Cuando Milton Wright — el padre de Orville y Wilbur Wright — realizó su primer y único vuelo, gritó con deleite pidiéndole a su hijo que fuera aún más alto. Estaba experimentando un gozo puro — un gozo que el élder Dieter F. Uchtdorf del Cuórum de los Doce Apóstoles dijo que también había conocido al volar un avión.
“Sin embargo, y por asombroso que sea ese gozo, hay un tipo de gozo aún más elevado”, dijo el élder Ucthdorf durante su discurso en la sesión del sábado por la noche de la conferencia general de abril de 2024.
Él habló sobre ese tipo de gozo más elevado — de dónde procede, cómo penetra en el corazón de una persona, y de qué manera podemos experimentarlo en mayor medida.
Aunque todos quieren ser felices, a muchas personas les cuesta encontrar la felicidad. Quizás han estado buscándola en los lugares equivocados, explicó el élder Uchtdorf. La felicidad del mundo no dura, no puede.
While everyone wants to be happy, happiness is hard to find for many people. They may be looking in the wrong places, explained Elder Uchtdorf. Worldly happiness does not last, because it cannot.
Debemos reconocer que la vida trae consigo decepción, aflicción, tristeza y remordimiento. Sentirse triste no es una señal de fracaso, afirmó el élder Uchtdorf. Sin embargo, el evangelio de Jesucristo son las “nuevas de gran gozo”, dijo refiriéndose a Lucas 2:10; y, además, en 2 Nefi 2:25 leemos que “existen los hombres para que tengan gozo”.
Dios ofrece un gozo eterno, un gozo superior y más profundo — “un gozo que trasciende cualquier cosa que ofrezca este mundo”. Es el gozo que soporta la angustia, trasciende la tristeza y atenúa la soledad”.
El élder Uchtdorf invitó a todos a acercarnos más a Dios, a buscar el gozo y llevar gozo a los que están a nuestro alrededor.
“Que busquemos y hallemos el gozo más elevado que proviene de dedicar la vida a nuestro Padre Celestial y a Su Hijo amado”, dijo.
El plan de felicidad
En la sesión del domingo por la mañana, el élder Patrick Kearon del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó que el plan del Padre para Sus hijos está diseñado para traerlos de regreso a casa. A este plan se le llama, el plan de redención; el plan de misericordia; el plan de salvación y, también, el gran plan de felicidad.
“La finalidad del gran plan de felicidad del Padre es que sean felices, aquí y ahora, y en las eternidades. No es impedir su felicidad y causarles preocupación y temor”.
La finalidad de este amplio plan del Padre es salvar, redimir y extender misericordia —y así traer la felicidad.
Una de las invitaciones más constantes de Jesús era que la gente cambiara, se arrepintiera y viniera a Él. Con Su gracia, guardando los mandamientos y cambiando nuestra naturaleza, todo eso está a nuestro alcance, dijo el élder Kearon.
El gozo en el discipulado
Durante la sesión del sábado por la noche, la hermana Andrea Muñoz Spannaus, segunda consejera de la presidencia general de las Mujeres Jóvenes, también compartió cómo experimentar el verdadero gozo.
“Saber lo que sabemos por haber vivido nuestras experiencias espirituales no tiene precio. Ser fieles a ese conocimiento nos da libertad; nos da gozo”, dijo.
Ella testificó que arrepentirse, orar y leer el Libro de Mormón diariamente nos trae gozo; al igual que participar del sacramento todos los domingos e ir al seminario.
“Hacer lo bueno nos da gozo”, dijo la hermana Spannaus. “Hay gozo en ser fieles al Dios del universo, el Salvador del mundo, el Rey de Reyes. Hay gozo en ser un discípulo de Jesucristo”.
En su discurso durante la sesión del sábado por la tarde, el élder Massimo De Feo, un Setenta Autoridad General, compartió la historia de Bartimeo que se encuentra en el Evangelio de Marcos. Cuando Bartimeo obedeció la orden del Señor de levantarse, actuó con fe — se arrojó su capa y fue a Jesús.
Al arrojar su capa de mendigo, este hombre se deshizo de todas las excusas, explicó el élder De Feo.
“Puede que pensara, ‘ya no necesito esto ahora que Jesús ha llegado a mi vida. Este es un nuevo día. Se acabó esta vida de miseria. Con Jesús puedo empezar una nueva vida de Felicidad y gozo en Él, con Él y a través de Él. No me importa lo que el mundo piense de mí. Jesús me está llamado y me ayudará a vivir una nueva vida’”.
El élder De Feo llamó a esto un cambio notable. Quienes dejan atrás al hombre natural, se arrepienten y comienzan una nueva vida en Cristo, mantienen una visión espiritual clara.
Confiar en Dios trae paz y gozo
En su discurso durante la sesión del sábado por la tarde, el élder Gerrit W. Gong del Cuórum de los Doce Apóstoles, habló sobre la conexión que existe entre confiar en Dios y el gozo.
Él compartió la historia sobre un presidente de estaca en Huddersfield, Inglaterra, a quien se le diagnosticó con cáncer en estadío cuatro. Actualmente se encuentra en su cuarto año de servicio — pasa por días buenos y otros malos.
“No es fácil, pero su esposa y su familia viven con fe, gratitud y una tristeza comprensible que confían en que se convertirá en gozo eterno gracias a la Expiación restauradora de Jesucristo”, dijo el élder Gong.
A medida que las personas confían y tienen fe en Dios, los desafíos y las aflicciones pueden ser consagradas para su bien, explicó el élder Gong; y pueden ver la más amplia realidad eterna de la cual forma parte su vida diaria — donde las cosas pequeñas y sencillas pueden obrar juntamente para su bien.
El élder Gong comentó cómo los himnos, entre ellos el que se llama “¡Oh, está todo bien!”, se hacen eco de la seguridad que nos da Dios de que todo estará bien.
Santos, venid, sin miedo, sin temor,
mas con gozo andad.
Aunque cruel jornada ésta es,
Dios nos da Su bondad.
El élder José L. Alonso, un Setenta Autoridad General, habló sobre tener la perspectiva de una vida enfocada en Cristo. Durante su discurso en la sesión del sábado por la tarde, citó al presidente Russell M. Nelson en su discurso de la conferencia general de octubre de 2016, “El gozo y la supervivencia espiritual”.
“[El presidente Nelson] enseñó que, si centramos nuestra vida en el plan de salvación de Dios, y en Jesucristo y Su evangelio, podremos sentir gozo independientemente lo que esté sucediendo — o no esté sucediendo —en nuestra vida. El gozo proviene de Él y gracias a Él”.
Al poner a Cristo en el centro de todos nuestros pensamientos y obras hace que nos alineemos con Su perspectiva y Su fortaleza, dijo el élder Alonso, ayudándonos así a conducirnos por la vida con la guía divina.