La guía de estudio “Ven, sígueme” de esta semana cubre 2 Nefi 6-10, que incluye las enseñanzas de Jacob a los nefitas.
A continuación, les ofrecemos algunas citas de líderes de la Iglesia, actuales y del pasado, sobre estos capítulos.
2 Nefi 6
“La pregunta: ‘¿Confiamos en Él?’; tal vez se podría formular mejor: ‘¿Tenemos la fe para confiar en Él?’ ...
“¿Tenemos la fe suficiente para confiar en que Él nos visitará en nuestras aflicciones, que Él contenderá con el que contienda con nosotros (véase 2 Nefi 6:17), y que Él consagrará nuestras aflicciones para nuestro provecho? …
Hermanos y hermanas, ¡podemos tener la fe para confiar en Él! Él desea lo mejor para nosotros. Él contestará nuestras oraciones. Él cumplirá Sus promesas. Él tiene el poder para cumplir esas promesas. ¡Él lo sabe todo! Y lo más importante, Él sabe lo que es mejor.
— Elder Stanley G. Ellis, conferencia general de octubre de 2017, “¿Confiamos en Él? Lo difícil es bueno”
“De manera que el amor es la evidencia de nuestra propia conversión y se manifiesta en el interés que tengamos por la salvación de los demás. Jacob les dijo a los nefitas: ‘…anhelo el bienestar de vuestras almas. Sí, grande es mi preocupación por vosotros…’ (2 Nefi 6:3). ...
“Este amor, o caridad, es nuestra mayor posesión”.
— Élder Jack H. Goaslind, Jr., conferencia general de octubre de 1983, “Nuestra responsabilidad de llevar el evangelio hasta los cabos de la tierra”
2 Nefi 8
“Inevitablemente, las acciones de las personas que intentan seguir el Plan de Salvación de Dios pueden causar malentendidos e incluso conflicto con familiares o amigos que no crean en esos principios. Tal conflicto es siempre así. Cada generación que ha procurado seguir el plan de Dios ha tenido sus desafíos. En la antigüedad, el profeta Isaías dio fortaleza a los Israelitas, a quienes llamó ‘los que conocéis rectitud… en cuyo corazón está mi ley’. A ellos declaró, ‘No temáis afrenta de hombre ni tengáis miedo de sus ultrajes’ (Isaías 51:7; véase también 2 Nefi 8:7). Sea cual sea la causa del conflicto con aquellos que no entienden o creen el plan de Dios, aquellos que sí lo creen tienen el mandamiento de escoger la manera del Señor en lugar de la manera del mundo”.
—El entonces élder Dallin H. Oaks, conferencia general de octubre de 2017, “El plan y la proclamación”
“Al cumplir doce años, yo medía cerca de un metro ochenta de estatura y, socialmente, era un completo desastre. El ser mucho más alta que el resto de mis amigos fue el gran tormento de mi adolescencia. Yo no deseaba sobresalir —al menos no de esa forma—, por lo que comencé a encorvarme. Mi madre constantemente me instaba a que ‘me mantuviera erguida’. Y bien, en aquel tiempo no quería hacerlo, pero ahora sí, ya que se nos ha amonestado a levantarnos (2 Nefi 8:17) y a ser testigos (véase Mosíah 18:9) para que aparezcamos ‘sin culpa ante Dios en el último día’ (D. y C. 4:2). No he hallado en las Escrituras ningún mandamiento de andar con los hombros caídos en Sión; por lo contrario, se nos dice reiteradamente que debemos ‘levantarnos y ponernos de pie’ (véase 3 Nefi 20:2)”.
— Hermana Sheri L. Dew (en inglés), en aquel entonces, Segunda consejera de la presidencia general de la Sociedad de Socorro, conferencia general de octubre de 2000, “Mantengámonos erguidas y permanezcamos unidas”
“Que todos podamos sentir el poder de tanta maravilla y a la vez tomar la gran determinación de llevar adelante aquellas cosas maravillosas a las que hemos sido llamados en estos tiempos difíciles. ‘Porque el Señor consolará a Sion; … Allí habrá alegría y gozo, alabanza y voz de melodía.’ (2 Nefi 8:3)”.
