La guía de estudio “Ven, sígueme” de esta semana abarca Hechos 10-15, que incluye la visión de Pedro sobre la predicación a los gentiles y el primer uso registrado de la palabra “cristiano”.
Church News recientemente revisó los archivos para saber qué han dicho los líderes y eruditos de la Iglesia sobre estos capítulos.
La visión de Pedro y el centurión Cornelio
“Al comienzo del libro de Hechos, los apóstoles de Cristo declaraban el mensaje del Evangelio sólo a los judíos, siguiendo el modelo del ministerio de Jesús (véase Mateo 15:24), pero entonces, según el tiempo del Señor, había llegado el momento para un cambio. En Jopa, Pedro tuvo un sueño en el cual vio una variedad de animales que eran bajados del cielo a la tierra en “un gran lienzo… atado de los cuatro cabos” (Hechos 10:11) y se le mandó “mata y come” (Hechos 10:13). Pedro estaba renuente, ya que algunos de los animales eran cosa “inmunda” bajo la ley de Moisés, y Pedro nunca había quebrantado el mandamiento de comer de ellas. Sin embargo, la voz le dijo a Pedro en su sueño, “Lo que Dios ha limpiado, no lo llames tú común” (Hechos 10:15).
“El significado de ese sueño se esclareció cuando, poco después, varios hombres enviados por el centurión romano Cornelio llegaron a la casa de Pedro con la petición de que fuera a enseñar a su amo. …
“Mediante esta experiencia y revelación dada a Pedro, el Señor modificó la práctica de la Iglesia y reveló una comprensión doctrinal más completa a Sus discípulos. Y de ese modo se extendió la predicación del Evangelio para abarcar a toda la humanidad”.
— Élder D. Todd Christofferson, conferencia general de abril de 2012, “La doctrina de Cristo”
“Durante los primeros días de la Iglesia, en el meridiano de los tiempos, se llevó el Evangelio a la casa de Israel solamente; entonces Pedro, el apóstol de más antigüedad, recibió la revelación de que había llegado el momento de llevar el Evangelio más allá de Israel y a los gentiles. Los capítulos 10 y 11 de Hechos nos ayudan a entender el proceso y el modelo mediante los cuales esta necesaria expansión de la Iglesia a más de los hijos de Dios se dio a conocer a sus líderes y a los miembros en general.
Al usar a Cornelio, que era un gentil, un centurión y un buen hombre, el Señor evidenció a Pedro que el Evangelio iría a los gentiles; un concepto nuevo y extraño para los santos de esos días. La revelación que introdujo ese cambio en los asuntos de la Iglesia llegó a Pedro, el apóstol de más antigüedad. Sabemos que después, el Evangelio fue a las naciones de los gentiles rápidamente”.
— Élder John B. Dickson, conferencia general de abril de 2013, “El Evangelio a todo el mundo”
“Pedro había sido de la opinión de que solo los judíos estaban en el favor del Señor y que los gentiles no eran tan aceptables. Sin embargo, antes incluso de conocer a Cornelio, se le mostró una visión y vio claramente que Dios no era parcial. Ninguna nación, pueblo o individuo podía esperar ser favorecido por encima de otro.
“De esos pasajes de las Escrituras, aprendemos estos principios básicos:
“Primero: todos los hombres en la tierra son de una sola sangre — provenimos de ancestros comunes, Adán y Eva.
“Segundo: Dios, nuestro Padre, en Su sabiduría omnisciente, determinó en la vida premortal la nación en la que viviríamos.
“Tercero: las nacionalidades aparentemente están circunscritas en relación con la Casa de Israel.
“Cuarto: nuestro Padre no favorece a un pueblo sobre otro, sino que acepta a todos los de toda nación que le temen y obran en rectitud”.
— El entonces élder Howard W. Hunter, charla fogonera de la Universidad Brigham Young de 1979, “Todos son iguales a Dios” (ambos en inglés)
“Existe una diferencia entre el Espíritu Santo y el don del Espíritu Santo. Cornelio recibió el Espíritu Santo antes de bautizarse, que para él fue el poder convincente de Dios de la veracidad del Evangelio; mas no podía recibir el don del Espíritu Santo sino hasta después de ser bautizado. De no haber tomado sobre sí esta seña u ordenanza, el Espíritu Santo que lo convenció de la verdad de Dios se habría apartado de él”.
