hasta tener unas 100 personas y se convirtió en una rama, dijo Sri Anon. Ahora hay varios barrios allí.
Su primer llamamiento en el Solo Group fue como maestra de la Primaria. Después sirvió como presidenta de la Primaria de la rama, presidenta de la Primaria del distrito y maestra de los jóvenes en la Escuela Dominical. Sri Anon también fue una obrera en el Templo de Hong Kong y maestra de instituto.
Poco después de su bautismo, la farmacia donde ella trabajaba se vendió y tuvo que comenzar a buscar un nuevo trabajo. Unos meses después vio un anuncio del centro de distribución de la Iglesia en Bandung, provincia de Java Occidental, en el cual se solicitaban traductores de tiempo parcial. Era un puesto que podía hacerse a distancia. Se presentó y fue contratada como parte de uno de los primeros grupos de traductores de la provincia de Java Central. Sandra e Irma, las otras traductoras, que eran de Semarang, la capital de Java Central, harían la revisión de las traducciones de Sri Anon.
Su primera asignación fue la traducción del manual de la noche de hogar para la familia, dijo ella.
“Tal vez, el misionero [el líder del Solo Group] me dio esos llamamientos porque en aquel momento, los manuales y los textos, incluso el Libro de Mormón, todavía no se habían traducido al indonesio”, dijo. “Por lo tanto, cuando les impartía la clase a los jóvenes, traducía el manual y [les daba asignaciones] a los estudiantes para que se turnaran en la enseñanza de la clase. Mi propósito era educarlos [para que tuvieran] autoconfianza y [supieran] cómo enseñar y aprender mejor el evangelio”.
Tradujo muchas canciones infantiles al indonesio, especialmente para las presentaciones de la Primaria, también ayudó con las canciones para la primera edición del Libro de Canciones para los Niños y con cerca de 90 himnos para la cuarta edición del himnario en indonesio. Y, desde 2017, ha estado participando en un grupo para traducir más himnos.
Más tarde, Sri Anon pudo conseguir un puesto de tiempo completo en una compañía de ingeniería que buscaba una mecanógrafa que supiera inglés, y además continuó con sus trabajos de traducción. Se casó en 1979 y se trasladó a Yakarta debido al trabajo de su esposo. Su difunto ex esposo, Koko Bintarko, fue el primer presidente de la rama Yarkarta Ray cuando ésta se dividió de la rama Yakarta a principios de la década de 1980.
En Yakarta, ella conoció a un miembro de la Iglesia que era el vicepresidente de Asamera Oil, una compañía petrolera canadiense que buscaba una secretaria. Se jubiló después de trabajar allí unos 19 años y sirvió como una misionera mayor.
“Tengo un testimonio de que el Señor tiene un plan maravilloso y me ha dado innumerables bendiciones”, dijo. Sri Anon señaló después que ella ha visto como “el Señor siempre me cuida”.
La Iglesia en Indonesia
El primer indonesio que se bautizó en el país fue Sustrisno, el 1 de junio de 1969. Él había conocido a Santos de los Últimos Días que vivían en Indonesia en 1957 y vivió con una de las familias durante tres años.
El entonces élder Ezra Taft Benson del Cuórum de los Doce Apóstoles y el élder Bruce R. McConkie, de los Setenta en aquel momento, hicieron una visita y el élder Benson ofreció una oración por la tierra y el pueblo de Indonesia en octubre de 1969.
En enero de 1970, seis misioneros de la Misión Asia Sudeste arribaron a Yakarta y se reunieron con varios Santos de los Últimos Días, tanto indonesios como aquellos que estaban desempeñando asignaciones en el país. La primera rama se organizó en febrero, y los misioneros bautizaron a dos personas en marzo. En agosto, la Iglesia recibió el reconocimiento de la República de Indonesia.
El presidente Russell M. Nelson, en una visita a Yakarta durante su ministerio en el sudeste asiático (en inglés) en noviembre de 2019 dijo, “Esa secuencia es un testimonio de la divinidad del poder del sacerdocio de una grandiosa dedicación”.
Hacia finales de la década de 1970, a petición de los líderes del gobierno, los misioneros extranjeros debieron ser reemplazados por ciudadanos indonesios, así, los últimos misioneros extranjeros salieron del país en 1981 (en inglés). Muchos indonesios han servido en su país de origen y las parejas de misioneros mayores extranjeros comenzaron a servir en la década de 1990.
“Muchos hombres y mujeres jóvenes han servido misiones. Tenemos nuestros propios misioneros y la confianza que tenemos en la capacidad de nuestros misioneros locales crece. Y la Iglesia continúa creciendo”, dijo Sri Anon sobre el crecimiento de la Iglesia en un país donde el 87.2 % de los 277 millones de personas (en inglés) son musulmanes.
Había ocho grupos o ramas cuando ella se bautizó. Para finales de 2021, había más de 7.500 miembros (en inglés), dos estacas, 15 barrios y nueve ramas.
El encuentro con los líderes de la Iglesia
Sri Anon recuerda las dos visitas del presidente Gordon B. Hinckley — como apóstol en 1976 y como presidente en el año 2000. En 1976, debido a retrasos en los vuelos, él, no pudo llegar a Semarang, provincia de Java Central, donde los miembros esperaban su llegada. Ella tomó el tren a Yakarta, junto con otros 20 miembros, para verlo a la mañana siguiente. Los miembros los recogieron en la estación del tren y los llevaron hasta el centro de reuniones, donde ella lo escuchó hablar. Después del almuerzo regresaron a casa esa tarde.
Fue después de esas experiencias espirituales que “la Rama Solo creció muy rápido y se convirtió en la primera rama que se dividió en otras cuatro ramas”, dijo ella.
Sri Anon también vio al presidente Hinckley durante su ministerio en el año 2000 mientras recibía su entrenamiento como misionera.
“Asistí un increíble devocional en un enorme centro de reuniones y sentí la fuerte influencia del Espíritu Santo”, dijo Sri Anon.
También cantó en el coro cuando el presidente Nelson y el élder D. Todd Christofferson del Cuórum de los Doce Apóstoles ministraron allí en 2019.
“Estaba muy feliz de escuchar al Profeta”, dijo.
‘Innumerables bendiciones’
“El Señor me bendice abundantemente con innumerables bendiciones”, dijo Anon said.
Muchas veces se ha preguntado cómo podría cumplir con sus llamamientos, especialmente cuando parece que hay gente con más talento, que habla mejor inglés o que utiliza mejor la tecnología”.
La respuesta que recibió en un sueño y fue: “Si no tú, ¿entonces quién?”
Después de reflexionar sobre esto, una escritura que ha cobrado especial significado para ella es Jeremías 18:6, que dice: “¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel?, dice Jehová. He aquí que, como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel”.
“Comprendo y le agradezco al Señor que haya querido hacer de mí (el barro) un alfarero, o transformarme … en algo”, dijo.