La guía de estudio “Ven, sígueme” abarca Romanos 1-6, que incluye las enseñanzas del apóstol Pablo sobre el arrepentimiento, la justificación y la gracia.
Church News recientemente buscó en los archivos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días para saber qué han dicho los líderes y eruditos sobre estos capítulos.
La epístola de Pablo a los romanos
“La epístola del apóstol Pablo a los romanos es profunda. La Iglesia primitiva de Roma estaba compuesta por judíos y gentiles. Estos primeros judíos tenían una cultura judaica, ‘habían logrado su emancipación y comenzaron a multiplicarse y a prosperar’ (Frederic W. Farrar, ‘La vida y obra de San Pablo’ [1898], 446, en inglés). …
“Pablo presenta el evangelio de Jesucristo de manera amplia. Relata aspectos pertinentes de las culturas judía y gentil que estaban en conflicto con el verdadero evangelio de Jesucristo. Básicamente, les pide a cada uno de ellos que dejen atrás los impedimentos culturales de sus creencias y cultura que no sean compatibles con el evangelio de Jesucristo. Pablo aconseja a los judíos y a los gentiles que guarden los mandamientos y se amen unos a otros y afirma que la rectitud conduce a la salvación.
“La cultura del evangelio de Jesucristo no es una cultura gentil ni una cultura judaica. No la determina el color de la piel ni el lugar donde uno vive. Si bien nos regocijamos en las culturas particulares, debemos dejar atrás aspectos de esas culturas que estén en conflicto con el evangelio de Jesucristo. Nuestros miembros y conversos nuevos a menudo provienen de diversos orígenes raciales y culturales. Si vamos a seguir la admonición del presidente [Russell M.] Nelson de recoger al Israel disperso, veremos que somos tan diferentes como lo eran los judíos y los gentiles en la época de Pablo. Sin embargo, podemos estar unidos en nuestro amor por Jesucristo y en la fe en Él. La epístola de Pablo a los Romanos establece el principio de que seguimos la cultura y la doctrina del evangelio de Jesucristo. Es el modelo para nosotros incluso hoy”.
— Élder Quentin L. Cook, conferencia general de octubre de 2020, “Corazones entrelazados con rectitud y unidad”
Romanos 1: ‘Porque no me avergüenzo del evangelio de Cristo’
“El apóstol Pablo declaró con audacia: ‘Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree’ (Romanos 1:16). Nuestros misioneros de tiempo completo lo declaran con la misma audacia al prestar servicio en muchas partes del mundo.”
— Elder L. Tom Perry, conferencia general de abril de 2008, “El evangelio de Jesucristo”
Romanos 3: El arrepentimiento
“Por medio de Su sufrimiento y muerte, Cristo pagó por los pecados de toda la humanidad a condición del arrepentimiento individual”.
“De este modo, si nos arrepentimos, podemos ser perdonados de nuestros pecados, ya que nuestro Redentor ha pagado el precio. Éstas son buenas nuevas para todos nosotros, ‘por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios’ (Romanos 3:23). Quienes se han extraviado en gran manera de las sendas de rectitud, necesitan desesperadamente esta redención y, si se arrepienten plenamente, la misma es de ellos para reclamarla. Pero quienes han trabajado arduamente para llevar buenas vidas, también necesitan desesperadamente esta redención, porque nadie puede llegar a la presencia del Padre sin la ayuda de Cristo. Por lo tanto, esta amorosa redención permite que se satisfagan las leyes de la justicia y de la misericordia en la vida de todos quienes se arrepienten y siguen a Cristo”.
— Élder LeGrand R. Curtis Jr., conferencia general de octubre de 2011, “Redención”
“Nosotros reconocemos que ‘todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios’ (Romanos 3:23), pero también testificamos con firmeza que el arrepentimiento y el perdón pueden ser tan reales como el pecado.
“La expiación de Jesucristo hace que cada persona sea responsable de sus propios pecados. Al reclamar las bendiciones y los beneficios de la Expiación, superaremos las consecuencias del pecado individual”.
— Elder Dieter F. Uchtdorf, conferencia general de abril de 2007, “El punto de retorno seguro”
Romanos 3: La justificación
“¿Cómo se pone en palabras todo lo que Jesucristo ha hecho por nosotros? Para Pablo, la respuesta fue utilizar conceptos que eran familiares en su época y que podían compararse a Jesucristo, conceptos tales como justificación, gracia y propiciación/expiación”.
“Aunque a veces se malinterpreta cada uno de esos conceptos en la actualidad, en Romanos 3:24–25, Pablo los utilizó como metáforas para explicar la salvación en términos que los seguidores de Cristo de esa época podrían haber entendido mejor. Por lo tanto, saber más acerca del contexto original de esas palabras puede ayudarnos a entender mejor las enseñanzas de Pablo acerca de nuestra salvación en Jesucristo.
“La palabra justificación se utilizaba en el Antiguo Testamento para enseñar a Israel acerca de su relación con Dios. La idea proviene de un contexto jurídico. Por ejemplo, en Deuteronomio 16:18–20, a Israel se le manda nombrar jueces para que tomen decisiones ‘just[as]’ y busquen ‘solo la justicia’ (en hebreo original se lee: buscar la ‘justicia justicia’, repitiendo la palabra justicia dos veces para poner énfasis). Justo y justicia derivan de las mismas raíces hebreas y griegas que justificación”.