— El profeta José Smith, de un discurso de 1833 pronunciado en Springfield, Pensilvania; incluido en “Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith”
“El bautismo de Cornelio es el primer caso claro de un gentil que entra a la Iglesia sin haber obedecido los requisitos de la ley de Moisés: la circuncisión, la ley de los mandamientos carnales, la ley ceremonial, etc. Muchos hermanos judíos en la Iglesia se opusieron a este proceso de membresía directa y se quejaron ante Pedro, pero él respondió a sus críticas con un relato de su visión y de la obra del Espíritu en el asunto (véase Hechos 11). Sin embargo, a pesar de esta dirección divina a través del ungido del Señor, algunos miembros judíos de la Iglesia permanecieron reacios a aceptar el cambio, ‘no hablando a nadie la palabra, sino solo a los judíos’ (Hechos 11:19)”.
— Robert J. Matthews, ex decano de Educación Religiosa en la Universidad Brigham Young, en el artículo de Ensign de octubre de 1995, “Una crisis, un consejo y un liderazgo inspirado” (ambos en inglés)
Antioquía y el nombre ‘cristiano’
“A los santos de la época del Nuevo Testamento se les llamó cristianos porque profesaban la creencia en Jesucristo. Ese nombre, primero utilizado en forma despectiva por sus detractores, es ahora un nombre de distinción, y nos sentimos honrados de ser llamados una Iglesia cristiana”.
— El entonces élder M. Russell Ballard, conferencia general de octubre de 2011, “La importancia de un nombre”
“Leemos en el Nuevo Testamento que los primeros miembros de la Iglesia fueron llamados cristianos por primera vez en Antioquía (véase Hechos 11:26), pero entre ellos mismos se hacían llamar santos. Qué conmovedor debe haber sido para ellos escuchar al apóstol Pablo llamarlos “…conciudadanos con los santos y miembros de la familia de Dios” (Efesios 2:19) y también dice que fueron “…llamados a ser santos” (Romanos 1:7; énfasis agregado).
— Élder Benjamín De Hoyos, conferencia general de abril de 2011, “Llamados a ser santos”
“Hechos 11:26 nos dice que ‘los discípulos fueron llamados cristianos por primera vez en Antioquía’. Aquí, la construcción pasiva ‘fueron llamados cristianos’ sugiere que el término no fue usado por primera vez por cristianos, sino por los no cristianos. …
“El término probablemente se inspiró en palabras como Herodiano y Cesáreo, que ya estaban en circulación en ese momento, y no significaba nada más complicado que el pueblo de Cristo o, quizás, los partidarios de Cristo. Nótese que la congregación cristiana en Antioquía representaba una amplia gama de orígenes, incluyendo judíos y no judíos. Estos creyentes mostraron todo el espectro de actitudes hacia la ley judía, desde la adhesión continua a las tradiciones del judaísmo hasta el rechazo de todo lo judío”.
— Daniel C. Peterson, exprofesor de estudios islámicos y árabe de BYU, y Stephen D. Ricks, profesor actual de hebreo de BYU, en el artículo de Ensign de marzo de 1988, “Comparación de las creencias SUD con el cristianismo del primer siglo” (ambos en inglés)
El desacuerdo entre Pablo y Bernabé
“El compañero [de Pablo] Bernabé aparentemente escuchó la lengua de Pablo cuando no era la lengua de un ángel. (Véase Hechos 15:2) …
“Solo Jesús fue perfecto en todas las cosas, incluyendo el amor y la mansedumbre. Incluso el más grande de los profetas mortales no alcanza las normas altas y perfectas de Cristo.
“Por lo tanto, como miembros de la Iglesia, si podemos ver la vida del discipulado, ya sea para nosotros mismos o para los profetas, como una combinación de probar, reprender y mejorar, estaremos mucho mejor”.
— Élder Neal A. Maxwell, conferencia general de octubre de 1984, “De la oscuridad” (ambos en inglés)
“Hermanos y hermanas, las Escrituras son como una ventana de exhibición de desarrollo a través de la cual podemos ver un crecimiento gradual, junto con esta lección vital: ¡primero es la dirección, luego la velocidad! …
“En la ventana de exhibición de las Escrituras… vemos que no todos los conflictos son catástrofes. Vemos malentendidos incluso en relaciones ricas como la de Pablo y Bernabé. …
“Sí, hermanos y hermanas, este es un evangelio de grandes expectativas, pero la gracia de Dios es suficiente para cada uno de nosotros”.
