GUAYAQUIL, Ecuador — Al concluir un ministerio de 10 días en el Área Sudamérica Noroeste, el élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo que vio a muchas personas vivir el Evangelio con gozo.
“Están anhelosamente consagrados en la obra de historia familiar. Están abriendo la boca. Están llenos de gozo y comparten el evangelio, ellos entienden lo que es más importante”, dijo. “Tienen un deseo notable de compartir lo que saben y lo que les trae tanto gozo a sus vidas”.
La esposa del élder Bednar, la hermana Susan Bednar, se sintió conmovida por los testimonios de las personas que conoció en oportunidades de ministración individuales y en grupos más grandes, tanto en Huancayo como en Cusco, Perú, al comienzo de esta asignación, y en Ecuador durante el últimos tres días.
“Ver a la Iglesia aquí ha sido una experiencia extraordinaria”, dijo. “Está bien establecida y es una fortaleza. Es un faro de fortaleza aquí en esta área”.
En la ciudad portuaria de Guayaquil, el élder Bednar celebró reuniones de capacitación en liderazgo para líderes de múltiples estacas el sábado, 31 de agosto y se reunió con misioneros y jóvenes adultos solteros el día anterior.
El devocional para jóvenes adultos solteros del viernes, 30 de agosto por la noche llenó el Centro de Estaca Kennedy Guayaquil, Ecuador y fue transmitido a miles de personas en los cuatro países del área: Ecuador, Perú, Bolivia y Colombia.
Kevin Muguerza del Barrio Urbanor se reunió con el élder Bednar en un grupo focal con otros jóvenes adultos solteros antes del devocional.
“El Padre Celestial hace las cosas de una manera extraordinaria, porque hace tres días le había preguntado algo y esta noche me respondió de una manera muy directa”, dijo.
Stephanny Yépez Morchàn es una recién conversa de la Iglesia y se encuentra en el Barrio Centenario. Habló sobre el gozo que sentía en su corazón al encontrar el Evangelio y escuchar al élder Bednar. “No tengo palabras para explicarlo”.
Al abordar temas como la fe, el arrepentimiento, la revelación, el matrimonio y las familias, el élder Bednar transmitió el gozo que surge de vivir el evangelio de Jesucristo y de esforzarse constantemente por ser mejores con la ayuda de Dios.
“Esta es la única fuente de gozo duradero”, dijo el élder Bednar durante el devocional. “No la Iglesia como organización, sino la Iglesia de Jesucristo. Él es la fuente de paz, de esperanza, de gozo, de luz y de verdad. Doy testimonio de que Dios el Padre Eterno es nuestro Padre. Él es el autor del plan de felicidad”.
El élder Juan Pablo Villar, Setenta Autoridad General y segundo consejero de la presidencia del Área Sudamérica Noroeste, dijo que fue bueno para los jóvenes adultos ver al élder y a la hermana Bednar reírse juntos durante el devocional y compartir algunos de los desafíos y gozos de la vida familiar.
“Podemos identificarnos con él y podemos darnos cuenta de que podemos hacerlo. No es imposible”, dijo el élder Villar. “Sentimos que a veces los apóstoles están en este nivel especial y reciben todas las bendiciones. No es así”.
La Iglesia en Ecuador
Los primeros misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días fueron llamados a servir en el país en 1965. Cuando se dedicó la primera Casa del Señor en Ecuador en Guayaquil en 1999, la Iglesia tenía casi 150 000 miembros.
Hoy en día casi 265 000 miembros de la Iglesia viven en Ecuador en 44 estacas. El país también cuenta con seis misiones y dos templos, en Guayaquil, dedicado en 1999, y en Quito, dedicado en 2022.
El élder Kevin Bazurto es de Guayaquil y sirve en la Misión Ecuador Guayaquil Este. Dijo que quiere que los miembros de la Iglesia en todo el mundo sepan que Ecuador es un país que tiene mucha fe y cree en Dios.
Tener al élder Bednar fue una oportunidad única, dijo. “Demuestra que Dios ama a todos sus hijos. Muestra que Él está enseñando a todos Sus hijos”.
