Cuando era un joven profesor de sexto grado, siempre comenzaba el año invitando a los estudiantes a escribir cinco normas para el salón de clase, cinco para la biblioteca, cinco para el comedor y cinco para el patio. Los estudiantes escribían obedientemente sus listas y me las entregaban.
Después, y sin ninguna ceremonia, yo tiraba las listas a la basura y les decía: “Ahora, como ya sé que conocen las normas, vamos a hablar de un principio. Estamos aquí para aprender y enseñar. Cualquier cosa que se interponga [a ese principio] va contra las normas”.

Durante las semanas siguientes, cuando los estudiantes hacían algo inapropiado, yo les preguntaba: “¿Esto los ayuda a aprender? ¿Me ayuda a enseñar? ¿Qué debemos cambiar?” Pronto, estos alumnos de sexto grado aprendieron a conducirse basados en un principio, más bien que en una lista de normas.
Con el anuncio de la nueva guía Para la Fortaleza de la Juventud durante la conferencia general de octubre de 2022, algunos se preguntan cuál es la mejor manera de ayudar a los jóvenes a hacer la misma transición. ¿Cómo ayudamos a los jóvenes a tomar buenas decisiones basadas en los principios? Hace poco, me reuní con tres profesores de religión de la Universidad Brigham Young y les pedí su consejo.
Gaye Strathearn (en inglés), decana adjunta dijo: “Los principios son eternos, pero la aplicación de estos puede cambiar con el tiempo, de una familia a otra según las circunstancias de la iglesia y de cada persona. En Éxodo 31:13-16 se enseña el principio de que el día de reposo es una señal del convenio entre Dios y su pueblo. En la época de Jesús, los judíos trataban de santificar el día de reposo, pero sus circunstancias habían cambiado con respecto a la época en que se le dio el mandamiento a Moisés. Por ejemplo, los israelitas recibieron instrucciones específicas de no recoger el maná durante día de reposo, sin embargo, para la época de Jesús, no habían tenido maná durante más de un milenio. Por lo tanto, los judíos buscaron otras formas de aplicar ese mandamiento sobre el día de reposo. Cuando yo era una adolescente llegué a entender el principio del día de reposo. Mi padre no era miembro de la Iglesia y todos los años el club de pesca al cual pertenecía organizaba su celebración navideña el domingo. Era la única vez que papá nos pedía que, como familia, hiciéramos algo con él un domingo. Al principio yo no quería ir porque en pensaba que era quebrantar el día de reposo. Pero cuando estudié Éxodo 31:13-16 y entendí el significado del convenio del día de reposo, me di cuenta que mi convenio con Dios también incluía la edificación de una relación importante con mi papá”.

Tyler Griffin (en inglés), otro decano adjunto, respondió: “[Tengan una sesión de] consejo juntos. Vemos un patrón en la Iglesia en el cual los que tienen las llaves [del sacerdocio] con frecuencia les dicen a los miembros el ‘qué’ y nosotros [nos reunimos en] consejo para determinar el ‘cómo’. El presidente de estaca que tiene las llaves puede decir: ‘Planifiquemos una gran conferencia de jóvenes centrada en los resultados X, Y y Z’. Después, el consejo de estaca para la juventud, que incluye a las presidencias de las Mujeres y los Hombres Jóvenes de la estaca, comienza a trabajar en los detalles de cómo alcanzar los inspirados resultados. En definitiva, la conferencia es mejor porque los adultos y los jóvenes se aconsejan mutuamente. A medida que las familias utilizan la nueva guía Para la Fortaleza de la Juventud (el ‘qué’), tendremos más éxito si los padres y los hijos se toman el tiempo para aconsejarse juntos sobre los ‘cómo’.
Anthony Sweat (en inglés), profesor adjunto de historia y doctrina de la Iglesia dijo: “Los principios nos ayudan a tomar decisiones por adelantado. Una de las mayores bendiciones de tomar decisiones basadas en los principios es que nuestras elecciones no tienen que estar demasiado influenciadas por la presión externa de los compañeros o la presión interna de nuestro estado de ánimo. Los sentimientos o las emociones pueden cambiar, pero los principios permanecen constantes. C. S. Lewis una vez definió la fe como ‘aferrarse a las cosas que [nuestra] razón ha aceptado alguna vez, a pesar de [nuestros] cambios de estado de ánimo’ (ver Mere Christianity, 140-141, en inglés). A veces, no estamos de humor para leer las escrituras, servir a los demás o asistir a las reuniones de la Iglesia. Como hemos tomado esas decisiones por adelantado, actuaremos según lo que decidimos antes y casi siempre estaremos contentos de haberlo hecho. Esta perspectiva es lo que hace que los convenios sean tan importantes. Los convenios guían nuestro comportamiento futuro. Hacemos convenios hoy para protegernos de las tentadoras versiones de nosotros mismos del día de mañana. Hacemos y renovamos los convenios cuando pensamos con mayor caridad. Una relación con Dios y con Cristo a través del convenio nos permite avanzar constantemente, incluso cuando no es fácil, popular o conveniente. Muchos de nuestros convenios eternos se basan en principios eternos perdurables, y la guía revisada Para la Fortaleza de la Juventud explica muchos de estos principios que guían a los hijos de Dios del convenio”.