El gobernador del estado de São Paulo, Tarcísio de Freitas, y la primera dama, Cristiane Freitas, recibieron el 12 de agosto la visita de representantes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de Brasil en el Palácio dos Bandeirantes, que es la sede de la administración estatal y la residencia oficial de la pareja.
La noticia se publicó por primera vez el martes, 13 de agosto en la página de Facebook de Autosuficiencia Brasil (en portugués).
El gobernador y su esposa extendieron la invitación a los líderes de la Iglesia para expresar su gratitud y aprecio a la Iglesia y sus miembros. La Iglesia ha participado activamente en numerosos proyectos humanitarios en el estado, como donaciones y servicios proporcionados recientemente en asociación con el gobierno estatal. Esta participación activa subraya el compromiso de la Iglesia con la comunidad.
En representación de la Iglesia en esta importante reunión estuvieron el élder Ciro Schmeil, Setenta Autoridad General y primer consejero de la presidencia del Área Brasil, y su esposa, la hermana Alessandra Schmeil. También estuvieron presentes el presidente de la Estaca São Paulo, Brasil, Emerson Andrade y su esposa, la hermana Raquel Andrade; y Paulo de Araújo, gerente de Bienestar y Autosuficiencia del Área Brasil.
El gobernador expresó su profundo agradecimiento por la asistencia brindada por la Iglesia en la ciudad de São Sebastião, en la costa norte del estado, a las víctimas de los deslizamientos de tierra provocados por las fuertes lluvias. Mientras el gobierno estatal proporcionó nuevas viviendas para los afectados por la tragedia, la Iglesia donó electrodomésticos y muebles para los residentes.
La primera dama del estado, que también preside el Fondo Social del estado de São Paulo, expresó el mismo sentimiento, mencionando el servicio de innumerables voluntarios de la Iglesia, que desempeñaron un papel importante en la clasificación y separación de los bienes donados recolectados por la institución y destinada a las víctimas de las inundaciones en Rio Grande do Sul.
El gobernador Tarcísio de Freitas elogió repetidamente los programas sociales de la Iglesia y dijo: “Todo lo que hacen es increíble. Muchas gracias”.