Para aquellos a quienes se les ha ministrado en los últimos cien días, los proyectos de servicio, las sonrisas cálidas y los mensajes de texto amistosos fueron más que una casilla para marcar; fueron una extensión de los brazos del Salvador.
Con la ayuda de Sus discípulos de todo el mundo, el amor de Cristo estuvo en Perú, cuando una hermana se sintió valorada en un nuevo barrio. Su sanación estuvo presente en Sudáfrica, cuando viejas amigas se reencontraron después de haberse distanciado. Su alivio estuvo presente en Brasil, cuando una conexión fortalecida con un hermano ministrante le brindó consuelo.
Y mediante la función profética del presidente Russell M. Nelson de testificar de Jesucristo, todo comenzó con un deseo de cumpleaños y una invitación.
“Uno de los lugares donde el Salvador utilizó el número 100 en las Escrituras fue en la parábola de la oveja perdida”, escribió el presidente Nelson en una publicación en las redes sociales el sábado 1° de junio. “Aunque noventa y nueve de su rebaño estaban a salvo a su lado, el pastor fue en busca de una, la que se había perdido”.
El profeta cumple 100 años el 9 de septiembre y dijo que, aunque no necesita regalos físicos, “una ofrenda espiritual que alegraría mi vida es que cada uno de nosotros tendiera la mano a ‘cada persona en particular’ en nuestra vida que tal vez se sienta perdida o sola”.
Innumerables miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en todo el mundo tomaron en serio esta invitación y reflexionaron sobre a quién podrían bendecir en sus esfuerzos individuales y luego tomaron medidas.
Church News preguntó a los lectores cómo se han acercado a “cada persona en particular” o cómo se les ha ministrado como “cada persona en particular”. A continuación, se presenta una muestra de las muchas formas en que los santos han seguido la invitación del presidente Nelson en las últimas semanas.
Corazones de papel con mensajes de ánimo
Después de un día particularmente difícil en el trabajo, Monique Barr de la Rama Lakeview 9, Estaca Lakeview Orem, Utah, llegó a casa y encontró corazones de papel con mensajes de ánimo en la puerta.
Una nota decía, “Gracias por ser como eres”. Otra decía, “Tu impacto es mayor del que crees”. Estas y otras palabras de afecto fueron un alivio muy deseado en un día en el que estaba pasando por dificultades.
“Era justo lo que necesitaba”, contó Barr. “Fue como una nota de amor de mi Padre Celestial a través de otra persona haciéndome saber que me conocía y amaba, a pesar de mis difíciles circunstancias”.
100 actos de servicio de la Primaria
Kira Bates — presidenta de la Primaria del Barrio Caldwell 14, Estaca Caldwell Este, Idaho, dijo que la Primaria se fijó la meta de realizar 100 actos de servicio antes del cumpleaños número 100 del presidente Nelson. En sus esfuerzos por ayudar a cada persona en particular, los niños limpiaron su casa, ayudaron a sus padres a lavar los platos, recogieron juguetes, animaron a sus hermanos y más.
“Los niños han estado muy emocionados con esto”, dijo Bates, “y la mayoría de los niños no pueden esperar hasta que termine el tiempo para cantar para compartir el servicio que han realizado durante la semana pasada”.
Ella dijo que su entusiasmo por ministrar es contagioso. “Me han mostrado lo divertido que es servir y cuánto gozo nos puede dar realizar el servicio”.
La Primaria alcanzó su meta de 100 actos de servicio en dos meses y actualmente ha realizado más de 135 actos de servicio.
Reconectando una preciada amistad
Para Tsuki Rametse, de la Rama Polokwane, Distrito Polokwane, Sudáfrica, la invitación del profeta llegó en el momento justo. Cuando escuchó su deseo de cumpleaños, el nombre de una vieja amiga le vino a la mente. Las dos se conocían muy bien desde 2012, pero luego perdieron el contacto y se distanciaron.
“Estaba tan emocionada de saber de mí”, dijo Rametse. “Me dijo lo que pensaba de mí, que siempre quiso comunicarse conmigo, pero nunca supo cómo hacerlo”.
Las dos son ahora más cercanas que nunca como amigas, retomando la relación donde la habían dejado. “Gracias al consejo del presidente Nelson”, dijo, “me he reunido con mi hermana en Sión”.
Genealogía para una persona sin hogar
La hermana Edna Washburn y su esposo, el élder Thomas Washburn, encontraron a “la persona en particular” mientras prestaban servicio en FamilySearch juntos en la Misión Canadá Montreal. Cuando la pareja, de Marshall, Misuri, camina hacia los Archivos Nacionales de Quebec cada mañana, pasan y saludan a varias personas sin hogar. Un día, los Washburn repartieron cuadros genealógicos para que los completaran.
