Después de una vida de fiel servicio a Dios, la Iglesia y su familia, el élder Hélio da Rocha Camargo, el primer Setenta Autoridad General brasileña de la Iglesia, falleció el viernes, 19 de julio de 2024 en Río de Janeiro. Tenía 98 años.
Cuando el élder Camargo fue llamado a servir como Setenta Autoridad General en 1985, bromeó diciendo que nunca se había considerado una Autoridad General, “pero siempre supe que mi esposa tenía lo necesario para ser la esposa de una Autoridad General”. (Church News, 16 de junio de 1985, pág. 4).
Aunque no fue bautizado como miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días hasta los 30 años, la religión y la fe en Dios fueron una vena importante a lo largo de su vida.
Cuando él y su esposa, la hermana Nair Belmira da Rocha Camargo, se encontraron por primera vez con los misioneros Santos de los Últimos Días, el joven élder Camargo era un pastor metodista ordenado y asistía a un seminario teológico.
Sin embargo, después de negarse a realizar bautismos de niños, el élder Camargo fue “cordialmente expulsado” del seminario. Unos meses más tarde empezó a leer detenidamente un ejemplar de “Una obra maravillosa y un prodigio” que habían dejado algunos misioneros Santos de los Últimos Días. La asistencia regular a la Iglesia, las lecciones misionales, el estudio profundo y la oración dieron como resultado su bautismo en 1957, seguido dos meses después por el de su esposa.
A lo largo de los años, los dos sirvieron en diversos llamamientos de la Iglesia. El élder Camargo sirvió como maestro, obispo, primer presidente de la Estaca São Paulo Este y representante regional.
Como pareja, el élder y la hermana Camargo también sirvieron como líderes de misión de la Misión Brasil Río de Janeiro de 1975 a 1978 y como presidente y directora de obreras del Templo de São Paulo, Brasil, de 1990 a 1993.
Hélio da Rocha Camargo nació el 1° de febrero de 1926 en Río de Janeiro, hijo de José Madeiros de Camargo y Else Ferreira da Rocha. “Estoy agradecido de que me hayan enseñado los principios de honestidad, trabajo duro y ahorro aún más con el ejemplo diario de mis padres y familiares que con sus palabras y consejos”, dijo sobre su juventud.
A los 17 años ingresó a la academia militar en Resende, Brasil — el equivalente en el país a West Point en Estados Unidos — y comenzó una carrera como oficial en la caballería del ejército. Tras alcanzar el grado de capitán, sufrió un accidente que truncó su carrera militar. A lo largo de los años también trabajó como banquero, contratista de construcción y agricultor.
Un artículo de Church News describió cómo su voz y su porte militar hacían que su cuerpo de 1.67 m pareciera más alto, pero la severa impresión de autoridad se suavizó con “una risa y un ingenio rápido y perspicaz”.
Conoció a su novia, Nair Belmira de Gouvea, mientras servía en el ejército. Los dos se cortejaban en bailes y salidas, pero una actividad favorita era estudiar las Escrituras juntos. Se casaron en 1948 y criaron seis hijos.
El hijo del élder Camargo, el hermano Milton da Rocha Camargo, fue sostenido como consejero en la presidencia general de la Escuela Dominical en 2019.
Como familia, les encantaba nadar y jugar, estudiar juntos, cantar y tocar el piano.
En la conferencia general de octubre de 1990, el élder Camargo expresó gratitud por su familia, “en especial la mujer extraordinaria que Dios me dio como esposa en esta vida y por toda la eternidad. También agradezco los maravillosos hijos y nietos que Él envió a nuestro hogar para ser el gozo de nuestra vida. Al considerar todas estas bendiciones, mi corazón se llena de un profundo agradecimiento”.
La hermana Carmargo falleció (en inglés) en abril de 2020.
Cuando el élder Carmargo fue llamado a prestar servicio de tiempo completo en la Iglesia, él y su familia vivían en una granja en Resende, ubicada entre Río y São Paulo, desde la ventana de su casa se veían sus tierras de cultivo y los escarpados picos montañosos circundantes.
A pesar de sentir la inmensa responsabilidad asociada con ser una autoridad general, el élder Camargo dijo que se dio cuenta de dos cosas. Primero, “Será una oportunidad maravillosa para reunirnos con los santos, trabajar duro y servir al Señor” (Ensign, mayo de 1985) (en inglés).
Segundo, sabía que el Señor lo ayudaría. “Cuando el presidente [Gordon B.] Hinckley me preguntó si aceptaría este llamamiento, le dije que lo haría porque sé que esta es la Iglesia de Jesucristo y que Él está a cargo”, dijo el élder Camargo.
Al élder Camargo le precedieron en la muerte su esposa, Nair, en 2020; su hijo, Tercio, en 1972; y su hija, Márcia, en 2021. Le sobreviven cuatro hijos: Fernando José, Paulo Sergio, Josue y Milton; y muchos nietos y bisnietos.
