Debidoal coronavirus y la creciente dificultad para llevar a cabo la obra misional enHong Kong y Macao, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Díastransferirá a 113 misioneros fuera de la Misión China Hong Kong en los próximosdías, según anunciaron los líderes en una declaración el martes, 4 de febrero.
De los 125 misioneros en la misión, 113 misioneros serán asignados temporalmente a otras misiones o, los que estén cerca de la fecha de su relevo, volverán a sus hogares. Los 12 misioneros restantes son de Hong Kong, por lo que volverán a sus hogares y serán relevados de su servicio hasta que la situación se haya estabilizado.
De acuerdo con una declaración actualizadaemitida el miércoles, 5 de febrero, algunos de los misioneros que estánsaliendo de la Misión China Hong Kong no se someterán a una cuarentena en unainstalación gubernamental como se pensaba previamente.
“Por consiguiente, estos 17 misioneros (quienes son ciudadanos de las Filipinas) serán aislados y separados del contacto con otros misioneros por 14 días en el centro de capacitación misional en Manila antes de partir para sus nuevas asignaciones o volver a casa”, decía el comunicado del 5 de febrero.
“La Iglesiasiente una gran responsabilidad de hacer todo lo que se pueda para ayudar aestos misioneros a mantenerse saludables y evitar aun la más mínima posibilidadde contagio. El personal del centro de capacitación misional trabajará cuidadosamentepara atender las necesidades de estos misioneros mientras están ahí y paramantenerse a si mismos y a los otros misioneros seguros al seguir losprotocolos de salud apropiados”.
Loslíderes de la Iglesia enfatizaron que antes de dejar Hong Kong, todos losmisioneros han seguido rigurosamente las prácticas preventivas de salud paraevitar el contagio de la enfermedad. Esto incluye permanecer en susapartamentos cuando sea posible, no enseñar, utilizar máscaras y lavarse lasmanos con frecuencia.
“Porlo tanto, la probabilidad de que alguno de estos misioneros haya contraído elcoronavirus es muy baja”, según la declaración. “Además, a cada misionero se lerequiere no presentar síntomas antes de dejar Hong Kong”.
LaIglesia tiene una responsabilidad especial de cuidar a los misioneros además deapoyar a los miembros, empleados y demás personal de la Iglesia en Hong Kong yotras áreas donde el coronavirus es una preocupación. “Oramos con sinceridadpor todos aquellos que están lidiando con este virus, así como por aquellos queviven en lugares donde sus vidas cotidianas se ven impactadas”, escribieron loslíderes de la Iglesia en la declaración. “La Iglesia continuará siguiendo decerca el desarrollo de los acontecimientos y haciendo cualquier ajusteadicional cuando sea necesario”.
El brote en China del coronavirus, una enfermedad respiratoria, ha acaparado los titulares en todo el mundo durante las últimas semanas. En asociación con la organización caritativa Educación Preventiva Orientada a la Salud (Health Oriented Preventive Education), la Iglesia anunció hace una semana que enviaría una gran carga de equipos de protección a China en respuesta al coronavirus.
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Elproyecto HOPE (por sus siglas en inglés) alquiló dos aviones para transportar220.000 máscaras de respiración, cerca de 870 pares de gafas de protección ymás de 6.500 pares de batas protectoras provenientes de los almacenes centralesdel obispo de la Iglesia en Salt Lake City y Atlanta. En total, se enviaron 79paletas de madera con equipos de protección a China, según informaron los oficialesde la Iglesia.
“Estosson nuestros queridos hermanos y hermanas”, dijo el presidente Russell M.Nelson, quien disfruta de una asociación de décadas con la República PopularChina. “Nos sentimos privilegiados de poder ofrecer una pequeña medida de ayuda.Oramos por ellos y sabemos que Dios los bendecirá”.