AMERICAN FORK, UTAH – El élder D. Todd Christofferson, que se crió en Pleasant Grove, Utah, mucho antes de que lo sostuvieran como miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, ayudaba en la granja de beneficencia de la Iglesia cerca de su casa cada otoño.
“Recuerdo que venía aquí temprano por la mañana a este lugar”, dijo. “A nuestros grupos de voluntarios se les asignaba venir en diferentes horarios para cosechar maíz, y desmalezar, entre otras cosas”.
Ese mismo terreno es ahora donde se encuentra el Templo de Mount Timpanogos, Utah (en inglés). El élder Christofferson compartió sus recuerdos mientras hablaba en el Campamento Nacional de los Hijos de los Pioneros de Utah 2024 en American Fork, Utah, el viernes, 20 de septiembre. Estuvo acompañado por su esposa, la hermana Kathy Christofferson, y su hermano, Greg Christofferson, quien es el presidente de la Asociación del Batallón Mormón.
“No preví en ese momento el glorioso propósito al que se destinaría este terreno en el futuro”, dijo el élder Christofferson. Asimismo, se preguntó si los pioneros sabían exactamente lo que depararía el futuro para las generaciones que los sucedieran.
“Es algo maravilloso, ¿no es así? Contemplar el legado con el que hemos sido bendecidos o que se nos ha legado. “Me pregunto si yo habría tenido el valor, la devoción, la resistencia y la dedicación para lograr lo que ellos hicieron”.
El élder Christofferson dijo que la pregunta obviamente no tiene respuesta en este momento, pero dijo que espera que la respuesta sea afirmativa.
“Nunca se sabe a menos que uno se encuentre en esa circunstancia”, dijo. El élder Christofferson habló de cómo cada individuo es responsable de usar su albedrío para tomar decisiones correctas, sin importar cuán grandes o pequeñas parezcan esas decisiones o cuán importantes o intrascendentes puedan parecer.
“No creo que muchos de ellos pensaran que en algún caso individual estaban haciendo algo grande y grandioso. Era sólo un paso delante del otro… y, sin embargo, qué hermosa cosecha espiritual produjeron”.
Citando al fallecido presidente de la Iglesia Joseph F. Smith en 1905, el élder Christofferson leyó: “Esas cosas que llamamos extraordinarias, notables o inusuales pueden hacer historia, pero no hacen la vida real. Después de todo, hacer bien aquellas cosas que Dios mandó que fueran el destino común de toda la humanidad es la verdadera grandeza” (Juvenile Instructor, 15 de diciembre de 1905).
“Ésta es una idea poderosa”, dijo el élder Christofferson. “Desafortunadamente, en mi observación e impresión, este enfoque de la vida — este enfoque en los medios pequeños y sencillos que traen cosas mayores — se está volviendo contracultural. Ahora hay una actitud más prominente de que esta vida es todo lo que hay… La sensación es que no hay más. Es el enfoque de ‘comed, bebed y divertíos’ para las cosas… Muchas de las nuevas generaciones piensan que todo lo que no da placer es una forma de opresión”.
El élder Christofferson expresó el deseo de que las personas de hoy enseñen acerca de quienes nos han precedido y aprendan de ellos.
“Espero que, al ejercer influencia en las generaciones futuras, señalemos el ejemplo de los padres y madres pioneros que realmente se centraron en el futuro y en las generaciones futuras. Mucho de lo que hicieron, nunca cosecharon los beneficios”.
Parte de la construcción de la esperanza para el futuro se produce cuando los seguidores del Salvador hacen y cumplen convenios que los vinculan con generaciones anteriores y posteriores en el tiempo.
“Sin duda, ambas partes de un convenio hacen compromisos, pero lo que el presidente [Russell M.] Nelson ha recalcado es que es más que eso. Los convenios son realmente un medio que el Padre Celestial y Su Hijo utilizan para profundizar una relación con nosotros, de modo que tengamos fe en Ellos, una seguridad, un entendimiento, una relación, una asociación que nos da un poder que de otro modo no sería posible”.
El élder Christofferson recordó las enseñanzas del presidente Nelson de un artículo de la Liahona de octubre de 2022, cuando el profeta dijo: “Cuando hacemos un convenio con Dios, abandonamos el terreno neutral para siempre. Dios no abandonará Su relación con aquellos que han forjado tal vínculo con Él”.
Además de su mensaje sobre aprender de los pioneros del pasado, el élder Christofferson también compartió algo de lo que aprendió recientemente de una asignación de ministración en el Área Eurasia de la Iglesia. Allí, dijo, habló y escuchó las historias de los miembros pioneros actuales de la Iglesia de Kazajstán, Armenia, Georgia, Rusia y Bielorrusia.
“Me sentí animado. Me sentí alentado por su disposición a seguir adelante y seguir adelante con buen ánimo. Creo que eso es lo que los convenios hacen por nosotros”.