— Élder Neal A. Maxwell (en inglés), Conferencia general de octubre de 1980, “Seamos todos hermanos”
2 Nefi 9
“El sufrimiento del Salvador en Getsemaní y Su agonía en la cruz nos redimen del pecado al satisfacer lo que la justicia demanda de nosotros. Él extiende misericordia y perdona a quienes se arrepienten. La Expiación también salda la deuda que la justicia tiene con nosotros al sanarnos y compensarnos por cualquier sufrimiento que padezcamos sin ser culpables. ‘…porque he aquí, él sufre los dolores de todos los hombres, sí, los dolores de toda criatura viviente, tanto hombres como mujeres y niños, que pertenecen a la familia de Adán’ (2 Nefi 9:21; véase también Alma 7:11–12)”.
— Élder D. Todd Christofferson, conferencia general de abril de 2013, “Redención”
“Lo opuesto de sagrado es lo profano o seglar, lo que es temporal o mundano. Lo mundano compite constantemente con lo sagrado por nuestra atención y prioridades. El conocimiento de lo terrenal es esencial para nuestra vida temporal y cotidiana. El Señor nos manda que busquemos conocimiento y sabiduría, estudiemos y aprendamos de los mejores libros y nos familiaricemos con los idiomas, lenguas y pueblos (véase D. y C. 88:118; 90:15). Por lo tanto, la opción para poner lo sagrado sobre lo seglar es una opción de relativa prioridad y no de exclusividad; ‘bueno es ser instruido, si [hacemos] caso de los consejos de Dios’ (2 Nefi 9:29)”.
— Élder Paul B. Pieper, conferencia general de abril de 2012, “Mantener sagrado”
“Una y otra vez el Libro de Mormón actúa como un testigo confirmador, clarificador y unificador de las doctrinas que enseña la Biblia, a fin de que haya sólo ‘un Señor, una fe, un bautismo’ (Efesios 4:5). Por ejemplo: algunas personas están confundidas en cuanto a si el bautismo es esencial para la salvación, aun cuando el Salvador le declaró a Nicodemo: ‘el que no naciere de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios’ (Juan 3:5). No obstante, el Libro de Mormón elimina toda duda en cuanto al tema: ‘Y él manda a todos los hombres que se arrepientan y se bauticen en su nombre… o no pueden ser salvos en el reino de Dios’ (2 Nefi 9:23)”.
— Elder Tad R. Callister, conferencia general de octubre de 2011, “El Libro de Mormón: Un libro proveniente de Dios”
“En los últimos años también he estado cerca del sufrimiento de muchas personas, incluyendo a muchos de los santos. Oramos por ellos, y les recordamos continuamente delante del Señor pidiendo que su fe no falte y que sigan adelante con paciencia. A ellos, les repetimos las reconfortantes palabras del profeta Jacob en el Libro de Mormón:
“’Así pues, amados hermanos míos, venid al Señor, el Santo. Recordad que sus sendas son justas. He aquí, la vía para el hombre es angosta, mas se halla en línea recta ante él; y el guardián de la puerta es el Santo de Israel; y allí él no emplea ningún sirviente, y no hay otra entrada sino por la puerta; porque él no puede ser engañado, pues su nombre es el Señor Dios.
“’Y al que llamare, él abrirá’ (2 Nefi 9:41–42)”.
— Élder Benjamín De Hoyos, conferencia general de abril de 2011, “Llamados a ser santos”
“Ya que existimos como hijos espirituales antes de venir a la tierra y seremos inmortales en la siguiente vida, esta vida terrenal es en realidad un momento muy corto.
“No obstante, es un día de probación, pero también de oportunidades cuando escogemos seguir la invitación de no malgastar los días de nuestra probación (véase 2 Nefi 9:27). Los pensamientos que moran en nuestra mente, los sentimientos que abrigamos en nuestro corazón y las cosas que hacemos tendrán un impacto determinante en nuestra vida, tanto aquí como en la vida venidera”.
— Élder Per G. Malm, conferencia general de octubre de 2010, “Descanso para vuestra alma”
“Con todo el amor que llevo en mi interior, y con el amor del Salvador que se expresa por medio de mí, les invito a venir a Él y a escuchar Sus palabras: ‘Por lo tanto, no gastéis dinero en lo que no tiene valor, ni vuestro trabajo en lo que no puede satisfacer. Escuchadme diligentemente, y recordad las palabras que he hablado; y venid al Santo de Israel y saciaos de lo que no perece ni se puede corromper’ (2 Nefi 9:51)”.
Testifico que el apetito de poseer cosas mundanas sólo se puede superar si nos volvemos al Señor. El hambre de la adicción sólo se puede reemplazar con nuestro amor por Él. Él está presto para ayudarnos a cada uno de nosotros.
