LAIE, Hawái — En un extraordinario entorno de aprendizaje —con la playa al otro lado de la carretera, un templo cercano, una población estudiantil internacional y el Centro Cultural Polinesio dando la bienvenida a invitados de todo el mundo— los estudiantes de BYU-Hawái tienen la oportunidad de aprender y desarrollar la integridad.
Sus elecciones moldearán a su integridad, y esta integridad estará profundamente arraigada en su corazón y alma, enseñó el élder Ronald A. Rasband del Cuórum de los Doce Apóstoles en el devocional del campus que se llevó a cabo en la noche del viernes 9 de febrero.
“Mi pregunta esta noche es, ¿hasta qué punto son íntegros? ¿En qué lugar se ubica la integridad en su lista de prioridades personales? Su integridad es fundamental para cumplir su objetivo [en esta vida] mortal, de llegar a ser, lo mejor que puedan, como el Salvador Jesucristo”.
Explicó que la integridad genera confianza, honra la verdad y valora la espiritualidad. Significa ser honesto y franco, justo y obediente, y estar dispuesto a elegir los caminos de Dios.
El élder Rasband dijo que su integridad personal es lo que le ha definido en su matrimonio, los negocios, las relaciones y el servicio. Ha vivido según la norma de ser moral, ético y honesto.
“Su palabra es su vínculo. Eso es lo que aprendemos [cuando] celebramos convenios. Le damos al Señor nuestra palabra y nos aferramos a ella”.
Nunca cedan en sus principios
Aunque algunos puedan decir que la integridad es una virtud anticuada, el élder Rasband dijo que la integridad es un valor muy necesario en la actualidad.
El 13o artículo de fe dice: “Creemos en ser honrados, verídicos, castos, benevolentes, virtuosos y en hacer el bien a todos los hombres”.
El élder Rasband dijo que, si todo el mundo viviera de acuerdo con esas normas, las cosas serían muy diferentes.
En los años venideros, es posible que se pida a los estudiantes que ignoren las reglas, que miren hacia otro lado o que cedan. Ellos podrían asumir que así es como se hacen las cosas. “No lo crean”, dijo. “Su integridad estará en juego y el precio nunca merecerá la pena”.
Estos días traen desafíos a la libertad religiosa y a la doctrina sagrada. Las normas del mundo se están derrumbando en todos los sentidos. Pero, los Santos de los Últimos Días pueden guardar los santos convenios que han hecho, mantenerse firmes, defender su fe y sostener la integridad del Evangelio.
El élder Rasband les dijo que recordaran la admonición que se encuentra en Helamán, de “[construir] ‘sobre la roca de nuestro Redentor, el cual es Cristo, el Hijo de Dios’ para que ‘la furiosa tormenta … no tenga poder para arrastraros al abismo …a causa de la roca sobre la cual estáis edificados’”(Helamán 5:12).
Les aseguró que ninguna acumulación de riqueza, reconocimiento, posición o popularidad pueden reemplazar un corazón lleno de amor por los caminos del Señor y los hijos e hijas de Dios.
Cómo ser un poco mejor cada día
El élder Rasband presentó algunas preguntas que las personas se pueden hacer para evaluar su progreso.
¿Desean estar en lugares santos, tener una recomendación para el templo vigente, adorar en el templo y honrar y llevar [puesto] el garment?
¿Escuchan la inspiración para ayudar a alguien necesitado?
Cuando cometen un error, ¿se enfrentan al problema y lo resuelven?
¿Se esfuerzan por santificar el día de reposo y vivir la Palabra de Sabiduría?
¿Honran y sostienen a la Primera Presidencia y al Cuórum de los Doce Apóstoles?
“El momento de decidir [cuál será] su epitafio no es al final de su carrera o de su vida. Es ahora”, dijo el élder Rasband. “Les recomiendo que, cuando se enfrenten a decisiones en el futuro, simplemente se pregunten, ¿es esto moral, es ético y es honesto?”.
Una promesa y una bendición
A medida que los estudiantes establecen los cimientos de una gran obra —su vida— deben mirar a Jesucristo como el ejemplo supremo.
“Apliquen Su palabra y su vida hablará de integridad sin duplicidad de actitudes o acciones. Sean humildes. Cuando tropiecen o flaqueen, sepan que la expiación de Jesucristo es exactamente para ese propósito”.
El élder Rasband se despidió de los estudiantes y les dejó una bendición para que vivan una vida de integridad, vivan fieles a la fe, conozcan a su Padre Celestial en oración y sigan a Jesucristo.
“Les prometió que, al mostrar amor por el Señor viviendo sus convenios, Su ejemplo sin fin de integridad se convertirá en su norma de vida”.
Otras invitaciones
La hermana Melanie Rasband testificó de las siguientes invitaciones que extendió el presidente de la Iglesia, el presidente Russell M. Nelson. “Nuestro Profeta nos invita a cada uno de nosotros a que estemos dispuestos a destacarnos, a dar un paso al frente y asumir más plenamente nuestro papel como hijos e hijas de Dios en estos últimos días”.
Sus invitaciones a recoger a Israel; a prestar atención a la revelación personal; ser pacificadores y tender puentes —todas estas cosas nos ayudarán individualmente a permanecer en la senda del convenio”, dijo la hermana Rasband.
La hermana Haylie Chase, de 23 años, miembro del Consejo Asesor General de las Mujeres Jóvenes fue estudiante de BYU-Hawái. Les contó a los estudiantes que se sintió inadecuada cuando recibió su nuevo llamamiento —y sobre el cual su abuelo, el élder Rasband, no tenía ni idea.
Sin embargo, les dijo a los estudiantes que deben saber que por medio de cosas pequeñas y sencillas se realizan grandes cosas (Alma 37:6).
“Al elegir caminar con Él como pequeños y simples discípulos en nuestra vida diaria, puede que no cambiemos el mundo, pero podemos cambiar el mundo de alguien”.
Además, habló el élder Mark A. Bragg, Setenta Autoridad General y presidente del Área Norteamérica Oeste, la cual incluye a Hawái: “A medida que se esfuercen por guardar los mandamientos, ver[án] las cosas a través de un lente diferente. Ser[án] capaces de pensar de manera celestial”, dijo.
