HELENA, Montana — Cuando el élder Gary E. Stevenson del Cuórum de los Doce Apóstoles llegó al Templo de Helena, Montana (en inglés) durante el fin de semana de la dedicación, dirigió su mirada hacia la parte superior de la entrada del edificio, que tiene un poco más de 910 metros cuadrados, donde se encuentra la inscripción en letras mayúsculas que se puede ver en cada templo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días: “SANTIDAD AL SEÑOR. LA CASA DEL SEÑOR”.
“Realmente es una reflexión muy profunda, poder ver eso y después pensar en la trascendencia de su significado — la casa del Señor, [junto] con [la] santidad al Señor”, dijo el élder Stevenson, “y ahora, al estar en Helena, ver [la inscripción], ser parte de la dedicación del templo que lo consagra como la casa del Señor y, todo eso hecho con santidad al Señor”.
El Apóstol dedicó el Templo de Helena, Montana el domingo 18 de junio en dos sesiones que se transmitieron a todos los centros de reuniones del distrito del templo, el cual comprende estacas en Helena, Butte, Bozeman y dos en Great Falls, es decir, cubre aproximadamente la mitad del estado de Montana que también se le conoce como el Big Sky State.
“La dedicación de este templo”, dijo, “sirve como testamento de la fortaleza y devoción de los Santos que residen en esta hermosa región de Montana”.
Durante los servicios de dedicación el élder Stevenson estuvo acompañado por su esposa, la hermana Lesa Stevenson; el élder Kevin R. Duncan, un Setenta Autoridad General y el director ejecutivo del Departamento de Templos y su esposa, la hermana Nancy Duncan; el élder Randall K. Bennett, un Setenta Autoridad General y consejero de la presidencia del Área Norteamérica Central; y Michael Suhaka, director administrativo del Departamento de Templos.
Con este templo, el último dedicado de la Iglesia — y el núm. 178 de un total de 315, entre los cuales se incluyen los que están en construcción, han sido anunciados o están en la etapa de planificación— los Santos de los Últimos Días en esa “hermosa región de Montana”, pueden asistir más fácilmente y con más frecuencia al templo y así tener una mejor conexión y un vínculo más estrecho con el Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo, a través de convenios y ordenanzas sagradas y al participar de la instrucción y la adoración.
Ir al templo ya no es un “viaje”
Al prepararse cuidadosamente para la dedicación y mientras estudiaba la historia de la Iglesia en el estado, el élder Stevenson se dio cuenta de lo extraordinario que es para los Santos de los Últimos Días del centro de Montana tener ahora una casa del Señor en la zona donde viven.
“Por un lado, han estado relativamente cerca de la sede de la Iglesia — aunque es un largo viaje, se puede hacer en auto”, dijo, refiriéndose a los 780 kilómetros que separan a Helena de Salt Lake City y que toma unas siete horas.
“Entonces, pensamos en el legado que representan los templos que están a una distancia más cercana”, señaló, como los templos de Idaho Falls, Idaho (en inglés) y Cardston, Alberta (en inglés), a 434 y 370 kilómetros respectivamente, de Helena por la autopista interestatal.
Después se anunció el Templo de Billings, Montana (en inglés) en 1998 que se dedicó en el año 2000, seguido por el templo de Helena. El presidente Russell M. Nelson anunció una tercera casa del Señor para el Estado —el Templo de Missoula, Montana (en inglés)— durante la conferencia general de abril de 2022.
“[Y ahora,] qué gran bendición es para esta gran zona de Montana tener acceso a un templo como este”, dijo el élder Stevenson. “Es parte de las bendiciones que estamos recibiendo, ya que nuestro querido Profeta está sumamente centrado en reunir a Israel a ambos lados del velo. Este templo bendecirá la vida de muchas personas”.
La hermana Stevenson dijo que asistir a la dedicación de un templo siempre es una bendición, pero el gozo es aún mayor si se trata de uno que está cerca de casa y especialmente cuando los Stevenson se reencuentran con viejos conocidos como Elsie Gruel de Great Falls que tiene 94 años. Ella conoció al élder Stevenson hace varios años cuando él la visitó durante un viaje de pesca a Montana y la acompañó a una venta de caballos.
“Sin embargo, uno se siente inmediatamente conectado, incluso con las personas a quienes no conocemos”, continuó la hermana Stevenson. “Los corazones se conectan — tenemos los mismos pensamientos, las mismas metas, los mismos deseos y amor por nuestro Salvador.
“Y tener este templo aquí para esta gente tan humilde y dulce — esto ha sido su sueño”, prosiguió. “Nunca pensaron que ocurriría. Ahora, estas bendiciones del templo están sucediendo en el lugar donde viven”.
Un rápido calendario de construcción
El presidente Nelson anunció un templo para Helena el 4 de abril de 2021 — una de las 20 ubicaciones mencionadas ese día durante la conferencia general de abril de 2021 (en inglés). De los otros 19 templos que anunciara, 10 ya están en construcción, uno tiene la fecha para la palada inicial, cinco ya tienen designada su ubicación y tres están comenzando el proceso de planificación y diseño.