— Élder Neal A. Maxwell, conferencia general de octubre de 1976, “A pesar de mi debilidad” (ambos en inglés)
El Consejo de Jerusalén
“En Hechos 15, se relata uno de los primeros consejos cristianos, el Consejo de Jerusalén, y se enseñan principios que todavía se aplican a la Iglesia en la actualidad.
Dicho consejo se reunió para analizar el tema de lo que los gentiles (las personas que no eran judías) debían hacer al convertirse al cristianismo. Si bien los primeros creyentes habían sido judíos que habían aceptado a Jesús como el Mesías, los gentiles provenían de diferentes orígenes religiosos y étnicos, por lo que su inclusión en la emergente iglesia cristiana se convirtió en una cuestión a considerar. …
“Los miembros de la Iglesia primitiva tenían diferentes opiniones en cuanto a ese asunto. Algunos enseñaban que los varones que deseaban ser salvos y aceptar a Jesús debían circuncidarse, como era costumbre según la ley de Moisés (véase Hechos 15:1).
Pablo y Bernabé representaban otra postura. Habían estado enseñando a los gentiles y sentían que el Santo Espíritu los había ayudado a convertirse. Pablo y Bernabé veían aquello como un testimonio de que la obra que hacían era verdadera (véase Hechos 15:2–4). Ellos no requerían la circuncisión ni la observancia de las leyes judías sobre los alimentos permitidos para el bautismo. …
“Santiago, hermano de Jesús y un importante líder de la Iglesia primitiva en Jerusalén … propuso una solución conciliadora. Sugirió que los gentiles debían abstenerse de al menos cuatro cosas relacionadas con la observancia de la ley de Moisés (véase Hechos 15:20, 29):
- La carne que se ofreciera a los ídolos
- La fornicación (inmoralidad sexual)
- La carne “estrangulada” (cuando la sangre del animal no se hubiera drenado)
- La sangre (relacionado con el evitar la carne “estrangulada”)
“Aquellas prohibiciones diferenciarían a los gentiles conversos de los demás gentiles, ya que esas acciones a veces eran parte de la adoración gentil de sus dioses y diosas. … La norma también recalcaba indirectamente que la fe en Jesucristo y los convenios eran el camino a la salvación, y no la ley de Moisés”.
— Jared Ludlow, profesor de Escrituras antiguas de BYU, en el artículo de Liahona de 2023, “El Consejo de Jerusalén”
“El consejo no se realizó en el vacío, ni fue un mero ejercicio académico. Asistieron personas de fuertes opiniones, convicciones religiosas, tradiciones y prejuicios cuya falta de acuerdo hizo necesario el consejo. En efecto, se estaba formando una crisis en la Iglesia joven, y la resolución moderada e inspirada de los líderes de la Iglesia fue la mejor respuesta posible para la época. …
“Esto establecía claramente el problema: ¿Era necesaria la obediencia a la ley de Moisés, con todas sus actuaciones concomitantes, para la salvación ahora que Jesucristo había hecho la expiación? … A lo largo del libro de Hechos y las epístolas, la circuncisión generalmente se usa como una representación de una sola palabra para toda la ley de Moisés; por lo tanto, cuando los miembros judíos de la Iglesia insistieron en que los gentiles se circuncidaran, en realidad querían decir que los gentiles convertidos debían obedecer toda la ley de Moisés.
“La resolución de [esta cuestión] tendría un efecto profundo en cómo los miembros consideraban la misión de Cristo. También afectaría los procedimientos misionales de la Iglesia y el comportamiento y las prácticas religiosas de cada familia en la Iglesia con respecto a sus hijos durante generaciones. …
“La resolución del problema relatado en el libro de Hechos le da a nuestra generación actual un modelo informativo sobre cómo pueden reaccionar tanto los miembros de la Iglesia como los de diferentes religiones cuando la revelación confronta la tradición y la costumbre arraigada. Solo los profetas vivientes podían manejar correctamente la situación entonces. Solo los profetas vivientes pueden hacerlo en nuestros días”.
— Robert J. Matthews, ex decano de Educación Religiosa en la Universidad Brigham Young, en el artículo de Ensign de octubre de 1995, “Una crisis, un consejo y un liderazgo inspirado” (ambos en inglés)