En un tiempo de la historia en el que una enfermedad ha puesto al mundo de rodillas, el presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es un médico de renombre.
Esa es una de las varias razones por la que el reciente mensaje del presidente Russell M. Nelson al mundo sobre la gratitud es “particularmente interesante” y “bastante inspirador” para el historiador Richard E. Turley Jr.
“Lo que hace que su invitación sea interesante es que dice: ‘Como médico, estoy interesado en lo que está sucediendo para tratar de resolver esta pandemia. Pero les voy a ofrecer una solución que puede ser un poco contradictoria’”, dijo Turley, un director jubilado del Departamento de Comunicaciones de la Iglesia y ex asiste historiador y registrador de la Iglesia.
“Es esa invitación, la invitación a la gratitud, lo que hace que esto sea inusual. Es un remedio simple —y ese es el poder de su invitación”.
En un mensaje de video el 20 de noviembre, el presidente Nelson emitió dos invitaciones para acoger “el poder sanador de la gratitud”: Primero, convertir las redes sociales en un diario de gratitud con publicaciones que utilicen la etiqueta #DaGracias. Segundo, agradecer a Dios a través de la oración diaria.
“Sea cual sea nuestra situación, el mostrar gratitud por nuestros privilegios es una receta espiritual de efecto rápido y duradero”, dijo el presidente Nelson.
Durante un podcast del Church News publicado el 24 de noviembre, Turley brindó una perspectiva histórica sobre el mensaje del presidente Nelson y destacó invitaciones similares de líderes de la Iglesia.
Una perspectiva histórica
Los líderes de la Iglesia en el pasado han hecho invitaciones al mundo. “Pero no ha habido una invitación como la que dio el presidente Nelson”, dijo Turley.
“Hay elementos de su invitación que han aparecido en otras presentaciones en el pasado, pero la combinación de lo que dice sobre la historia, y también la perspectiva que él da, junto con la oración al final, son únicas”.
Un aspecto de la invitación del presidente Nelson que la distingue de las invitaciones emitidas por presidentes anteriores de la Iglesia es el estímulo directo del uso de las redes sociales —un profeta de 96 años pidió al mundo que publicara todos los días y usara una etiqueta.
“Aquellos de nosotros que hemos pasado mucho tiempo alrededor del presidente Nelson sabemos que él es lo que llamarían ‘un adoptador temprano de la tecnología’”, dijo Turley. “Él se ha mantenido muy en sintonía con la tecnología a medida que se ha desarrollado a lo largo de su vida. Por lo tanto, no es inusual que se haya referido a las redes sociales o que saque su iPhone o mire las aplicaciones”.
Durante su primer año como presidente de la Iglesia, el presidente Nelson pidió a audiencias de jóvenes y mujeres que se abstuvieran de las redes sociales como parte de una invitación para ayudar al recogimiento de Israel. “Él reconoce que podemos permitir que la tecnología consuma nuestra vida. … Ahora nos ha dicho que hagamos buen uso de la tecnología al convertirla en un diario de gratitud”, dijo Turley.

