MUNICH, Alemania — Después de que el élder Hudson Werlich de Arizona recibiera su llamamiento misional a la Misión Alpina de habla alemana, su abuelo compartió con él un pasaje de las Escrituras que dijo que lo ayudaría en su servicio.
“Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna… el que siembra también se regocije juntamente con el que siega… Uno es el que siembra, y otro es el que siega. …” (Juan 4:35-38), leyó el élder Werlich en voz alta mientras hablaba durante una reunión en el Centro de Estaca Munich, Alemania, el lunes, 17 de abril.
El élder Werlich dijo que esa Escritura le impactó en su misión. Y se ha sentido bendecido al seguir el consejo de su abuelo de “hallar gozo en el trabajo y hallar gozo en servir al Señor”.
Después de que el élder Werlich dio su testimonio, su abuelo, el élder Ronald A. Rasband, del Cuórum de los Doce Apóstoles, profundizó ese pasaje de las Escrituras a los aproximadamente 170 jóvenes misioneros de tiempo completo y misioneros mayores reunidos.
“Sé que esta es una misión difícil”, dijo el élder Rasband. “Todos deben celebrar el éxito de todos. Algunos de ustedes plantan las semillas y otros las cosechan. Pero todo su trabajo, cada día, es parte de la cosecha”.
Él les contó a los misioneros acerca de una época en la que él y su esposa, la hermana Melanie Rasband, dirigían la Misión Nueva York Norte, Nueva York, y cambió a un misionero hispanohablante a Norwalk, Connecticut. El joven dijo al final de su misión que todo lo que hizo fue repartir el Libro de Mormón en la calle. Sintió que no había tenido ningún éxito.
Pero un año y medio después, los siguientes misioneros de esa zona recibieron una llamada telefónica de una mujer que quería saber más sobre la Iglesia. Ella había estado pasando por un tiempo difícil y sintió que necesitaba leer un libro que tenía en el estante y que le habían regalado en la calle. No podía dejar de leerlo y quería saber más. Eso llevó a su familia a bautizarse en la Iglesia.
“Élderes y hermanas, mi mensaje es este, ustedes no conocen el valor de su trabajo actual”, dijo él. “Ustedes no saben a quién le están dando copias del Libro de Mormón, no saben con quién están compartiendo su testimonio y este está plantando una semilla en lo profundo de su corazón, o tal vez incluso en el corazón de los niños. No saben el impacto de su trabajo de hoy en el futuro”.
El élder Rasband les dijo a los misioneros que abrieran la boca, que fueran personas que encuentran, que hicieran el bien y ayudaran al recogimiento de Israel en Europa.
Sean misioneros del Libro de Mormón
El élder Rasband se encuentra en Alemania durante una gira ministerial por tres países europeos que comenzó en Francia el viernes, 14 de abril. Después de una visita a Armenia, viajará a Sudáfrica.
Los Rasband dijeron a los misioneros cuánto amaban a Alemania, ya que habían vivido en Frankfurt, Alemania, entre 2000 y 2003, cuando el élder Rasband servió en la presidencia del Área Europa Central. Antes de sus responsabilidades de liderazgo en la Iglesia, sus empresas comerciales lo trajeron a este país y a las naciones vecinas.
Tal como lo hizo con los misioneros en París unos días antes, el élder Rasband invitó a los misioneros alpinos a ayudar a inundar su misión con el Libro de Mormón compartiendo una copia digital en ese momento con alguien en su teléfono.
“Los necesitamos hoy como misioneros, pero también los necesitamos para el resto de su vida”, dijo él. “Deben ser misioneros del Libro de Mormón”.
La hermana Rasband aconsejó a los misioneros que expresaran gratitud en sus oraciones y fueran específicos en ellas. También dijo que alabaran al Señor en oración, lo que permitirá a los misioneros acercarse más a Él.
“Sé que es importante que cada uno de nosotros tomemos la decisión en nuestras vidas de quiénes seremos, quiénes queremos llegar a ser y a quién queremos representar. Espero que elijan defender a su Salvador Jesucristo en todos los sentidos y en todo lo que hagan”, dijo la hermana Rasband.
Desde el himno de apertura, “Qué firmes cimientos” y durante la reunión, el élder Chance Smithson de American Fork, Utah, dijo que sintió el Espíritu con fuerza. “Lo más importante para mí fue reconocer que es difícil, pero es la obra del Señor. La confianza que viene de estar con un apóstol es increíble”.
La hermana Kezia Tripp de Nuevo México sintió un renovado enfoque en el amor. “El élder Rasband compartió que Cristo nos ama, Dios nos ama”, dijo. “Aprendemos sobre Cristo para poder amarlo más y poder servir a Sus otros hijos”.
Unidos en el servicio por Turquía
Después de la reunión, los Rasband se unieron a los misioneros en un proyecto de servicio en beneficio de los sobrevivientes del terremoto en Turquía.
Trabajaron en forma de cadena de montaje, juntando jabón, toallas, cepillos de dientes, pañuelos de papel y otros suministros para luego empaquetarlos y enviarlos al consulado turco.
“Mi corazón está muy enternecido por nuestros miembros y nuestros misioneros y todos los que están ayudando con estos esfuerzos de socorro”, dijo el élder Rasband mientras ayudaba a empaquetar los kits de higiene. Él les dijo a los misioneros que lo rodeaban, “Cuando regresen a sus barrios y ramas, compartan con ellos mi amor y mi agradecimiento”.
