El élder Ricardo P. Giménez, Setenta Autoridad General, nunca soñó que algún día daría un discurso devocional en la Universidad Brigham Young. Así que cuando se presentó esa oportunidad, reflexionó seriamente sobre lo que debía compartir con los estudiantes — y por qué debía compartirlo con ellos.
“La razón por la que esta [asignación de discursar] es importante para mí es porque lo amo a Él; amo a nuestro Salvador”, dijo el élder Giménez, y agregó que el amor por Jesucristo “nos ayudará a comprender el verdadero ‘por qué’ detrás de todas las cosas que hacemos como discípulos del Salvador. Esto nos ayudará a tener una conexión de convenio con los cielos, a comprender Sus verdades, Sus verdades eternas y absolutas que nunca cambiarán”.
El élder Giménez habló sobre los “por qué” espirituales — en particular la importancia de comprender por qué los Santos de los Últimos Días viven el Evangelio — durante un devocional de BYU el martes, 11 de febrero.
El mundo generalmente se centra en lograr constantemente metas y completar tareas, dijo el élder Giménez. Aunque establecer metas y trabajar duro para alcanzarlas es bueno, tener una mentalidad orientada a las metas sobre la fe puede hacer que los miembros de la Iglesia pierdan el enfoque en Jesucristo.
“Hacer cosas justas y hacerlas de manera apropiada es grandioso”, dijo el élder Giménez, “pero cuando las conectamos con el ‘por qué’, seremos bendecidos para entender la razón. No se tratará solo de hacerlo bien; sino también de entenderlo bien”.
En busca de los ‘por qué’
El élder Giménez usó el ejemplo hipotético de alguien que trata la obra de historia familiar como un trabajo literal: una lista de tareas, desde encontrar nombres hasta completar las ordenanzas vicarias del templo, que deben terminarse de la manera más eficiente posible. Esta persona, al completar una sesión de investidura para un antepasado, podría pasar directamente a través del salón celestial sin detenerse porque su “trabajo” en el templo ya está hecho y ahora tiene otras tareas que completar.
Un mejor enfoque, dijo el élder Giménez, sería acercarse primero a Jesucristo.
Considere que la adoración en el templo es una manera en que una persona puede demostrarle al Salvador que lo ama; y medite en cómo el completar las ordenanzas del templo es un acto de amor por los antepasados. Luego asista al templo preparado para adorar conscientemente y comunicarse con Dios.
En ambos ejemplos, alguien está haciendo algo justo, dijo el élder Giménez. Pero en un caso, la meta parece ser simplemente usar las bendiciones del Padre Celestial, mientras que en el otro, la persona acepta todos los propósitos y bendiciones de la obra del templo.
“Por lo tanto, cuando somos intencionales y procuramos estar conscientes del ‘por qué’, incluso cuando vamos al templo, comprenderemos el significado de la promesa del presidente [Russell M.] Nelson cuando dijo: ‘Todo aquel que busque sinceramente a Jesucristo lo hallará en el templo’”, dijo el élder Giménez, citando el discurso de la conferencia general de octubre de 2024 del presidente Nelson.
Una invitación a actuar
El élder Giménez también advirtió a los alumnos que desconfíen de las voces que afirman que las verdades fundamentales y el evangelio restaurado de Jesucristo no son necesarios. Esas voces también podrían decir que una relación personal con el Salvador es suficiente y que la religión organizada no es esencial.
Pero Dios el Padre y Su Hijo se aparecieron a José Smith, marcando el comienzo de la Restauración, testificó el élder Giménez; y la Iglesia es el medio establecido por el Padre Celestial para crear convenios con Sus hijos e hijas.
“Es más que una relación personal con nuestro Padre Celestial y Su Hijo lo que necesitamos”, dijo el élder Giménez. “Es una conexión de convenio que nos dará acceso al amor del convenio y a las ordenanzas necesarias para alcanzar el reino más alto de gloria preparado para todos aquellos que son leales y fieles a sus convenios”.
El élder Giménez concluyó su mensaje invitando a los oyentes a meditar en sus “por qué” personales del Evangelio. Busquen una conexión entre los actos de adoración y el amor por el Salvador, dijo; luego escriban esos “por qué” y compártanlos con amigos, compañeros de cuarto u otras personas.
Si alguien no sabe sus “por qué”, está bien, continuó el élder Giménez. Aún pueden escribir sus sentimientos y meditar en maneras de encontrar respuestas espirituales.
“Por favor, comiencen hoy y háganlo hasta la conferencia general [de abril de 2025]”, dijo el élder Giménez, y agregó: “Por favor, mediten en estos pensamientos y sentimientos y decidan actuar, incluso si comienzan con solo un deseo de creer”.
Luego dio testimonio de la realidad y divinidad de Jesucristo “con toda la energía de mi alma. ... [El Salvador] los ama. Él sabe exactamente lo que está sucediendo en su vida. Sus brazos están bien abiertos, extendiendo la invitación: ‘Venid a mí... y yo os haré descansar’ (Mateo 11:28)”.