LONDRES, Inglaterra — La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días desea ser una “luz” y “levadura” en cada nación, incluso en entornos hostiles a la fe religiosa, dijo la presidenta Camille N. Johnson, presidenta general de la Sociedad de Socorro, al participar en un panel con líderes religiosos mundiales el jueves, 13 de julio en la Cumbre de Libertad Religiosa de Notre Dame en Londres, Inglaterra.
“Cuando está más oscuro, incluso una pequeña luz puede hacer una gran diferencia”, dijo la presidenta Johnson. “Entonces, creemos que el mandato del Salvador — que Sus seguidores deben ser una luz — se aplica a nosotros, especialmente en tiempos de oscuridad”.
Al analizar las parábolas de Jesucristo sobre la sal y la levadura, la presidenta Johnson observó, “La sal y la levadura pueden hacer una gran diferencia en pequeñas dosis, pero solo si conservan su carácter y sabor distintivos”.
La conferencia de tres días se llevó a cabo en la Honorable Society of the Inner Temple, una ilustre sociedad jurídica en londinense donde alguna vez estudiaron personas como Mahatma Gandhi y que se remonta a la époc de los Caballeros Templarios.
Unos 60 académicos y expertos de diversas nacionalidades e instituciones se presentaron durante la conferencia. Además de su servicio de tiempo completo en la Iglesia, la presidenta Johnson tiene más de tres décadas de experiencia en la práctica del derecho como litigante civil.
Las miembros de la Sociedad de Socorro procuran vivir su misión de brindar socorro en todo el mundo a través de esfuerzos humanitarios colaborativos, continuó la presidenta Johnson. Esto incluye iniciativas globales para satisfacer las “necesidades de todos los niños pequeños y sus madres”, en relación con la nutrición, las vacunas, la educación y la atención materna y neonatal. “Dejamos que nuestra luz brille a nivel mundial y, como la sal y la levadura, procuramos abordar las necesidades de quienes necesitan ayuda y viven en nuestros propios hogares y vecindarios”.
La presidenta Johnson habló el día de clausura de la conferencia. En su panel intervinieron el rabino Alex Goldberg de la Universidad de Surrey en Inglaterra y del obispo Matthew Kukah, obispo de la diócesis católica de Sokoto en Nigeria, cada uno habló sobre el tema del panel, “Respuestas religiosas al auge de la autocracia”. El profesor Mahan Mirza de la Universidad de Notre Dame moderó el panel.
La presidenta Johnson compartió con el grupo los saludos del presidente Dallin H. Oaks de la Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, “quien disfrutó de su participación en la Cumbre de Libertad Religiosa de Notre Dame en Roma el año pasado. En esa ocasión, el presidente Oaks enfatizó que ‘debemos unirnos y encontrar un terreno común para defender y promover la libertad religiosa. Este no es un llamado a compromisos doctrinales, sino más bien una súplica por unidad y cooperación en la estrategia y la defensa de nuestro objetivo común de libertad religiosa para todos’”.
Una introducción a la Sociedad de Socorro
La presidenta Johnson describió los orígenes de la Sociedad de Socorro, que se ha convertido en una de las organizaciones de mujeres más grandes y antiguas del mundo, pero que se remonta a “una época de extrema pobreza y persecución de los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”. La presidenta Johnson explicó, “La Sociedad de Socorro se estableció para brindar socorro, tanto temporal como espiritual, a los primeros Santos y a sus vecinos”.
“Imagínense conmigo a mujeres, en diversos grados de deficiencia y privación, tratando de aliviar las cargas de otras mujeres, hombres y niños en grados similares de escasez y sufrimiento. Pero incluso en esos primeros tiempos difíciles, los relatos de las pioneras están llenos de regocijo por la hermandad y el gozo que encontraban al servirse unas a otras”.
“De hecho, al proporcionar socorro, las miembros de la Sociedad de Socorro encontraron su propio socorro divino”.
Hoy en día, explicó la presidenta Johnson, las miembros de la Sociedad de Socorro están motivadas por la fe y el amor a Dios y al prójimo. “Enseñan en sus congregaciones y en casa. Defienden con valentía la moralidad y las familias. Los miembros de la Sociedad de Socorro siempre han ‘esperado ocasiones extraordinarias y llamados apremiantes’.
“Proteger la libertad religiosa en una sociedad en rápida evolución es sin duda una ocasión extraordinaria y un llamado apremiante”.
La Iglesia desea servir a todos
Los miembros de la Iglesia creen que tienen un mensaje para “todas las personas en todos los lugares” y, como tal, los Santos de los Últimos Días viven bajo muchos tipos de estructuras gubernamentales y legales, dijo la presidenta Johnson.
La Iglesia cree en “el derecho universal al libre ejercicio de la conciencia y cree que todas las personas e instituciones deberían poder expresar públicamente sus puntos de vista sobre los problemas que enfrenta la sociedad”. La Iglesia también cree en “honrar y sostener la ley” en todos los países en los que opera y, por lo tanto, busca mantener la neutralidad política para llevar a cabo su labor y sus esfuerzos humanitarios.
Esto significa, continuó la presidenta Johnson, “actuar de conformidad con la ley incluso en lugares donde se imponen límites severos a las operaciones de la Iglesia”. La presidenta Johnson compartió la última declaración de la Iglesia sobre neutralidad política, publicada en junio de 2023. “La Iglesia no busca elegir funcionarios gubernamentales, apoyar u oponerse a partidos políticos o, en general, tomar partido en conflictos mundiales. La Iglesia es neutral en asuntos de política dentro o entre las muchas naciones, territorios y pueblos del mundo”. Sin embargo, la Iglesia como institución se reserva “el derecho de abordar asuntos que crea que tienen consecuencias morales significativas o que afectan directamente la misión, las enseñanzas o el funcionamiento de la Iglesia”.
La presidenta Johnson explicó que esta política permite que la Iglesia y la Sociedad de Socorro extiendan el cuidado y el socorro a “todas las personas en todas las circunstancias, independientemente de su interés en el evangelio, la persuasión política o la pertenencia a una fe, partido o tribu específicos”.
Esfuerzos humanitarios
La presidenta Johnson citó el Libro de Mormón para describir el compromiso humanitario de la Iglesia y la Sociedad de Socorro:
“Y así, en sus prósperas circunstancias no desatendían a ninguno que estuviese desnudo, o que estuviese hambriento, o sediento, o enfermo, o que no hubiese sido nutrido; y no ponían el corazón en las riquezas; por consiguiente, eran generosos con todos, ora ancianos, ora jóvenes, esclavos o libres, varones o mujeres, pertenecieran o no a la iglesia, sin hacer distinción de personas, si estaban necesitadas” (Alma 1:30).
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días patrocina la labor humanitaria “en entornos extremadamente complejos en todo el mundo, incluyendo lugares con gobernantes autocráticos, gobiernos en decadencia y países controlados por organizaciones con intereses propios”, explicó la presidenta Johnson.
Ella continuó, “En 2022, los esfuerzos de la Iglesia para cuidar a los necesitados incluyeron más de mil millones de dólares en donaciones, 6.3 millones de horas de voluntariado y 3692 proyectos humanitarios en 190 países y territorios, según el Informe anual de la Iglesia ‘Cuidar de los necesitados’”.
“Dondequiera que estemos en el mundo, los creyentes religiosos debemos de tratar de ser luz, levadura y sal”, concluyó la presidenta Johnson. “Debemos tratar de seguir los principios de neutralidad política y tener cuidado de proteger nuestra independencia e integridad institucional”.