Después de recibir un cuadro con la información que un hombre pudo recordar, el élder y la hermana Washburn se pusieron a investigar. Más tarde se encontraron con él con una carpeta que contenía una docena de documentos y fotos de la historia de su familia.
“Con lágrimas en los ojos, miró con entusiasmo cada página y expresó su gratitud”, relató la hermana Washburn. “Cuando ya nos íbamos, me sentí obligada a volverme hacia él y decirle que esa era la manera en que Dios le hacía saber que no lo había olvidado. Me estrechó la mano y le dio gracias a Dios”.
‘Me sentí muy cuidada’
Después de una cirugía reciente, Maureen Tracy, del Barrio McMinnville 1, Estaca McMinnville, Oregón, trató de pasar desapercibida mientras entraba a la reunión sacramental con muletas.
“El obispo mismo bajó del estrado con su consejero y se apresuró a acercarse, ofreciéndose a traerme una silla para apoyar mi pierna”, relató Tracy. Unos minutos después, una hermana cruzó la capilla desde su asiento habitual para sentarse junto a Tracy durante una hora.
“Me sorprendió que, en lugar de sentirme avergonzada, me sentí muy cuidada y protegida”.
Reconstruyendo una casa derrumbada
Los miembros de la Rama Abaetetuba, Distrito Barcarena, Brasil, se unieron a los misioneros locales para comenzar a reconstruir a mano la casa de un miembro que se había derrumbado. El presidente de la rama, Lucivaldo Belo Da Silva, que trabaja en la construcción, guió al grupo de aproximadamente una docena de santos para fortalecer adecuadamente los cimientos de concreto.
El élder Alex Maxfield, de West Jordan, Utah, y que sirve en la Misión Brasil Belém, fue uno de los élderes que trabajaron el 15 de agosto. “Espero que este humilde proyecto de servicio la ayude a sentir el amor de Dios”, dijo.
El proyecto aún tiene un largo camino por recorrer, pero los miembros de la rama se han comprometido a continuar su servicio a esta “persona en particular” en las próximas semanas.
Realizando 100 ordenanzas del templo
Los miembros del Barrio de Adultos Solteros Oquirrh, Mountain, Estaca Oquirrh West Jordan, Utah, se fijaron la meta de realizar 100 ordenanzas vicarias en la Casa del Señor antes del cumpleaños número 100 del presidente Nelson. Comenzó con Daphne LeBaron y algunos amigos, luego el grupo creció a alrededor de 20 personas a medida que invitaban a quienes ministraban y a quienes los ministraban a ellos.
Estos santos registraron las ordenanzas en una hoja de cálculo cada vez que iban, y añadieron pensamientos, sentimientos y testimonios adicionales de su tiempo en el templo. Varios de los que asistían al templo lograron una conexión más fuerte con la familia a través de los nombres de sus familiares.
Uno escribió: “Me encantó la forma en que mi corazón y mi mente se llenaron de luz y gozo al ver a cada amigo ayudarse mutuamente con nombres y ordenanzas para servir a la familia del otro. Eso me hizo sentir como en el cielo”.
El grupo realizó su ordenanza vicaria número 100 el 28 de junio, el mismo mes en que el profeta extendió la invitación y dos meses antes de su cumpleaños. Terminaron con un recuento de 455 ordenanzas desde que comenzaron, y adquirieron un mayor amor por cada antepasado como “cada persona en particular” en cada visita.
Ministrar es ‘una presencia constante y atenta’
Después de escuchar la invitación del presidente Nelson de tender la mano a cada persona en particular, José Carlos Pacovski, del Barrio Granja Viana 1, Estaca Cotia São Paulo, Brasil, sintió una impresión espiritual de conectarse más estrechamente con un hombre al que se le había asignado ministrar.
La semana después de que comenzaron estos esfuerzos, el hombre fue llevado al hospital por enfermedad. Pacovski pudo usar su relación fortalecida para consolar a su amigo en su dificultad.
“Esta experiencia me enseñó una valiosa lección sobre la ministración”, dijo Pacovski. “La vida es impredecible y las necesidades de las personas cambian constantemente”. Aprendió que tender la mano a cada persona en particular es más que completar una tarea; se trata de estar atento a las necesidades de los demás y estar dispuesto a ajustar los esfuerzos de acuerdo con esas necesidades.
Dijo: “Creo que la ministración ideal no se limita al contacto esporádico, sino más bien a una presencia constante y atenta en la vida de los miembros”.
Encontrando consuelo en un nuevo barrio
Magnolia Díaz se sintió atraída por “cada persona en particular” cuando recientemente se mudó al Barrio Precursores, Estaca Maranga Lima, Perú.
