Mientras mi esposa y yo escuchábamos el mensaje global del presidente Russell M. Nelson el 20 de noviembre sobre “el poder sanador de la gratitud”, escribí algunos apuntes e impresiones mientras el profeta hablaba —y oraba— durante su presentación de video de 11 minutos.
Él invitó a los oyentes a usar las redes sociales, usando la etiqueta #DaGracias, para expresar la gratitud, y así las expresiones digitales también funcionarían como un diario personal de gratitud.
Cuando se trata de redes sociales públicas como Facebook, Instagram, Twitter y otros similares, soy más un espectador y un moderador. No he publicado mucho durante varios años, optando de otra forma por seguir y ver a mi familia y amigos.
Pero regresaré —y haré que este resumen de mis apuntes sobre las invitaciones y las reflexiones del presidente Nelson sean la página más reciente de mi diario de gratitud.
Un hombre de ciencia, fe, y más
El presidente Nelson se ha descrito apropiadamente a sí mismo como un hombre de ciencia y un hombre de fe, y dio ejemplos para subrayar ambas etiquetas.
En mis apuntes, agregué dos descripciones más —“hombre de gratitud” y “hombre de ejemplo”.
En casos limitados a lo largo de los años, he estado con él en conferencias, devocionales, seminarios, viajes de ministración, entornos sociales y entrevistas —a veces como periodista, otras veces como participante de un evento. En todos esos tiempos, he sido testigo de Russell M. Nelson como un creyente y un hacedor, uno que sirve de mentor y de ministro. En resumen: un ejemplo.
No hubo diferencia alguna en su mensaje del 20 de noviembre, con expresiones de gratitud inspiradoras y ejemplares.
El poder sanador de la gratitud
El presidente Nelson enfatizó cómo la gratitud ayuda a “[calmar] nuestros sentimientos” y da “una mayor perspectiva del propósito mismo de la vida y de su gozo”.
Mientras el profeta hablaba de cómo sobrellevó la muerte de su primera esposa, la hermana Dantzel Nelson, y dos hijas con un profundo sentido de gratitud, escribí “Papá” —mi propio padre falleció a los 64 años después de una batalla de cuatro años contra el cáncer hace ya más de dos décadas.
La gratitud y la comprensión han templado mi dolor y el echarlo de menos a lo largo de los años. Estoy agradecido por la influencia de papá en mi vida, por la esperanza y las perspectivas eternas del plan de salvación de Dios, y por un padre terrenal que me ha guiado a mi Padre Celestial.
Invitación a inundar
Como ya se mencionó anteriormente, la primera de las dos invitaciones del presidente Nelson fue convertir las redes sociales en su propio diario #DaGracias durante un período de siete días. “Publiquen cada día aquello por lo que están agradecidos, por quién están agradecidos y por qué están agradecidos”, dijo él.
Esto se produjo dos años después de una invitación en la sesión de mujeres de la conferencia general de octubre del 2018 para hacer un “ayuno” de 10 días de las redes sociales. El profeta pidió a los oyentes que cambiaran de rumbo y canalizaran el bien de las redes sociales con un desborde de gratitud.
Así como escribí un apunte del llamado del presidente Ezra Taft Benson de 1988 a los santos de los últimos días a “inundar la tierra con el Libro de Mormón”, el presidente Nelson ofreció una expresión equivalente: “Si trabajamos juntos, podemos inundar las redes sociales con una ola de gratitud que llegue a los cuatro extremos de la tierra”.
Desde entonces, hemos visto un aumento creciente de publicaciones e imágenes de #DaGracias en las redes sociales públicas. Y me he encontrado uniéndome a otros en ser más expresivo al dar gracias y reconocer el aprecio a través de otros medios más personales —en conversaciones de grupos pequeños, mensajes directos, mensajes de texto y correos electrónicos.
Invitación a unirse
La segunda invitación del presidente Nelson fue “[unirnos] en agradecimiento a Dios mediante la oración diaria”.
A menudo cuando escuchamos mensajes de dar gracias y tener gratitud, tendemos a pensar en ello en términos del comportamiento de uno, la actitud de uno —manteniendo un sentido de aprecio y gratitud hacia los demás.
A través de su mensaje, el presidente Nelson indicó a los oyentes que dirigiéramos nuestras sinceras expresiones de gratitud al Padre Celestial, Él quien es la fuente de nuestras vidas y nuestras bendiciones, toda luz y verdadero gozo.
Oración de gratitud
Luego el profeta modeló para nosotros cómo orar con gratitud. Él medió con Dios en nuestro favor en una oración de acción de gracias y súplica que resonó con todos —y con cada uno.
La oración de un profeta escuchada por las masas es un momento relativamente raro. Con más frecuencia, nuestras autoridades generales nos hablan en conferencias, devocionales y reuniones similares; cuando hablan de la oración, enseñan los principios y las prácticas.
Hablan de escuchar a los profetas y apóstoles orar por los miembros, los misioneros, los líderes locales, los jóvenes, las familias, la Iglesia, el mundo en general.
Pero rara vez los escuchamos orar. Esas oraciones más públicas suelen darse en dedicaciones y eventos especiales.
Pero el 20 de noviembre, el presidente Nelson oró a Dios —por nosotros, por los demás y por todos. Su oración se hizo de modo que todos la pudieran oír —y para que todos siguieran ese ejemplo. Afortunadamente, tenemos en las escrituras registradas las oraciones de otros profetas a lo largo de los siglos, así como las oraciones y las súplicas del Salvador.
Hay otros apuntes que hice mientras escuchaba al presidente Nelson para llenar las páginas siguientes de mi diario personal de gratitud, al igual que se están llenando muchas páginas sobre el quién, el qué y el porqué estoy agradecido.
Pero en esta página del diario, yo doy gracias —por el mensaje y por el mensajero. #DaGracias