La presidenta general de la Primaria, Susan H. Porter, invitó a los oyentes a imaginarse caminando por un sendero hacia la “vida eterna”, durante un devocional en la Universidad Brigham Young el martes, 1 de noviembre.
En este camino, avanzan a duras penas, a veces tropezando, mirando sus pies. Van cargados con pesadas mochilas con la etiqueta “cosas para hacer”, que están llenas de listas de cosas que están tratando de hacer para la escuela, el trabajo y para ser buenos miembros de la Iglesia.
“Ahora imaginen lo que cambia cuando deciden mirar hacia arriba”, dijo la presidenta Porter. De repente, los que están en el camino pueden ver la belleza que los rodea, sentir el calor del sol y recordar que el Salvador ofreció dones para el recorrido — fe, arrepentimiento, esperanza, Su Espíritu y otros.
“Ahora, en lugar de simplemente tratar de poner un pie delante del otro al tratar de cumplir con su deber, están enfocados en el Salvador. ¿Cómo pueden recibir Sus dones, Su conocimiento y Su amor?”.
La oración, el estudio de las Escrituras y la búsqueda de las palabras de los profetas ya no son elementos de una lista de tareas pendientes. “Por el contrario, se han convertido en su línea de vida para recibir los dones que necesitan”, dijo.
Al hablar a los estudiantes y profesores reunidos en el Marriott Center en el campus de Provo, Utah, y escuchar virtualmente, la presidenta Porter declaró, “Mi mensaje de hoy es que el evangelio de Jesucristo es un evangelio de gozo porque nuestro Padre Celestial y el Señor Jesucristo nos invitan a recibirlos a Ellos y a Sus dones de valor infinito”.
La presidenta Porter explicó que recibir los dones de Dios es una parte fundamental para convertirse en discípulo de Jesucristo. “A medida que recibimos los dones de Dios, recibimos una porción de Él — Su espíritu, sabiduría y conocimiento. Y, como Alma, Enós y Abish, cuando recibimos los dones de Dios, nos llena el deseo de compartir esos dones con los demás”.
Por invitación de la presidenta Porter, Rachael Anderton, una estudiante de posgrado que estudia interpretación vocal, luego cantó “Más santidad dame”, que enumera algunos de los muchos dones que ofrece el Señor: santidad, consagración, paciencia, resignación, esperanza, abnegación, celo en servir, propósito en la oración, gratitud, fe en el Señor, gozo en Su gloria, fuerza y valor, lágrimas por lo que sufrió, humildad, mansedumbre, integridad, dignidad, justicia, “más como el Señor”.
“¿Cómo podemos recibir estos dones?” preguntó la presidenta Porter. El presidente Henry B. Eyring, segundo consejero de la Primera Presidencia, enseñó: “Los mandamientos y convenios que Él les ofrece no son pruebas para controlarlos, sino un don para llevarlos a recibir todos los dones de Dios” (“Un legado de ánimo”, conferencia general de octubre de 2022).
La presidenta Porter, quien obtuvo una licenciatura en química de BYU, explicó que un átomo de flúor es inestable porque carece de un electrón. Se vuelve más estable y completo a medida que se une y comparte un electrón con el cesio, convirtiéndose en fluoruro de cesio.
“Del mismo modo, cuando vemos nuestra carencia y nos acercamos al Salvador, Él comparte Sus dones con nosotros, haciéndonos más completos y estables”, dijo.
Luego, la presidenta Porter compartió tres formas en que las personas pueden recibir más plenamente los dones de Dios.
1. Elegir la humildad
Este momento de la vida es ajetreado, con mucha presión, señaló la presidenta Porter. “También pueden sentirse estresados espiritualmente”. Sin embargo, ver la propia debilidad no es motivo para desanimarse; es una razón para ser humilde.
“La humildad nos abre el camino para recibir los dones de nuestro Padre Celestial a través del poder habilitador de Su Hijo, Jesucristo”, dijo la presidenta Porter.
El Salvador ha dicho: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).
El Salvador espera a la puerta del corazón, pero no anulará el albedrío. “Ablandar nuestros corazones lo invita a entrar”.