Este servicio es parte de un esfuerzo mucho mayor de la Iglesia para ayudar a los afectados por los terremotos en Turquía y Siria. Para marzo, la Iglesia ya había contribuido con más de US$11 millones en ayuda. Se está planeando asistencia adicional.
El élder Rubén V. Alliaud, Setenta Autoridad General y segundo consejero de la presidencia del Área Europa Central, dijo que después de los terremotos, el área organizó rápidamente un comité de respuesta a emergencias.
“Esto forma parte de lo que somos. Esto forma parte de cómo vivimos y trabajamos, que lloramos con los que lloran”, dijo durante el proyecto de servicio del lunes.
El élder Alliaud dijo que la Iglesia no está sola en sus esfuerzos, los miembros en Alemania y en el área también han trabajado continuamente con organizaciones asociadas para ayudar a los refugiados ucranianos.
“Tratamos en la medida de lo posible invitar a todos a venir a Cristo y, al hacerlo, invitamos a todos a servir”, dijo él. “Trabajamos con muchas organizaciones buenas y también con personas que aman servir a su prójimo”.
Los misioneros se sintieron energizados por el proyecto de servicio. Mientras la hermana Atalya Murphy de Syracuse, Utah, desempaquetaba artículos a granel, su corazón se dirigía a los turcos a los que ayudaría con su esfuerzo. “Es bueno estar haciendo algo que pueda ayudar a los demás”, dijo ella.
La hermana Erin Martin de Las Vegas, Nevada, dijo que conoce a muchos inmigrantes y refugiados que han venido a Europa para construir una nueva vida. “Es bueno saber que podemos unirnos al Salvador en su obra, aligerando las cargas de la gente”, dijo ella.
Recogiendo a Israel en Europa
La Misión Alpina de habla alemana cubre partes de Austria, Suiza y Alemania. Los líderes de la misión, el presidente Scott M. Naatjes y su esposa, la hermana Jodi Naatjes, dijeron que también tienen varios misioneros que fueron asignados para hablar ruso, ucraniano y persa. Y algunos hispanohablantes nativos también fueron llamados a su misión.
“El Señor realmente está recogiendo al Israel disperso en estas tierras, ya que estos misioneros siempre están entre los más ocupados de la misión”, dijo el presidente Naatjes.
Él dijo que la agitación en lugares como Ucrania y Afganistán ha abierto y ablandado aún más los corazones hacia los muchos inmigrantes y refugiados que se reúnen en Europa en busca de seguridad. Los barrios y ramas han comenzado a tener clases de la Escuela Dominical e incluso reuniones sacramentales en idiomas extranjeros para apoyar las necesidades espirituales de estos grupos vulnerables.
“Los miembros y los misioneros han trabajado juntos para recolectar y distribuir ropa, alimentos y artículos de primera necesidad, impartir clases de alemán e inglés y organizar celebraciones y noches de juegos”, dijo el presidente Naatjes.
El élder Nathaniel Mariska de Nebraska dijo que esos esfuerzos son casi donde él ve el mayor éxito. “Nos da la oportunidad de edificar como lo hizo el Salvador. Damos muchas clases de alemán, y eso nos da muchas oportunidades de enseñar. Enseñamos con acciones en lugar de enseñar con palabras”.
Alrededor de 1.4 millones de turcos viven en Alemania, dijo el élder Bernhard Cziesla, Setenta de Área en Alemania. Los esfuerzos de socorro de la Iglesia han proporcionado un mayor intercambio con la comunidad turca en Alemania y han unido a muchos de los miembros y misioneros.
Durante el último año, inmigrantes y refugiados se han trasladado a Alemania desde Asia, África, Medio Oriente y Ucrania.
“Los miembros alemanes han sido amistosos y han recibido a muchos miembros y no miembros procedentes de Ucrania”, dijo el élder Cziesla. “Esto ha fortalecido a algunos de nuestros barrios y lo hará por algún tiempo, ya que esperamos que un alto porcentaje de los inmigrantes se queden”.
Cuando los miembros se involucran y se unen a los misioneros mientras enseñan, el élder Cziesla dijo que ven tasas significativamente más altas de personas que se bautizan y se integran en barrios y ramas.
“Vemos cada vez más líderes que no hablan alemán designados por inspiración para ayudar a aquellos que vienen a integrarse y a recibir apoyo”, dijo él.
El presidente Naatjes dijo que existe un vínculo especial entre los misioneros y los miembros en Alemania, Suiza y Austria, y que muchos miembros tienden la mano con amor, como lo haría un padre o un abuelo.
“Los misioneros y los miembros se aman, edifican sus testimonios y compromiso los unos con los otros, y ministran, enseñan y confraternizan juntos”, dijo él.
El presidente Naatjes dijo que los misioneros nunca olvidarán poder sentarse en presencia de un apóstol, aprender de él y servir hombro a hombro con él el lunes.
El élder James Allred de Burley, Idaho dijo después de pasar el día juntos, “Siempre es una experiencia maravillosa ver a un hombre del Señor y tener ese testimonio en persona. Realmente me ayudó y testifica que esta obra es realmente verdadera. Sé que el élder Rasband es un apóstol y estoy agradecido de poder decir que estuve aquí”.