“Los profetas utilizaron la imagen de un tribunal, con Dios como juez, para advertir poéticamente a Israel y a sus naciones vecinas (véase Isaías 3:13–14; 41:1–9, 21–24; Miqueas 6:1–5). … Ser justificada (declarada justa o perdonada) sería la esperanza de cualquier persona que compareciera ante un tribunal. …
“Sin embargo, a algunos autores del Antiguo Testamento les preocupaba que la ‘justicia’ de Dios, o Su ‘rectitud’ (ambas traducciones de la misma palabra en hebreo y griego), condenara a las personas. El salmista reconoce, ‘[P]orque no se justificará delante de ti ningún viviente’ (Salmo 143:2). Pablo se refiere a este salmo en Romanos 3:20: ‘’[P]orque por las obras de la ley [de Moisés] ninguna carne se justificará delante de [Dios]’. Luego, Pablo presenta la solución. Dios, nuestro gran Juez divino, decide declararnos justos (o rectos) por causa de Cristo: somos ‘justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención que es en Cristo Jesús’ (Romans 3:24).”
— Jason R. Coombs, profesor adjunto de Escrituras Antiguas de la Universidad Brigham Young, en un artículo publicado en la revista Liahona de agosto de 2023, “Las metáforas de la salvación de Pablo en sus contextos antiguos”
Romanos 3 y 5: La gracia
“La palabra ‘gracia’ no era originalmente un término religioso. En la época de Pablo, la Gracia (charis, en griego) se utilizaba comúnmente para describir la relación entre un benefactor y un beneficiario. Un benefactor poseía el poder, la autoridad o los medios económicos para otorgar un regalo a los beneficiarios que no podían ganarlo por sí mismos ni devolverlo consecuentemente. Los beneficiarios se sentían obligados a honrar a su benefactor mostrando públicamente su gratitud y fidelidad. …
“Pablo recalcó que este es un don de Dios como nuestro benefactor, que no podemos pagar y debemos aceptar con expresiones públicas de nuestra gratitud y fidelidad”.
— Jason R. Coombs, profesor adjunto de Escrituras Antiguas de la Universidad Brigham Young, en un artículo publicado en la revista Liahona de agosto de 2023, “Las metáforas de la salvación de Pablo en sus contextos antiguos”
“En mi vida... He visto cómo el Señor compensa la existencia de las fuerzas del mal con el poder de Su gracia. Donde el pecado abunda a causa de la Caída, también abunda la gracia a causa de Cristo y de Su expiación. ...
“Yo he sentido Su gracia; es tangible, cuantiosa, y lo suficientemente potente como para penetrar el corazón. Pablo lo describió diciendo que, donde abunda el pecado, “sobreabund[a] la gracia” (Romanos 5:20). Yo he sido testigo de tal verdad. …
“¿Alguna vez sientes como si tu pasado pudiera destruirte? Hay Alguien que ve lo bueno que hay en ti, independientemente de cómo haya sido tu vida; Él conoce tu nombre y tiene grandes cosas reservadas para quienes acuden al Señor. Desde donde te sientas atrapado, suplica Su gracia; confía en que está disponible en abundancia”.
— Emily Belle Freeman, en un artículo publicado en la revista Liahona de febrero de 2021 (solo disponible en la versión digital), La gracia de Cristo en abundancia”
Romanos 3: La propiciación
“La palabra traducida como ‘propiciación’ también se puede traducir como ‘expiacion’ o ‘propiciatorio’. En la época de Pablo, cuando la mayoría de los judíos oía la palabra expiación, pensaban primero en la obra de los sacerdotes en el templo.
“Por ejemplo, en Levítico 16 describe cómo el sumo sacerdote, en el Dia de la Expiación, debe rociar la sangre del sacrificio de animales ‘sobre el propiciatorio’ para ‘ha[cer] expiación’” (Levítico 16:15–16). Pablo utiliza la palabra propiciación para comparar la obra salvadora de Jesucristo con algo con lo que sus lectores estaban familiarizados: la obra de los sacerdotes en el templo para quitar los pecados del pueblo y reconciliarlo con Dios. Sin embargo, Pablo aclara que no es la sangre de los animales lo que salva, sino más bien la ‘propiciación por medio de la fe en [la] sangre [de Cristo]’ (Romanos 3:25)”.
— Jason R. Coombs, profesor adjunto de Escrituras Antiguas de la Universidad Brigham Young, en un artículo publicado en la revista Liahona de agosto de 2023, Las metáforas de la salvación de Pablo en sus contextos antiguos”
Romanos 6: La resurrección
“Según el apóstol Pablo, el bautismo también simboliza nuestro descenso a un sepulcro en las aguas, del cual nos levantamos ‘en vida nueva’ (Romanos 6:4) en Cristo. La ordenanza del bautismo simboliza la muerte y la resurrección de Cristo… morimos con Él a fin de vivir con Él. En este sentido, el bautismo es la primera ordenanza salvadora, y recibir el Espíritu Santo nos ayuda a cada uno a seguir adelante y perseverar hasta el fin”.
— Elder L. Tom Perry, conferencia general de abril de 2008, “El evangelio de Jesucristo”