— Élder Robert D. Hales (en inglés), conferencia general de abril de 2009, “Seamos proveedores providentes temporal y espiritualmente”
“Al hablar también de la Expiación, Jacob, el hermano de Nefi, enseñó: ‘Por tanto, es preciso que sea una expiación infinita, pues a menos que fuera una expiación infinita, esta corrupción no podría revestirse de incorrupción. De modo que el primer juicio que vino sobre el hombre habría tenido que permanecer infinitamente. Y siendo así, esta carne tendría que descender para pudrirse y desmenuzarse en su madre tierra, para no levantarse jamás’ (2 Nefi 9:7).
“La expiación de Jesucristo está al alcance de cada uno de nosotros. Su expiación es infinita y se aplica a todos, incluso a usted, ésta puede purificar, reivindicar y santificar; incluso a usted. Eso es lo que infinito significa: total, completo, todo, para siempre”.
— Élder Shayne M. Bowen, conferencia general de octubre de 2006, “La Expiación puede purificarnos, reivindicarnos y santificarnos”
2 Nefi 10
“Después de más de doscientos años, muchos todavía buscan las verdades necesarias para liberarse de algunas de las tradiciones y mentiras que el adversario difunde por todo el mundo. …
“El Salvador prometió que Él será la luz para todos aquellos que escuchen Sus palabras (véase 2 Nefi 10:14)”.
— Élder Thierry K. Mutombo, conferencia general de abril de 2021 (en inglés) “Seréis libres”
“La agradable palabra de Dios nos invita a hacer uso del poder de la expiación de Cristo para aplicarla a nosotros mismos y ser reconciliados con Su voluntad —y no con la voluntad del diablo y de la carne— a fin de que seamos salvos mediante Su gracia (véase 2 Nefi 10:24–25)”.
— Elder Francisco J. Viñas, conferencia general de octubre de 2015, “La agradable palabra de Dios”
“Sin embargo, no podemos afirmar que nuestra fe en hacer lo que Jesús nos ha mandado si primero no afirmamos nuestra fe en Él. Si Jesús fuera solo un hombre, aunque fuera un hombre muy bueno, su consejo sería tan solo el de un moralista de una época pasada; pero es otra cosa muy distinta que el Creador de innumerables mundos, cuyo interés principal es nuestra felicidad individual, mande: ‘No cometerás adulterio’. Por lo tanto, nuestra tarea es la de reconciliarnos ‘con la voluntad de Dios, y no con la voluntad de … la carne’ (2 Nefi 10:24).”
— Élder Neal A. Maxwell (en inglés), conferencia general de abril de 1987, “‘Al que venciere … así como yo he vencido’”
“De hecho, no hay tal cosa como la neutralidad en lo que concierne al evangelio. …
“Y fue Jacob quien dijo: ‘Porque aquellos que no son conmigo, contra mí son, dice nuestro Dios’ (2 Nefi 10:16).
“Si no sostenemos y apoyamos el reino de Dios en todas las cosas, estaremos por consiguiente colaborando con una causa que no es la del Señor”.
— Elder Bruce R. McConkie, conferencia general de octubre de 1984, “La caravana continúa su marcha”
“Hay tantos que se sienten afligidos y agobiados porque no se han comportado de manera tal que su conciencia lo apruebe. A ellos, el Señor continúa hablándoles a través de sus profetas, antiguos y modernos. Recuerden las palabras que habló Jacob a sus hermanos: ‘Ahora bien, amados hermanos míos, en vista de que nuestro clemente Dios nos ha dado tan gran conocimiento acerca de estas cosas, acordémonos de él, y dejemos a un lado nuestros pecados, y no inclinemos la cabeza, porque no somos desechados …’ (2 Nefi 10:20).”
— “Elder Marion D. Hanks, conferencia general de abril de 1973, “¿Qué clase de hombres debéis ser? ‘Como yo soy’” (en inglés)
“Uno de los principios sobre el cual se basó el plan [del Padre Celestial] fue el libre albedrío. Tuvimos el libre albedrío en el cielo y tomamos las decisiones correctas. Como seres mortales, ahora, también tenemos nuestro libre albedrío. Podemos elegir a quién seguiremos, si a Satanás o al Salvador.
‘Anímense, pues, vuestros corazones, y recordad que sois libres para obrar por vosotros mismos, para escoger la vía de la muerte interminable, o la vía de la vida eterna. (2 Nefi 10:23)’”.
— Obispo Victor L. Brown, conferencia de abril de 1971, “El significado de la moralidad” (en inglés)