NORTH SALT LAKE, Utah — Flint Nielsen tiene ideas sobre lo que quiere hacer cuando sea mayor. Este Santo de los Últimos Días de 14 años de Layton, Utah, cree que tal vez estudiará ingeniería y luego irá a la facultad de derecho para convertirse en abogado de patentes.
Eso podría parecer un poco ambicioso para un estudiante de noveno grado, pero desarrollar ese tipo de metas educativas elevadas fue parte del mensaje brindado a los jóvenes durante un devocional transmitido en todo Utah el miércoles, 11 de octubre.
No se dejen paralizar por el miedo al tomar decisiones educativas, dijo el élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles. “Su Padre Celestial sabe que existen, conoce sus circunstancias específicas, sabe a lo que se enfrentan y está dispuesto a ayudarlos”.

El élder Kevin W. Pearson, Setenta Autoridad General y presidente del Área de Utah, dijo a los oyentes “sigan adelante y sueñen en grande”. Al igual que Nefi, quien hizo lo que el Señor le mandó porque sabía que el Señor le prepararía un camino, los jóvenes de hoy pueden tener fe en que lo mismo sucederá en sus vidas.
“El Padre Celestial preparará una manera para que ustedes cumplan con esta importante responsabilidad”, dijo el élder Pearson. “Así que… no hagan pequeños planes para su vida”.
Los jóvenes Santos de los Últimos Días de todo el estado se reunieron en sus centros de reuniones locales con sus padres y líderes para escuchar los consejos del élder Christofferson, la presidenta general de las Mujeres Jóvenes, Emily Belle Freeman, y el élder Pearson.
El trío formó un panel donde discutieron no solo la importancia de la educación sino también cómo superar muchos de los obstáculos para continuar con el aprendizaje. El élder Clark G. Gilbert, Setenta Autoridad General y comisionado de educación de la Iglesia, sirvió como moderador.
El devocional, patrocinado por la presidencia del Área Utah, también presentó una iniciativa educativa del área para ayudar a los miembros, ya sean estudiantes de preparatoria o adultos mayores, a mejorar su autosuficiencia espiritual y temporal a través de la educación.

¿Qué es la Iniciativa de Educación del Área Utah?
El élder Pearson explicó que la presidencia de área ha pedido a las presidencias de estaca que llamen a personas o parejas de cada estaca para que sirvan como mentores educativos de estaca.
Estos mentores educativos dependen de un especialista en educación de estaca. Estos mentores educativos recibirán la capacitación y los recursos necesarios, facilitados a través de BYU–Pathway Worldwide, para que puedan ayudar a las personas de su interés a superar cualquier barrera en la educación, encontrar oportunidades educativas y crear un plan educativo personalizado.
Los mentores educativos también pueden ayudar a las personas a prepararse, inscribirse y obtener becas y ayuda financiera y luego realizar un seguimiento regular para fomentar el progreso hacia las metas.
Citando el discurso de la conferencia más reciente del presidente Russell M. Nelson, el élder Pearson invitó a los jóvenes a que: “‘¡Piensen de manera celestial!’ sobre ustedes mismos. Los invitamos a establecer una meta de educación personal. Coméntenlo con sus padres o con un líder de confianza. Escríbanlo y pónganle una fecha. Identifiquen los posibles obstáculos que podrían impedirles tener éxito. Luego, junto con sus padres y el mentor educativo de su estaca o barrio, identifiquen los recursos disponibles para ayudarlos a superar esos obstáculos”.
Por último, invitó a los jóvenes a realizar un plan personalizado. “Sean serios e intencionales al respecto. Pueden y tendrán éxito con su arduo trabajo y con la ayuda del Señor”.

¿Por qué la educación es una responsabilidad religiosa?
El presidente Nelson ha dicho: “En la Iglesia, el obtener una educación y adquirir conocimiento es una responsabilidad religiosa. Educamos nuestras mentes para que un día podamos rendir servicio valioso a otra persona” (“Concéntrense en los valores”, febrero de 2013, New Era).
Haciendo referencia a esa cita, el élder Christofferson enfatizó que la educación es parte del desarrollo y progreso de las personas para llegar a ser más como el Padre Celestial y el Salvador, pero también una manera de prestar servicio a otra persona.