El mensaje de gratitud del presidente Nelson refleja otras invitaciones que ha hecho desde que fue sostenido como profeta en enero del 2018.
Haciendo referencia a la invitación del presidente Nelson en la conferencia general de octubre del 2020 de “dejar que Dios prevalezca”, dijo Turley, “creo que esta invitación actual es en gran medida un eco de esa petición de su parte. … Nos dice que debemos contar nuestras bendiciones y no contar nuestras dificultades”.
El presidente Nelson ha alentado repetidamente a los santos de los últimos días a aumentar su capacidad espiritual y procurar escuchar la voz del Señor —“Escúchalo”. Con esta invitación más reciente, “nos ha dado una herramienta para hacerlo”, dijo Turley.
A principios de este año, el presidente Nelson invitó dos veces a los santos de los últimos días y a los de otras religiones a ayunar y orar por “sanación física y espiritual” en respuesta a la pandemia del COVID-19.
Durante la pandemia de influenza de 1918, las reuniones de la Iglesia también se cancelaron o pospusieron, se alentó a las personas a usar mascarillas y muchas familias sufrieron. “En 1918, la Primera Presidencia designó un día de ayuno y oración para los miembros de la Iglesia”, dijo Turley. El propósito era “detener y suprimir rápidamente por el poder divino el azote desolador que está pasando sobre la tierra”.
Otros mensajes notables sobre la gratitud de los líderes de la Iglesia
En el discurso de 11 minutos del presidente Nelson, él hizo referencia a desafíos específicos que ha enfrentado, incluyendo la pérdida de su esposa Dantzel y sus dos hijas.
“No solo nos pide que hagamos algo así nomás. Nos pide que hagamos algo que refleja en su propia vida personal”, dijo Turley. “En mi asociación con él a lo largo de las décadas, he descubierto que es un hombre extremadamente optimista y positivo que se enfoca más en las cosas felices y maravillosas que el Señor le ha dado, de lo que se enfoca en lo negativo”.
Sentimientos similares de gratitud y positivismo en medio de dificultades se pueden encontrar en las declaraciones del presidente Joseph F. Smith, del presidente Howard W. Hunter y del presidente Gordon B. Hinckley.

El presidente Smith, quien sirvió como sexto presidente de la Iglesia, perdió 13 hijos durante su vida. Él dijo: “El espíritu de gratitud es siempre placentero y satisfactorio porque conlleva un sentido de ayuda a los demás; genera amor y amistad, y engendra influencia divina. … El hombre agradecido ve en el mundo tantas cosas por las que estar agradecido, y con él, el bien supera al mal. El amor supera los celos y la luz expulsa la oscuridad de su vida” (Joseph F. Smith, “Doctrina del evangelio”, 1939).
Cuando el presidente Hunter era presidente del Cuórum de los Doce Apóstoles, antes de convertirse en el 14° presidente de la Iglesia, habló en una charla fogonera del Sistema Educativo de la Iglesia para jóvenes adultos en la Universidad Brigham Young en febrero de 1993.

Así como el presidente Nelson comenzó su invitación con una descripción de lo que ha visto durante sus nueve décadas y media de vida, el presidente Hunter dijo: “En mi vida he visto dos guerras mundiales más Corea más Vietnam y todo lo que ustedes están presenciando actualmente. Me abrí camino a través de la depresión y logré ir a la escuela de derecho al mismo tiempo que comencé una familia. He visto la bolsa de valores y la economía mundial enloquecer y he visto a algunos déspotas y tiranos volverse locos, todo lo cual causa un poco de problemas en todo el mundo en el proceso”.
El presidente Hunter continuó: “Soy franco al decir esta noche que espero que no crean que todas las dificultades del mundo se han encajado en su década, o que las cosas nunca han sido peores de lo que son para ustedes personalmente, o que nunca mejorarán. Les aseguro que las cosas han estado peor y siempre mejorarán. Siempre mejoran”.
Como primer consejero de la Primera Presidencia antes de servir como 15° presidente de la Iglesia, el presidente Hinckley dijo durante un devocional de BYU en marzo de 1994: “Todavía escuchamos mucho hablar sobre la depresión económica. Algunos de ustedes aquí esta noche pueden estar desempleados o luchando por sobrevivir. Las cosas podrían ser peores. El cielo no permita que volvamos a caer en el tipo de atolladero monetario que atravesamos en la década de 1930.

“Yo estaba allí en ese entonces”, continuó el presidente Hinckley. “Me gradué de la Universidad de Utah en 1932. La tasa de desempleo era de más del 30 por ciento. Fueron días de largas colas para comer, de suicidios que ocurrieron debido al desánimo, de una desolación de la vida que pocos de ustedes pueden comprender. Pero de alguna manera sobrevivimos y lo logramos”.
Una ventaja de tener líderes de la Iglesia con una larga experiencia de vida “es que han visto mucho y, por lo tanto, tienen una perspectiva”, dijo Turley.
“Es una cosa que el presidente Nelson nos da en esta invitación, una perspectiva. Y el pedirnos que seamos agradecidos es una manera de compensar las actitudes que a veces son demasiado negativas que adoptamos cuando nos suceden cosas malas”.