Al élder Jim Bailey y a la hermana Nancy Bailey, de Snowflake, Arizona, que sirven en la Misión Ecuador Guayaquil Oeste, les encanta trabajar como matrimonio de misioneros mayores aquí. Una de sus funciones es impartir clases de preparación para el templo a los nuevos miembros de la Iglesia y luego llevarlos a la casa del Señor.
“Verlos bautizarse por su padre o por su abuelo, estar allí con ellos es una experiencia maravillosa”, dijo la hermana Bailey.
Donación de ADRA y reuniones gubernamentales
El élder Villar acompañó al élder Bednar a una reunión con funcionarios del gobierno en Guayaquil el jueves, 29 de agosto.
El élder Villar dijo que normalmente cuando los representantes del gobierno se reúnen con la gente, piensan que la gente viene a pedirles algo. Pero la Iglesia está ahí para ofrecer su ayuda, talentos y recursos a las personas de la comunidad.
“Cuando escuchan que somos honestos y sinceros en nuestro deseo, el espíritu de la reunión cambia inmediatamente”, dijo el élder Villar. “Sus corazones se abren y se relajan, comienzan a hacer preguntas y es una oportunidad fantástica para enseñar algunos principios del Evangelio”.
Una de esas formas en que la Iglesia ayuda a la comunidad es colaborando con organizaciones sin fines de lucro. Mientras estuvo en Ecuador y Perú, el élder Bednar se reunió con funcionarios de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales para anunciar oficialmente más de 1.6 millones de dólares en donaciones para ayudar a los inmigrantes de ambos países a desarrollar su autosuficiencia.
Varios medios de comunicación estuvieron en los eventos, donde el élder Bednar explicó por qué la Iglesia da prioridad a tales esfuerzos.
“Si realmente amamos a Dios, entonces debemos servir a nuestros hermanos y hermanas”, dijo el élder Bednar, y agregó que esta causa motiva a las organizaciones a unir fuerzas independientemente de las diferencias religiosas. “Lo que nos une es mucho más fuerte que lo que podría dividirnos”.
Lo que aprendieron los misioneros y lo que cambiarán
Más de 700 misioneros de las cuatro misiones en Guayaquil se reunieron en el Centro de Estaca Kennedy el viernes, 30 de agosto.
Agrupados por misión en cuatro gradas, los élderes y las hermanas cantaron “Llamados a servir” mientras el élder y la hermana Bednar caminaban hacia el centro de la plaza, sus voces se elevaban desde los terrenos de la capilla para llenar las calles circundantes.
En el centro de estaca, el élder Bednar pasó tiempo haciendo y respondiendo preguntas a los misioneros. Al final de la reunión, les pidió que escribieran en cinco palabras o menos lo que harían ahora después de lo que habían observado, sentido y aprendido.
Para la hermana Danna Barbeito de Cochabamba, Bolivia, que sirve en la Misión Ecuador Guayaquil Sur, esas palabras fueron “hablar menos y escuchar más”.
Su compañera, la hermana Emma Withers, de Spokane, Washington, decidió: “Actuaré con fe”.
El élder David McRae, de Beaverton, Oregón, en la Misión Ecuador Guayaquil Oeste, escribió: “Seguiré mejorando mis oraciones”.
Cuando se le preguntó qué aprendió, la hermana Sierra Yerman, de Farmington, Utah, que sirve en la Misión Ecuador Guayaquil Este, dijo: “Hoy aprendí mucho sobre la importancia de escuchar al Espíritu y enseñar con el Padre Celestial y Jesucristo, porque ninguno de nosotros tiene lo que necesitamos para poder hacer lo que necesitamos solos”.
Y el élder Daniel Haight, de Centerville, Utah, también en la Misión Guayaquil Este, dijo que aprendió acerca de ir y hacer: “Necesitamos la fe para ir y hacer. A veces no sabemos por qué lo hacemos, pero deberíamos ir y hacerlo”.
El élder Bednar dijo que reunirse con las cuatro misiones a la vez era bastante inusual y poco común para él, y les dijo a los misioneros: “Siempre recordaré esto, así que gracias por crear ese recuerdo para mí”.