PROVO, Utah — El élder Carson Brown sabe que está en el Centro de Capacitación Misional preparándose para ir y enseñar a las personas acerca de Jesucristo en la Misión Colombia Barranquilla.
Pero el misionero de Gilbert, Arizona, también sabe algo igual de crucial — el evangelio también es para él individualmente.
“Muchas veces perdemos el enfoque en la importancia de los convenios que hacemos”, dijo el élder Brown después de escuchar al élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, hablar en el CCM el martes por la noche. “Olvidamos cuán importantes son nuestros convenios y no nos enfocamos tanto como deberíamos en nuestras bendiciones y en lo mucho que esos convenios que hacemos bendicen nuestras vidas individualmente”.
Otros misioneros mencionaron sentirse como si estuvieran en una clase con el élder Bednar como profesor. Sin embargo, les dijo que no tomaran notas detalladas de todo lo que decía — sino que escribieran lo que sintieron o lo que aprendieron.
Con esa instrucción, la hermana Ashlyn Vought de St. George, Utah, escribió en su cuaderno en mayúsculas: “Empiecen con Él”.
“Empiecen con Cristo”, explicó. “Si tienen una pregunta, empiecen con Él”.
Cuando vaya a enseñar a otras personas en la Misión Texas Houston Este, la hermana Vought les hablará sobre la senda de los convenios. Cristo no está al final de la senda, sino que camina con las personas en la senda de los convenios — “y Él es el camino”.
Una conexión de convenio con el Cristo viviente
El élder Bednar mostró a los misioneros dos videos (en inglés) filmados con la presidenta general de la Primaria, Susan H. Porter, que ilustraban cómo se puede percibir el progreso en la senda de los convenios: el bautismo, ir al templo, ir a una misión, con Jesucristo al final de la secuencia.
“Pongan a Cristo en primer lugar”, dijo el élder Bednar, y eso cambia todo. Cuando los hombres y las mujeres jóvenes pongan a Cristo en primer lugar en su vida, querrán hacer convenios sagrados del templo. Querrán ir a una misión. Cuando ponen a Cristo en primer lugar, comienzan a comprender las ordenanzas y los convenios que están haciendo con el Salvador, y querrán hacer Su voluntad y ser más como Él.
El élder Tyler Peterson de Mesa, Arizona, quien está asignado a la Misión Nicaragua Managua Norte, aprendió la importancia de enfocarse primero en Cristo y establecer una conexión individual con Él.
“Ese ha sido el enfoque de toda esta experiencia del CCM, pero también conocerlo como mi Salvador personal y no solo como un ’ser’ en algún lugar”, dijo el élder Peterson. “Podemos enfocarnos en hacerlo parte de nuestros pensamientos y acciones cotidianos”.
Su compañero, el élder James Radford de Spanish Fork, Utah, agregó que aprendió a: “Amar a Cristo y centrarse en Él y conocer el significado de los convenios que hacemos”.
A través de los convenios y las ordenanzas del Evangelio, dijo el élder Bednar: “Estamos unidos con el Señor Jesucristo resucitado y viviente. Eso es más que solo una relación; es una conexión personal de convenio”.
Reiteró a los misioneros que esto no es solo algo que ellos enseñarán a otros: “Es individual, es personal, es específico y es para ustedes”.
Secuencias en las escrituras
El élder Bednar mostró a los misioneros los conceptos clave que se encuentran al observar las secuencias en la restauración, los Artículos de Fe y los últimos diez capítulos de Moroni en el Libro de Mormón.
Al élder Robert Lees de Mesa, Arizona, quien también va a la Misión Colombia Barranquilla, le encantaron esas referencias.
“A medida que conocemos las secuencias del Evangelio y cómo obra el Señor, vamos conociendo al Señor”, dijo el élder Lees. “Y a medida que conocemos al Señor, aprendemos cómo permanecer en Él y caminar en Él y con Él”.
Estudiar las Escrituras con el élder Bednar ayudó a la hermana Kira Heywood de Farmington, Utah, a obtener respuestas a sus preguntas.
“Algo en lo que me he estado enfocando en aprender a hacer es cómo llevar a cabo mi propio estudio personal”, dijo. “Tenía una pregunta en mi corazón sobre cómo hacer eso, y siento que él respondió esas preguntas por mí. Tomó las Escrituras y las alejó, luego las reordenó y volvió a acercarlas. Realmente lo aprecié mucho”.