La educación no es un fin en sí mismo, afirmó. “Es una herramienta, es un medio, es un recurso que podemos utilizar para bendecir a los demás”.
Cuando era adolescente, dijo la presidenta Freeman, tomó muy en serio una línea de su bendición patriarcal que le instruye a aprender a encontrar gozo en el aprendizaje.
En la escuela preparatoria, se unió a una banda y aprendió todo sobre cómo producir música. Cuando tenía 20 años, trabajó para una editorial y aprendió a producir periódicos, libros y revistas. Cuando tenía 30 años, ella y su esposo dirigían una empresa de eventos. A los 40, quedó fascinada con las redes sociales y aprendió todo sobre YouTube y la producción de podcasts.
Cuando asumió su nuevo cargo en agosto pasado, supo que tendría responsabilidades con la música para los jóvenes, produciendo una revista que se difunde por todo el mundo, planificando eventos para jóvenes de toda la Iglesia y trabajando en una cuenta de Instagram para todas las chicas de todo el mundo.
“Ahora, cuando tenía 20, 30, 40 y 50 años, no tenía idea de que un profeta del Señor me llamaría, pero Dios sí. Y Él me preparó para lo que espero sea mi mejor momento. Y Él lo hará por cada uno de ustedes”, prometió.
¿Qué obstáculos se interponen en el camino de la educación?
Si bien el costo de la educación superior puede ser un desafío para muchos futuros estudiantes, el élder Christofferson señaló que los mentores y especialistas en educación de estaca pueden ayudar a las personas a explorar opciones de becas y subvenciones. “Hay una manera de manejar los costos sin incurrir en una deuda terrible”, dijo.
El apóstol también señaló que se hablaba de todo tipo de formación, no sólo de títulos universitarios, como aprendizajes comerciales y certificaciones como carpintería, mecánica, electricidad y otros. “No creo que nadie deba sentirse encasillado en ninguna oportunidad o futuro educativo específico. Hagan lo que realmente saben hacer, lo que les gusta y lo que les interesa hacer y prepárense, más allá de la escuela preparatoria”.

Hay maneras de afrontar prácticamente cualquier obstáculo, añadió el élder Pearson. “No se detengan ahí. Dejen que alguien les muestre cómo pueden superar ese obstáculo. Ya sea un mentor educativo, sus padres o alguien más”.
La presidenta Freeman señaló que a veces el obstáculo es no saber qué hacer. Existen recursos, como las pruebas de orientación profesional, que pueden ayudar a las personas a descubrir lo que quieren hacer con sus vidas.
Pero con todos sus hijos, dijo la presidenta Freeman, “el mayor recurso terminó siendo una bendición patriarcal. Una bendición dada que decía: ‘estos son tus dones’. Estos son los lugares donde podrías tener éxito en la vida. Estos son los lugares donde puedes hacer la diferencia’”.
Involucrar al Señor en el aprendizaje
El élder Pearson recordó haber comenzado la escuela de posgrado y sentirse completamente abrumado. Oró pidiendo ayuda y lo llamaron para servir como misionero de barrio, donde tendría que apartar 20 horas a la semana para servir. Aunque le pareció completamente contradictorio, aceptó el llamamiento y, de alguna manera, aprobó sus clases. “El Señor me ayudó de una manera que nunca podría haberlo hecho por mi cuenta”, dijo el élder Pearson. “Y fue una lección para mí que si estoy dispuesto a hacer lo que el Señor quiere que haga, Él me ayudará en las cosas que son importantes para mí”.
La presidenta Freeman compartió cómo su bisabuela, quien se convirtió en enfermera y partera, oraba antes de estudiar para que el Espíritu Santo estuviera con ella, y eso le ayudaba durante los exámenes a recordar las cosas que había estudiado.

Ella ha inculcado esa lección a sus hijos, que han llegado a ser médico, contador y futbolista. “Si pueden orar para que el Espíritu les ayude y luego, si están en un lugar en el que invocan ese conocimiento y el Espíritu está con ustedes, lo harán mejor de lo que lo harían por su cuenta, y esa es una lección transmitida desde una bisabuela a una madre y ella a cada uno de sus hijos”.
Háganse cargo de su educación, dijo el élder Christofferson, “pero recuerden siempre que no están solos”.
Metas para el futuro
Flint llamó al devocional “revelador”.
“Hay muchas oportunidades de educación que ni siquiera sabía que existían”, dijo. En cuanto a los próximos pasos, dijo Flint, por ahora se concentrará en involucrar al Señor en su aprendizaje al continuar asistiendo a seminario.
Su padre, Cameron Nielsen, comentó que estaba feliz de poder asistir al devocional con su hijo y escuchar mensajes sobre cómo la educación y el trabajo honesto son parte de la obra del Señor. “Necesitamos seguir aprendiendo y progresando ahora, sin importar la edad que tengamos o lo lejos que estemos en la vida”.

Alice Brandt, de doce años, de Layton, Utah, apreció el consejo de la presidenta Freeman sobre las bendiciones patriarcales. Ella había planeado pedir su bendición patriarcal cuando se graduara de la escuela preparatoria, pero dijo que decidió orar para recibirla antes.
A su madre, Katie Wendel, le encantó el recordatorio acerca de pedir la ayuda del Espíritu Santo. “Ya sea que te dediques a las finanzas, al fútbol, a la cosmetología o a conducir un autobús escolar, que es lo que yo hago, Él sabe cómo hacer todo y puede ayudarnos si lo incluimos en nuestras vidas”.