Ha trascurrido la mitad de los 100 días entre la invitación que el presidente Russell M. Nelson hizo el 1° de junio y su cumpleaños número 100 el 9 de septiembre.
El presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días dijo que no necesita regalos físicos para su cumpleaños; en cambio, dijo, una ofrenda espiritual que alegraría su vida “es que cada uno de nosotros tendiera la mano a ‘cada persona en particular’ en nuestra vida que tal vez se sienta perdida o sola”.
En la parábola de la oveja perdida, el pastor tenía a 99 de su rebaño a salvo a su lado, pero fue en busca de la que se había perdido.
“¡Qué hermoso ejemplo nos ha dado el Salvador: que al ministrar, cada uno de nosotros a tan solo una persona que esté a nuestro alcance, podemos esparcir el amor de Jesucristo por todo el mundo!”, concluyó su publicación en las redes sociales, usando el hashtag #99más1.
Desde entonces, personas de todo el mundo han compartido sus propios ejemplos de ministrar, tender la mano, ayudar, escuchar, animar, consolar y más.
Craig Sharma, del Barrio Bowmanville de la Estaca Oshawa, Ontario, se sentía destrozado y devastado después de un divorcio. Un día, uno de sus amigos lo invitó a ir a jugar golf.
Mientras hablaban juntos en el campo, no hubo juicios, sólo amistad genuina. Se sintió amado y valorado.
“Ese día se convirtió en una especie de punto de inflexión”, dijo Sharma. “Nuestra conversación me recordó que cuanto más nos obsesionamos con nuestras dificultades, nuestras luchas, nuestras dudas y nuestros miedos, más difíciles pueden volverse las cosas. Pero cuanto más nos concentramos en nuestro Salvador y en el gozo de seguir el camino del discípulo de amar a Dios y servir a nuestro prójimo, más probabilidades tendremos de superar con éxito los desafíos y dificultades de la vida”.
Marie Hurd, del Barrio Kimberly 6 de la Estaca Kimberly, Idaho, dijo que cuando su esposo estaba enfermo, algunas mujeres del barrio le enviaban mensajes semanales que eran divertidos o edificantes.
“Lo que tal vez no se dieron cuenta es que esos mensajes de texto me ayudaron a superar los momentos difíciles”, dijo Hurd. “Algo tan sencillo alegró mis días: ‘Por medio de cosas pequeñas y sencillas se realizan grandes cosas’” (véase Alma 37:6).
Unos días después de dar un discurso en la reunión sacramental, Christy Sheppard, del Barrio Roseville 9 de la Estaca Roseville, California, recibió por correo una nota de agradecimiento de parte de un hombre de su barrio.
“Fue específico al compartir qué partes de mi discurso le gustaron. Fue muy reflexivo, especialmente porque dar un discurso puede ser estresante”, dijo Sheppard. A medida que cada uno de los miembros de su familia daba discursos a lo largo del tiempo, llegaron notas personalizadas para cada uno de ellos.
“Descubrí que esto es algo que hace regularmente”, dijo Sheppard. “Es realmente conmovedor pensar en cuántas personas se han sentido apoyadas y apreciadas a lo largo de los años, por el deseo de esta persona de mostrar gratitud y amabilidad en cada nota que envía”.
Hazelle Domingo Canosa había estado orando pidiendo ayuda para superar sus desafíos. Luego, el año pasado, en su cumpleaños, dos misioneros tocaron a su puerta.
“Los recibimos con gusto en nuestra casa, creyendo que eran la respuesta a mis oraciones”, dijo Canosa. Ella y su familia se bautizaron unos meses después y son miembros del Barrio Clavería de la Estaca Ballesteros, Filipinas.
“Sé que nos los envió el Padre Celestial y el Salvador Jesucristo, quienes estaban conscientes de nuestra búsqueda de la senda de los convenios”, dijo.
Ideas para llegar a cada persona en particular
Las publicaciones en las redes sociales de las cuentas oficiales de la Iglesia han compartido algunas ideas sobre cómo llegar a “cada persona en particular”. Éstas incluyen:
- Ministrar a cada persona en particular.
- Enviar un mensaje de texto a la persona en la que ha estado pensando.
- Hacer espacio para uno más.
- Visitar al que está solo.
- Incluir un par de manos más.
- Disculparse con la persona con la que se peleó.
- Llorar con el que llora.
- Servir al que está en la casa del Señor.
- Comunicarse con un amigo con el que haya perdido contacto.
Publicación de Facebook
A veces conocemos a alguien que se siente perdido o solo, pero no estamos seguros de cómo ayudarlo. Desliza el dedo para obtener ideas sobre cómo llegar a “cada persona en particular”. Y recuerde las palabras del presidente Nelson: “El Señor ama el esfuerzo” (Joy D. Jones, “Un llamamiento especialmente noble”, conferencia general, abril de 2020). Decida lo que decida, confíe en que Dios le ayudará en sus esfuerzos. #99más1
Los niños también pueden seguir la invitación. La revista El Amigo compartió estas ideas:
- Escribir una nota o hacer un dibujo para alguien que lo necesite.
- Buscar maneras de servir a mamá o papá.
- Compartir un juguete con un amigo.
- Ofrecerse para hacer una oración familiar.
- Ser amigo de alguien que se siente excluido.
Los miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles y los oficiales generales y líderes de la Iglesia se han hecho eco de la invitación del presidente Nelson, compartiendo ideas sobre cómo servir estrechamente con él y compartiendo ejemplos de cuándo ellos u otras personas han sido atendidos como “cada persona en particular”. Encuentre ese artículo de Church News aquí.