El 20 de abril, tres semanas después del anuncio, la Iglesia dio a conocer la ubicación y la representación artística del exterior (en inglés) del templo de Helena.
El élder Vern P. Stanfill (en inglés)— un Setenta Autoridad General y originario de Townsend, Montana, que está a unos 50 kilómetros de Helena — presidió la palada inicial el 26 de junio de 2021. El templo se encuentra ubicado en un terreno de 2 hectáreas aproximadamente, en el 1260 Otter Road; se construyó en el lugar donde existía un centro de estaca, el cual se demolió para dar paso a la nueva casa del Señor. El nuevo centro de estaca, construido al lado del templo, incluye un gran salón que sirve como sala de espera para el templo.
El calendario de construcción del Templo de Helena, Montana ha sido uno de los más rápidos de la Iglesia en las últimas dos décadas. Los dos meses y 22 días transcurridos entre el anuncio y la palada inicial es el más corto; y los 26 meses y 15 días que pasaron desde el anuncio hasta la dedicación es el segundo más rápido, pero muy cerca de los 24 meses y 27 días que requirió el Templo de Gila Valley, Arizona (en inglés) en 2010.
Un anuncio inesperado
Aun así, y hasta el anuncio del templo en 2021, los Santos de los Últimos Días de Helena y de toda la zona centro oeste de Montana, pensaban que una casa del Señor local era algo que ocurriría alguna vez en el futuro. Helena, se encuentra entre cuatro templos — Billings, Cardston, Idaho Falls y Rexburg, Idaho (en inglés) todos ubicados dentro de una distancia que se puede cubrir en auto en unas tres horas y media o cuatro.
“No esperábamos tener un templo tan pronto, porque parece que no teníamos el crecimiento y los números necesarios que lo respaldaran”, dijo Donna Romney, la esposa del presidente de la Estaca Helena Montana, Bret R. Romney.
“Ahora podemos ser parte de este milagro de llevar templos a zonas más pequeñas. El templo ofrece más oportunidades de compartir el evangelio de Jesucristo, y ya estamos viendo un crecimiento a medida que la gente se siente atraída por la casa del Señor”.
Asimismo, el presidente Romney prevé una amplia variedad de bendiciones para los Santos de los Últimos en el distrito del templo —no solo por hacer y guardar los convenios a través de las ordenanzas del templo y fortaleciendo sus testimonios del Padre Celestial y Jesucristo, sino también por el simple hecho de servir en el templo.
“A lo largo de los años, siempre hemos escuchado a los obreros del templo hablar sobre el impacto que tiene su servicio en el templo tanto en ellos individualmente, como en su matrimonio y su familia”, dijo el presidente Romney. “Ahora tendremos de ocho a 10 veces más obreros del templo de nuestra estaca. Es emocionante anticipar cómo esto bendecirá la vida de los miembros de nuestra estaca, a los barrios y a las ramas.
“El tener una casa dedicada al Señor tan cerca, traerá innumerable bendiciones”.
‘Una historia maravillosa’ en Montana
A comienzos de la segunda mitad del siglo XIX, los miembros de la Iglesia comenzaron a comprarle ganado a los emigrantes que pasaban por lo que es, hoy día, el estado de Montana y a transportar mercancías desde y hacia Salt Lake City. Un pequeño número de Santos de los Últimos Días se asentó en Montana para explotar las minas o vender suministros cuando se descubrió oro en 1862. Más tarde, otros se trasladaron allí para establecer ranchos o ayudar en la construcción del ferrocarril que unía Ogden, Utah, con Butte.
El año 1896 resultó ser crucial para la Iglesia en Montana, ya que tan solo un año después se creaba la primera rama del estado en Lima, un pequeño pueblo situado al norte de la frontera noreste con Idaho.
Ese año, Edward Stevenson del Primer Consejo de los Setenta — el padre del tatarabuelo del élder Stevenson — recorrió la zona con Matthias Cowley de la presidencia de la Estaca Oneida (Idaho) para ministrar a los Santos de los Últimos Días y convocar a los menos activos. Además de organizar varias ramas, se reunieron con el gobernador de Montana, John E. Rickards, quien se hizo amigo de la Iglesia. Ese mismo año se formó la Misión de Montana, precursora de la actual Misión Billings Montana.
“Así que, a los tres años de haberse dedicado el Templo de Salt Lake, se organizó la Misión Montana — eso es muy extraordinario”, dijo el élder Gary E. Stevenson. “La Iglesia ha tenido una gran presencia aquí durante muchos, muchos años y tiene una historia maravillosa en este lugar”.
Hacia finales de 1920, los miembros de la Iglesia en Montana sumaban más de 1000, y en 1953, los élderes Spencer W. Kimball y LeGrand Richards organizaron en Butte la primera estaca del Estado. Para el año 1960 el número de miembros había aumentado a casi 24 000.
Hoy, Montana es el hogar de unos 51 000 Santos de los Últimos Días distribuidos en 13 estacas y cuentan con dos templos dedicados y el anuncio de un tercero.
