El evangelio de Jesucristo insta a los Santos de los Últimos Días a “amar a las personas de todas las religiones, culturas, razas y naciones por el bien común; todos son iguales ante Dios”, dijo el élder Gary E. Stevenson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, durante el Foro Religioso del G20 el 3 de noviembre en Bali, Indonesia.
El foro, conocido como R20, movilizó a diversos líderes religiosos, políticos y ecónomos para encontrar puntos en común y promover la paz y el entendimiento.
El élder Stevenson estuvo acompañado en la conferencia por el élder Jack N. Gerard y el élder David P. Homer de los Setenta y presidente del Área Asia de la Iglesia.
“Nos reunimos de todo el mundo como líderes eclesiásticos, guías espirituales y eruditos de diversas creencias religiosas para compartir perspectivas en esta noble labor de forjar la paz”, dijo el élder Stevenson. “Nos enfrentamos a muchos desafíos, pero una de las pruebas de una sociedad exitosa es aprender del pasado y aceptar la nueva luz y el conocimiento que llega al mundo. La religión no es diferente. Todos podemos aprender unos de otros, de nuestro pasado y de nuestro presente”.
Junto al élder Stevenson en el panel de oradores estuvieron el moderador C. Holland Taylor del Center for Shared Civilizational Values y los panelistas la rabina Silvina Chemen del Seminario Rabínico Latinoamericano en Argentina; el obispo Matthew Hassan Kukah, obispo católico de Sokoto en Nigeria; Imam Addaruqutni de Pimpinan Pusat Muhammadiyah en Indonesia; Ulil Abshar Abdallah, presidente del Instituto Nahdlatul Ulama para el Estudio y Desarrollo de Recursos Humanos en Indonesia; y el Prof. Ahmet Kuru de la Universidad San Diego State. El rabino profesor Alan Brill de la Universidad Seton Hall ofreció el discurso de apertura.
El élder Stevenson comenzó sus comentarios, titulados “Todos son iguales ante Dios: Abriendo nuestros corazones a aquellos que son diferentes”, citando a José Smith. El profeta fundador de la Iglesia animó a los Santos de los Últimos Días a recibir toda la verdad, dijo él.
“Como apóstol de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, represento una fe que tiene un propósito singular — la salvación de todos los hijos de Dios”, dijo el élder Stevenson.
Lograr esta visión de llevar a cabo “la inmortalidad y la vida eterna del hombre”, lleva tiempo, dijo él. “Es como un árbol que brota de una semilla y crece hasta alcanzar su potencial, la religión progresa hacia su plena estatura”.
A pedido de los organizadores del evento, el élder Stevenson habló sobre la revelación de 1978 sobre los privilegios del sacerdocio y del templo extendidos a todos los miembros dignos.
El élder Stevenson señaló que “los Santos de los Últimos Días se basan en una doctrina fundamental de revelación continua”. Él explicó a los asistentes cómo se desarrolla la revelación en la restauración en curso.
Él llamó a la revelación “una gran bendición” para todos los miembros de la Iglesia, que han “sido levantados y fortalecidos por la plena participación de todos los hijos de Dios”.
Citando al presidente Dallin H. Oaks (en inglés), de la Primera Presidencia, el élder Stevenson dijo que uno de los efectos más importantes de la revelación sobre el sacerdocio “es su llamado divino a, abandonar las actitudes de prejuicio contra cualquier grupo de hijos de Dios”.
“Hemos fortalecido nuestras prioridades de servir a los demás y la celebración de la unidad en la diversidad”, dijo él. “Nuestros valores compartidos con las personas de fe nos han obligado a construir puentes de entendimiento interreligioso, a fomentar relaciones de armonía racial y promover la equidad para todos en la sociedad, así como a colaborar con organizaciones humanitarias mundiales”.
El élder Stevenson dijo que dar a los necesitados es un principio importante. Citando un discurso reciente del presidente Oaks durante la conferencia general, él dijo: “Hace unos meses, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días informó por primera vez sobre el alcance de nuestra labor humanitaria en todo el mundo. Nuestras donaciones de 2021 para los necesitados en 188 países de todo el mundo totalizaron 906 millones — casi 1 billón de dólares. Además, nuestros miembros donaron más de 6 millones de horas de trabajo para la misma causa”.
El élder Stevenson dijo que el esfuerzo por entablar un diálogo significativo con aquellos que son diferentes estimula la confianza. “Escuchar la experiencia humana de los demás y compartir nuestra propia historia conduce a una comprensión y un respeto más profundos”, señaló.
La superación de la ignorancia comienza por la comprensión, agregó él.
Con ese fin, los líderes de la Iglesia colaboraron recientemente con amigos musulmanes para publicar un folleto que introduce a las musulmanas (seguidores del islam) y los Santos de los Últimos Días, dijo el élder Stevenson. “Esto muestra cómo las creencias, los valores y las prácticas comunes de ambas religiones se extienden más allá de las fronteras políticas, étnicas o culturales”.
El arduo trabajo de la armonía vale el esfuerzo que requiere, enfatizó él.
Cerrando en el nombre de Jesucristo, el élder Stevenson dijo: “Como alguien llamado a ser testigo de Jesucristo y promover la paz y el amor que Él enseñó, doy testimonio de su divinidad e invoco las bendiciones divinas sobre todos los que buscan servir a Dios”.
Más de 400 invitados participaron en la conferencia de dos días en Indonesia. Estos líderes religiosos provienen de muchos países y tienen millones de seguidores, dijo un informe en ChurchofJesusChrist.org.
La Iglesia tiene varios proyectos humanitarios en marcha en Indonesia, dice el mismo informe. Estos incluyen esfuerzos para llevar agua potable a ocho aldeas, equipar 10 instalaciones de atención médica con equipo de reanimación neonatal y capacitación, y mejorar una escuela y una clínica médica para los desfavorecidos en Yayasan Cahaya Haití. La Iglesia también ayudó recientemente a adaptar y equipar a más de 500 personas con prótesis en Java, Sumatra y Kalimantan.