“He estado asistiendo a mi nuevo barrio durante dos semanas”, escribió Díaz el 16 de agosto, “y me han hecho sentir como si los conociera de toda la vida”.
Ella continuó: “Aprecio el amor que me demuestran y lo dispuestas que están mis nuevas hermanas de la Sociedad de Socorro a hacerme sentir cómoda”.
Ayuda después de un sótano inundado
Alex Napierski, del Barrio JAS Orem 7, Estaca JAS Orem 2, Utah, vio a muchos ministrar a su familia en tiempos de crisis después de que se inundara su sótano.
“En cuestión de minutos, varios miembros del barrio estaban ayudando y proporcionando alimentos”, dijo. “Fue increíble”. Una pareja de la zona, a pesar de que también tenían una casa que se inundó, llevó comida a la familia Napierski al día siguiente.
Tendiendo la mano a una persona en prisión
La oración y la consideración atenta del deseo de cumpleaños del presidente Nelson llevaron a Kelly Akhtar, del Barrio Killian, Estaca Miami, Florida, a escribir una carta a un recluso Santo de los Últimos Días en una prisión local. Le hizo saber que lo amaban y le envió una copia de la invitación del profeta para que se acercara a cada persona en particular.
Akhtar contó: “Este recluso me respondió y me dijo que yo era una respuesta a sus oraciones y que le recordaba que no se habían olvidado de él. Él expresó su amor por el Señor y que ha compartido su ejemplar del Libro de Mormón con otros reclusos”.
Su respuesta levantó el ánimo de Akhtar, ya que reconoció que había seguido una inspiración del Espíritu Santo y que los esfuerzos se extendieron mucho más allá de ella misma.
“Me dijo en su carta que él era en verdad la persona a la que necesitaba ayuda, y dijo que, como le he mostrado con el ejemplo que debe seguir las palabras del profeta, él también está orando para saber a quién ayudar en la prisión que pueda necesitarlo más”.
‘Un gran ejemplo de amor puro’
Iva Grech, del Barrio Park Ridge 1, Estaca Beenleigh Brisbane, Australia, se ha fortalecido al ver el altruismo de una hermana de su barrio, la hermana Edwards. A pesar de un fuerte dolor de espalda, todavía cumple con su llamamiento una vez al mes como acompañante del barrio.
“Quiero mucho a esta hermana”, dijo Grech, quien le envía mensajes de texto amistosos para saber cómo está. “Es un gran ejemplo de amor puro al servir al Señor en su llamamiento”.
Esperanza en tiempos difíciles
Marilyn Rish Parks, del Barrio Hobble Creek 2, Estaca Hobble Creek Oeste Springville, Utah, se acercó a una persona que no es miembro y vive en un asilo de ancianos de Ohio. Sus dolencias físicas, incluyendo el cáncer, la han llevado a vivir días difíciles y deprimentes.
Parks dijo: “He tratado de incluir cuidadosamente en mis mensajes mi testimonio de que no está sola, que tiene un Padre Celestial que la ama, que se preocupa por ella y que no la castiga, y un Salvador que está dispuesto a compartir su carga y caminar con ella en estos tiempos difíciles”.
Agregó el deseo de que este acercamiento lleve a su amiga al evangelio de Jesucristo. “Espero que mis pequeños esfuerzos por compartir el amor de Dios con ella le abran el camino para que se acerque a Dios y encuentre el amor y la paz que necesita”.
De una bomba de agua a las aguas bautismales
El élder Samuel Carter, de la Misión Filipinas Cabanatuan, conoció a Tatay Noni, cuyos familiares eran todos Santos de los Últimos Días, excepto él. Mientras pensaban en maneras de conectarse con Noni, el élder Carter y su compañero lo vieron reconstruyendo una bomba de agua para regar sus campos, y se ofrecieron a ayudar.
“Pasamos las siguientes dos horas reconstruyendo un generador de bomba de agua con él”, dijo el élder Carter, de Pleasant Grove, Utah. “Ni siquiera hablamos del evangelio, sólo de su vida y su trabajo”. Cuando terminaron, Noni les dijo a los élderes que regresaran la semana siguiente para enseñarle el evangelio.
Los misioneros y los miembros han seguido apoyándolo en su deseo de aprender acerca del evangelio de Jesucristo, y lo han ayudado a sentir el amor de Dios mediante su bondad. Desde entonces, Noni ha aceptado una invitación para ser bautizado a finales de este mes.
‘Me siento tan amada’
Debido a una lesión en el pie, Kimberly Williams, del Barrio Lyons, Estaca Palmyra, Nueva York, está “un poco tambaleante” cuando camina en la Iglesia.
Ella dijo que, en respuesta, “un querido amigo de la Primaria, Evan, me toma de la mano y me acompaña a la sala de la Primaria todas las semanas. Me siento tan amada”.
