A continuación se encuentra el texto de la oración dedicatoria que ofreció el presidente Henry B. Eyring, segundo consejero de la Primera Presidencia, para dedicar el Templo de Red Cliffs, Utah el domingo 24 de marzo de 2024.
Oh Dios, Padre Eterno, nos inclinamos ante Ti en solemne oración. En el sagrado nombre de Tu Hijo, Jesucristo, y en virtud de la autoridad del santo Sacerdocio de Melquisedec, te dedicamos a Ti esta santa estructura, el Templo de Red Cliffs, Utah de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Dedicamos y consagramos este hermoso edificio, a Ti, para Tu santo propósito, como una casa de ordenanzas sagradas, donde se pueda llevar a cabo Tu eterna obra. Lo dedicamos para que permanezca firme y fuerte ante cualquier embate de la naturaleza de modo que pueda ser celebrado y disfrutado por todos quienes lo visiten.
Te pedimos que lo aceptes como una ofrenda de amor por Ti y por Tu Hijo. Que tu santa presencia more en este lugar y la sientan quienes aquí entren. Te pedimos que protejas esta santa casa contra cualquiera que desee dañarla o profanarla de alguna manera.
Padre, nuestro corazón rebosa de gratitud. Nos regocijamos y alabamos Tu santo nombre. Te agradecemos por la Restauración del evangelio de Jesucristo. Te agradecemos por el santo sacerdocio con todos sus oficios, autoridad y llaves. Te damos gracias por el profeta José Smith y por todos los que le han sucedido. Te agradecemos por el Libro de Mormón como otro testigo de la divinidad de Tu Hijo. Estamos agradecidos, sobre todo, por Tu Amado Hijo, cuya Expiación ilumina y le da un propósito a nuestra vida.
Expresamos nuestro agradecimiento por [tener] los recursos necesarios para construir esta casa del Señor. Te damos gracias por los fieles Santos que han hecho ofrendas sagradas destinadas a este santo edificio. Estamos agradecidos por los trabajadores, los talentosos artesanos y los muchos fieles voluntarios que han trabajado para crear y embellecer este espacio sagrado.
Que esta casa sea verdaderamente la casa del Señor. Que sea un lugar de adoración, un lugar de paz, orden y amor. Que sea siempre sagrada para quienes entren y para quienes la contemplen. Bendíceles para que sientan Tu presencia, la esperanza y el deseo de acercarse más a Ti y a Tu Hijo.
Te rogamos que la influencia santificadora de este santo templo se extienda a las comunidades de quienes sirvan y adoren aquí. Que Tus Santos sientan pasión por compartir el evangelio, para que Tu obra prospere. Concédeles las bendiciones necesarias y el deseo de hacer Tu voluntad. Que encuentren seguridad y protección a medida que guardan los convenios que hagan, tanto en esta vida como en la eternidad. Por favor, bendíceles con paz para afrontar cualquier desafío que se presente en su vida y en la vida de sus hijos.
Padre, te pedimos que invistas con poder a quienes vengan a este templo en preparación para el servicio misional. Rogamos que tu inspiración repose sobre ellos y que el Espíritu Santo sea su compañero. Te suplicamos que los protejas de las fuerzas del mal y lo que pueda hacerles daño. Que estén llenos de fe, valentía y determinación mientras salen por todo el mundo a recoger a Israel en preparación para la venida del Señor.
Te pedimos por quienes se sellen en este templo para la eternidad. Bendícelos con caridad, el amor puro de Cristo. Concédeles el poder de ser fieles a los convenios que hagan contigo y entre ellos. Por favor, protégelos del mal del egoísmo y del orgullo. Bendícelos para que sus corazones se vuelvan los unos hacia los otros, hacia sus hijos y hacia sus antepasados. Te pedimos que los bendigas con paciencia y con una esperanza de vida eterna.
Te rogamos por los niños y los jóvenes [que viven] en un mundo cada vez más indigno. Que se sientan atraídos por esta casa del Señor para aprender un modelo de vida que les permita permanecer cerca de Ti. Que al volver su corazón hacia Ti, también vuelvan el corazón a los integrantes de su familia, tanto pasados como presentes, para que Tu promesa se cumpla.
Te suplicamos que bendigas a la presidencia del templo; a la directora de las obreras y sus ayudantes; a los obreros que realizan las ordenanzas; a quienes acudan [aquí]; a los misioneros y a todos quienes ofrezcan un servicio consagrado dentro de esta santa casa. Bendícelos a todos con amor y bondad.
Padre, al dedicar este templo, nos dedicamos a Ti y a Tu servicio. Honramos Tu santo nombre y el de Tu Hijo. Por favor, acepta nuestro agradecimiento al consagrar esta estructura sagrada, te lo pedimos humildemente, en el nombre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, amén.
