TORONTO, Ontario — El presidente Jeffrey R. Holland se reunió el lunes 24 de marzo, en Toronto, Ontario, con la Dra. Jean Augustine, exmiembro del Parlamento de Canadá y docente de profesión.
El presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles dijo que la reunión con Augustine fue muy positiva y quedó impresionado por todo lo que ella ha hecho para ayudar a las jóvenes en Canadá a prepararse para los desafíos de la vida.
“Queríamos oír a la Dra. Augustine. La escuchamos.”, dijo el presidente Holland.
En 1993, Augustine se convirtió en la primera mujer negra electa para integrar la Cámara de los Comunes de Canadá. Ha dedicado gran parte de su vida a la educación, especialmente a la educación de niñas y jóvenes. El centro Jean Augustine Centre for Young Women’s Empowerment se dedica a esta gran causa. Se trata de un programa extracurricular con sede en Toronto, que atiende a niñas y jóvenes entre los 7 y 17 años.
El presidente Holland dijo que la Iglesia colabora con organizaciones como la de Augustine por una sencilla razón.
“Creemos en esas jóvenes”, dijo. El presidente Holland explicó que considera este tipo de organización como una fuente de ayuda similar a las clases de autosuficiencia que ofrece la Iglesia.
“En los problemas de los adolescentes, a menudo son las jóvenes las que quedan sin apoyo. Lo que hacemos es ayudarlas a través de nuestros servicios de bienestar y autosuficiencia. La Iglesia siempre ha enseñado el principio de la autosuficiencia. Eso nos suena familiar cuando lo escuchamos de alguien como la Dra. Augustine”, añadió.
La conversación entre el presidente Holland y Augustine, que sirvió en la Cámara de los Comunes durante 23 años, se caracterizó por las creencias compartidas. Estos dos líderes creen que, mediante el trabajo conjunto podemos ayudar a que los jóvenes y jóvenes adultos logren cambios positivos para la sociedad.
“Ahora mismo, pasamos por tiempos difíciles”, dijo Augustine. “Necesitamos contar con buenas personas, capacitadas, con experiencias similares, que puedan ser una guía, y [además] alienten a la gente joven, [para] que la nueva generación vea que hay esperanza y hay trabajo por hacer [y] que todos juntos podemos hacer progresar a nuestra nación y a nuestras comunidades”.
Aunque esta era la primera vez que Augustine se reunía con el presidente Holland, la Iglesia ha apoyado a sus organizaciones durante años. Y, antes de su reunión en Toronto, el presidente Holland le informó a Augustine que la Iglesia continuará brindándole apoyo financiero a su organización.
“Ella se mostró muy feliz con el gesto, al igual que nosotros”, dijo el presidente Holland. “Fue emocionante oírla hablar sobre lo que [esto] significaría para sus jóvenes. Así que fue un regalo beneficioso [y fue] muy oportuno darlo esta semana”.
Augustine expresó su gratitud a la Iglesia por el apoyo que le brinda y al presidente Holland por dedicar tiempo para reunirse con ella y hablar sobre los asuntos que les preocupan a ambos.
“Mi gratitud, reconocimiento y profunda estima por la amistad, apoyo y el hecho de que tenemos ejemplos para ofrecer a nuestra gente joven”, dijo Augustine. “Creo que el propósito, la motivación, la razón de ser de la Iglesia es brindar servicio y animar a las personas a ser mejores mientras recorren el camino de la vida”.
El presidente Holland añadió que la Iglesia continúa creciendo en todo el mundo. Este crecimiento abre las puertas de nuevas oportunidades para marcar la diferencia en las comunidades, dijo, y entre los grupos que necesitan ayuda tanto temporal como espiritual.
“Queremos bendecir a la gente en esta vida y en la eternidad”, dijo. Entonces añadió, “Nos preocupa lo que comen, dónde viven, cómo obtienen una educación y cómo se preparan para un empleo”.
Después de esta reunión, el presidente Holland también animó a los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días a conocer los logros y desafíos de quienes trabajan fuera de su entorno habitual.
Entusiasmado por todo lo que vio, el presidente Holland dijo, “El paso acelerado de la obra es evidente en Canadá”.