La verdadera ‘belleza’ del templo
El élder Stevenson se unió a los demás para expresar su admiración por la belleza del Templo de Helena, Montana. “Sin embargo, más poderosos que los deslumbrantes elementos físicos del templo, son los sentimientos que genera”, dijo, añadiendo que fue un resultado inesperado de las visitas de los amigos, vecinos y residentes de Helena y la región circundante a la casa abierta del templo.
“Muchos se conmovieron al saber que incluso nuestros jóvenes sirven en el templo y cómo [muestran] amor por sus antepasados fallecidos al ofrecerles las sagradas ordenanzas de forma vicaria”, dijo el Apóstol. “A otros les fascinó saber que los esposos y las esposas se casan aquí —no solo por esta vida sino también por la eternidad”.
Los templos, por lo tanto, son hermosos edificios diseñados para proporcionar algo aún más hermoso: las sagradas ordenanzas del Señor.
“Honramos al Señor al construir una hermosa estructura, como lo hizo Salomón en el Antiguo Testamento, pero lo honramos más cuando llevamos a cabo las sagradas ordenanzas que solo tienen lugar en una casa dedicada al Señor”, dijo el élder Stevenson, que también citó Doctrina y convenios 84:20, donde dice: “Así que, en sus ordenanzas se manifiesta el poder de la divinidad”.
La casa abierta y ‘el idioma del templo’
Más de 30 000 personas — dos o tres veces más de lo esperado — asistieron a la casa abierta del templo de Helena, que tuvo lugar desde el 18 de mayo hasta el 3 de junio. Los Santos de los Últimos Días que viven en el distrito del templo recibieron sugerencias del Departamento de Templos sobre temas de conversación y también se los entregaron a los voluntarios que ayudaron con como guías de los recorridos públicos.
Jim y Suzi Stanger, codirectores de la casa abierta y del comité para la dedicación, dijeron que los miembros locales no solo usaron los temas sugeridos cuando invitaron a sus amigos y vecinos a la casa abierta, sino que también la doctrina y los principios que contenían los trasladaron a los testimonios, charlas y expresiones de los Santos de los Últimos Días.
“Ahora hay una fluidez [de comunicación] — es como si las cinco estacas hablaran el ‘idioma del templo’”, dijo Suzi Stanger. “Fue asombroso [ver] cómo se transformó el hecho de poder compartir el templo en una forma personal, como un miembro, tanto con miembros como con quienes no lo son”.
Jim Stanger dijo que muchos visitantes llegaron intrigados por la manera tan especial en que se construyó el templo — es la primera vez que la Iglesia utiliza el sistema de componentes modulares los cuales se diseñan y se crean en una fábrica, después se transportan y se arman e instalan en el lugar del templo.
Él y otros guías de los recorridos primero hablaban sobre el exterior del del edificio. A continuación, tras detenerse y señalar la inscripción “Santidad al Señor; la casa del Señor” que se encuentra sobre la puerta de entrada, el recorrido se centraba en los puntos de conversación sobre los convenios, las ordenanzas, el plan del Padre Celestial, Jesucristo y Su Expiación, y el propósito de los templos.
Suzi Stanger dijo: “Se podía ver una transformación, que sentían el Espíritu. … La gente de Montana es muy sincera, y creo que esto realmente les cautivó — la sinceridad del enfoque en el Salvador”.
Los comentarios de la gente
Los asistentes a la dedicación vinieron de Helena, de todo el distrito del templo y aún más lejos. Entre ellos, se encontraban cuatro miembros de la 19a Brigada de Fuerzas Especiales de la Guardia Nacional de Utah: el mayor Chris Biesinger, de Spanish Fork; el teniente primero Andrew Minkler, de Cedar City; el sargento primero Bradley Curtis, de Draper; y el sargento de personal Benjamin Hardy, de West Jordan. Todos ellos estaban entrenándose en el cercano Camp Fort Harrison y recibieron permiso para asistir.
¿Qué sintieron los asistentes durante la dedicación?
“Sentí una increíble paz y alegría y estoy deseando traer a mis hijos aquí y estar juntos como familia”, dijo Tiffany Hobson del barrio Rivers Edge de la Estaca Great Falls Montana.
Su esposo, Brad Hobson, añadió con la voz quebrada por la emoción: “Sentí el amor de Dios. Sentí gratitud. Y que Él se preocupa por los Santos de esta región”.
Tres mujeres jóvenes de la Estaca Helena Montana compartieron lo que aprendieron a través del Espíritu.
“Durante una de las charlas, me di cuenta de que no éramos las únicas personas en esa habitación— otras personas ya fallecidas estaban en el templo con nosotros”, dijo June Lay del barrio 4. “Y es maravilloso saber lo importante que es este templo para todos”.
Su hermana, Ruth Lay, agregó: “Estaba super feliz porque pude entrar. Esta es la primera dedicación a la que asisto y realmente sentí el Espíritu”.
Anna Christensen del barrio Helena 6 estuvo de acuerdo. “Sentí el Espíritu, y me ayudó a sentir paz en [medio de] este mundo”.