2. Mirar hacia arriba
La presidenta Porter compartió un video del élder Carl B. Cook, de la Presidencia de los Setenta, quien recordó cómo se sentía abrumado como nuevo Setenta Autoridad General. Al entrar en un ascensor en el Edificio de Administración de la Iglesia, se preguntó: “¿Cómo podré hacer esto?” y miró fijamente al suelo.
Una voz alegre, que resultó ser del presidente Thomas S. Monson, le recordó: “¡Es mejor mirar hacia arriba!”.
“¿Qué sucede cuando miramos hacia nuestro Padre Celestial y a Su Hijo?” preguntó la presidenta Porter. “Si estamos demasiado ocupados enfocados en el hacer, podemos olvidarnos de mirar hacia arriba y perder el enfoque en el Dador de todos los dones celestiales”.
En lugar de hacer una lista de las invitaciones de la conferencia general, la presidenta Porter invitó a los alumnos a considerar concentrarse en todos los dones que recibieron de un amoroso Padre Celestial. En su propio estudio del discurso del presidente Russell M. Nelson “Vencer al mundo y hallar descanso”, la presidenta Porter dijo que ha encontrado más de 20 dones específicos que las personas pueden recibir.
“A medida que nos enfocamos en recibir los dones del Salvador, sentiremos gozo y propósito al tratar de comprender los cambios que debemos hacer y luego actuar”, dijo ella.
3. Recibir profundamente
La presidenta Porter señaló que a veces los dones de Dios vienen silenciosamente en pequeños incrementos, pero cada impresión o susurro del Espíritu es un don. “A través de esos dones sabemos que Dios está pendiente de nosotros, que nos necesita y que camina con nosotros. Esas impresiones pueden ser el más sanador y alentador de todos los dones”.
Hace seis años, el día del funeral de su esposo, el élder Bruce D. Porter (en inglés), uno de sus hijos informó que goteaba agua a través de una puerta corrediza de vidrio en su casa. Finalmente, consultó a un contratista y descubrió que la mitad de la parte trasera de la casa estaba dañada por el agua. “¿Cómo podía seguir adelante con todo lo que tenía que hacer, me preguntaba, cuando todavía me esforzaba por seguir simplemente los movimientos de la vida diaria?” recordó la presidenta Porter.
Un día, el contratista le dio una lista de cuatro artículos que debía comprar en una tienda de artículos para el hogar para ayudar con las reparaciones. Cuando llegó a la tienda esa noche, descubrió que había muchas opciones y no tenía idea de cuál elegir. Trató de encontrar un empleado, pero no lo consiguió. Después de media hora de búsqueda infructuosa, estaba al borde de las lágrimas, dijo la presidenta Porter.
Pidió ayuda en oración y un minuto después, un empleado amable y bien informado se le acercó y la ayudó a completar sus compras en 10 minutos.
“Después del fallecimiento de Bruce, recibí muchos dones. Pero ninguno más valioso que el conocimiento que recibí en una noche oscura de viernes, en un pasillo desierto en Lowe’s. Allí recibí un testimonio para mi alma de que Dios estaba conmigo y estaría conmigo en los días y años venideros”, dijo la presidenta Porter.
La mayor bendición de tratar de recibir al Salvador, Su evangelio y Sus dones es que a medida que las personas lo reciban, Él los recibirá. “Por medio de Su gran sacrificio expiatorio, el Salvador rompió las ligaduras de la muerte y abrió la puerta para que todos nosotros regresemos a vivir con Dios, nuestro Padre”, dijo la presidenta Porter.
Como dijo el Salvador a los nefitas después de Su resurrección: “He aquí, mi brazo de misericordia se extiende hacia vosotros; y a cualquiera que venga, yo lo recibiré” (3 Nefi 9:14).
En conclusión, la presidenta Porter dijo: “Miren hacia arriba y procuren recibir los dones que necesitan. Doy testimonio de que mientras buscamos recibir a nuestro Padre Celestial, Su Hijo y Sus dones, ‘derramará sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde’” (Malaquías 3:10).