A principios de septiembre, cuando comenzaba la temporada de fútbol americano universitario, un reportero le preguntó al apoyadero de la Marina Marcus Bleazard sobre su experiencia de partir durante dos años para servir en una misión en la Ciudad de Guatemala, Guatemala, para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
“Fue increíble. Es algo de lo que nunca me arrepentiré”, dijo Bleazard en una entrevista publicada en YouTube el 5 de septiembre. “Es algo que definitivamente me cambió para mejor y realmente me abrió los ojos y el corazón a las cosas que necesitaba que sucedieran en mi vida”.
Bleazard es un estudiante de segundo año de Kennesaw, Georgia — y del Barrio Stilesboro de la Estaca Power Springs, Georgia — y se especializa en economía cuantitativa. Es uno de los muchos hombres y mujeres jóvenes Santos de los Últimos Días que han sacrificado voluntariamente oportunidades en los deportes, la educación o de otro tipo para servir a otros en todo el mundo.
El compañero de equipo de Bleazard, el liniero ofensivo Creedyn Foulger, también sirvió en la Misión Colombia Medellín.
El equipo de fútbol de BYU tiene 55 jugadores en su lista de 2024 que han servido en misiones de tiempo completo en 32 países y hablan 14 idiomas diferentes, según un comunicado de prensa de BYU.
Como estudiante de primer año en 2021, Bleazard sufrió una lesión en el codo, pero se recuperó para jugar en los últimos tres partidos de la Marina ese año. Luego optó por cumplir una misión (2022-23) y dejar la Academia Naval, que entonces era dirigida por el Santo de los Últimos Días Ken Niumatalolo.
A pesar de los dos años de ausencia, los esfuerzos de Bleazard por mantener un nivel de forma física impresionaron a los entrenadores. Hacía ejercicio constantemente durante 30 minutos cada mañana, haciendo flexiones, abdominales y otros ejercicios. Bleazard dijo que incluso se hizo una barra con cemento y un tubo de metal.
Sus esfuerzos por trabajar y aprender le quitaron el óxido rápidamente cuando regresó, dijo Brenten Wimberly, un entrenador asistente de la Marina que trabaja con los apoyadores.
“Definitivamente está dedicado al 100%”, dijo Wimberly en la entrevista en video. “[Es] un líder verbal, pero no solo es un líder verbal, sino que muestra a la gente cómo hacer las cosas. Parte de eso se remonta a su ética de trabajo en Guatemala. ... Hace preguntas, anhela saber. Sale al campo y se comunica con sus compañeros de equipo y los anima. Además, está tratando de encontrar una manera de superarse a sí mismo.
Bleazard, que se ha ganado la reputación de ser un golpeador poderoso, ha jugado en los cuatro partidos de esta temporada, y su mejor partido fue en una victoria por 41-18 sobre la Universidad de Alabama en Birmingham, en la que hizo cuatro tackles.
La Marina tiene un récord de 4-0 antes de su partido contra Air Force en Colorado Springs, Colorado, el 5 de octubre.
R. Nathan Stevenson, que sirve como obispo de Bleazard en el Barrio Stilesboro en Georgia, ha visto al joven encontrar el éxito mientras elige constantemente el camino más difícil — jugar fútbol americano universitario en la Academia Naval (“no es la experiencia universitaria usual”, dijo), elegir posponer los estudios y el fútbol americano para ir a una misión, aprender español, comenzar a hacer ejercicio el día después de regresar a casa para poder jugar este otoño, inscribirse en un programa de clases difícil que incluye física, cálculo y microeconomía, y hacer tiempo para asistir al templo.
“Lo que más me impresiona de Marcus es su voluntad de elegir hacer cosas difíciles”, dijo Stevenson. “Creo que tiene testimonio de que ‘todo lo puedo en Cristo que me fortalece’” (Filipenses 4:13).