Pronto, cuando esté enseñando el evangelio a las personas en la Misión Farmington de Nuevo México, tratará de usar más ese método.
“Es fácil concentrarse en la historia, pero hay que alejarse y ver cuáles son los principios que se están aprendiendo”, dijo.
El élder Bednar quería asegurarse de que los misioneros no enfatizaran el bautismo, la confirmación y la Santa Cena por separado — sino que forman una secuencia.
“¿Entendemos que tenemos una oportunidad continua de retener la remisión de nuestros pecados?” preguntó a los misioneros. “Los actos de comer y beber el pan y el agua no perdonan los pecados. Pero a medida que nos preparamos con oración y sinceridad y participamos dignamente en la ordenanza, examinamos nuestras acciones y los deseos de nuestro corazón y aceptamos la invitación del Señor de arrepentirnos. Cuando ofrecemos el sacrificio que Él requiere — un corazón quebrantado y un espíritu contrito — se nos promete que siempre podremos tener Su Espíritu con nosotros. Y por el poder santificador del Espíritu Santo como nuestro compañero constante, podemos obtener y retener siempre la remisión de nuestros pecados”.
Los invitó a ayudar a las personas a las que enseñan a entender que el evangelio es un evangelio de oportunidades interminables debido al arrepentimiento.
El apostolado
El élder Bednar describió brevemente algunas de las funciones y responsabilidades del Cuórum de los Doce Apóstoles como “consejeros viajantes” y “testigos especiales del nombre de Cristo en todo el mundo” (Doctrina y Convenios 107:23).
Del 1 de agosto al 1 de noviembre, el élder Bednar y su esposa, la hermana Susan Bednar, visitaron 22 ciudades en ocho países — Estados Unidos, Corea del Sur, Japón, Suiza, Albania, Austria, Hungría y Rumania — viajaron 54 798 km, dieron 37 discursos y hablaron en ocho reuniones de misión completas.
Fueron 25 días de viaje en tres meses y muchas habitaciones de hotel. “Viajar no es exótico. Es horrible”, bromeó.
Luego, el élder Bednar mostró otro mapa de los viajes recientes del Cuórum de los Doce Apóstoles — y sumaba 51 países.
Los datos reiteraron al élder Radford lo que aprendió de las enseñanzas de los apóstoles y sus ejemplos. “Saben lo que está pasando en el mundo porque están ahí fuera todo el tiempo”, dijo.
Mientras tanto, el élder Bednar dijo que Doctrina y Convenios 107:23 a menudo se cita incorrectamente. Dice que los Doce Apóstoles no son llamados a ser testigos de Cristo, sino “testigos especiales del nombre de Cristo en todo el mundo” (énfasis añadido).
Todo miembro de la Iglesia debe tener y ser un testigo de Jesucristo mediante el poder del Espíritu Santo, dijo el élder Bednar. Pero los apóstoles a través de la ordenación, el apartamiento y las llaves del sacerdocio son testigos especiales del nombre de Cristo, es decir, testigos en todo el mundo de Su realidad viviente y divinidad, Su doctrina, Su autoridad y Su santa obra.
Verdadera conversión
La hermana Bednar agradeció a los matrimonios de misioneros mayores en la audiencia por su servicio. Mencionó que la misión de sus padres se convirtió en uno de los mejores ejemplos de servicio para sus tres hijos mientras oraban por sus abuelos.
Luego habló a todos los misioneros sobre la verdadera conversión al plan de Dios.
“Ruego que mientras pensamos, estudiamos, oramos y buscamos formas en las que realmente podamos conectarnos con el Señor, hagamos las cosas que sabemos que debemos hacer”, dijo.
Esta conversión no es solo para su servicio misional, “sino para su servicio de por vida”, dijo, “y no solo está en nuestras mentes sino también en nuestros corazones”.
Habló de un misionero que ella y el élder Bednar conocieron una vez que no creía que la Expiación del Salvador funcionara para él, aunque sentía que funcionaba para todos los demás. Creía en Cristo, pero también necesitaba creerle a Cristo. “El Señor envió un apóstol para que lo mirara a los ojos y le dijera que él también era amado”, dijo.
Los niños de la Primaria cantan sobre cómo pueden sentir el amor de su Salvador en todo el mundo que los rodea.
“Si se sienten deprimidos y no saben realmente que Cristo los ama, oren para saberlo… oren para ver dónde intervino Él en su vida ese día, y Él se los recordará”, dijo la hermana Bednar.