Como parte de su reciente viaje ministerial de nueve días a países de África Central, la presidenta general de la Sociedad de Socorro, Camille N. Johnson, viajó a Uganda para ver la ayuda brindada por UNICEF a los niños desnutridos en el área.
La presidenta Johnson hizo la visita con su esposo, el hermano Douglas R. Johnson, y el élder Ian S. Ardern, Setenta Autoridad General y segundo consejero de la presidencia del Área África Central. Se les unieron miembros del personal de los Servicios de Bienestar y Autosuficiencia de la Iglesia y representantes de UNICEF, según un informe de la Sala de Prensa de la Iglesia en África (en inglés). Las dos organizaciones han estado trabajando juntas durante una década.
“Este es un esfuerzo para ir más allá de nuestros miembros para atender las necesidades humanitarias de los niños del mundo, y las encontramos. Fue glorioso”, dijo la presidenta Johnson. “Fue conmovedor y desgarrador al mismo tiempo, pero me fui de allí con esperanza”.
Uganda se ha enfrentado a muchos desafíos en los últimos años. El ébola, la malaria, la tuberculosis, el cólera, la fiebre amarilla, la meningitis, la sequía severa y la desnutrición son algunos de ellos, según la Organización Mundial de la Salud.
La Iglesia se ha centrado mundialmente en la nutrición de la primera infancia. El año pasado, la Iglesia donó USD$5 millones a la campaña mundial contra la desnutrición No Time To Waste (en inglés) [Sin tiempo que perder] de UNICEF.
“Nuestros colegas en UNICEF fueron profesionales y dedicados y muchas veces nos dijeron que las contribuciones de la Iglesia han sido catalizadoras, que realmente generaron algo y lograron que algunos… de estos programas se pusieran en marcha, incluido el programa No Time To Waste”, dijo la presidenta Johnson.
Observar y servir
La presidenta Johnson vio cómo se cuidaba y atendía a los niños para monitorear su progreso. Los niños con desnutrición severa reciben bolsitas que contienen un alimento terapéutico. El alimento terapéutico listo para usar es una pasta de micronutrientes rica en energía hecha con maní, azúcar, leche en polvo, aceite, vitaminas y minerales que UNICEF ha utilizado para ayudar a tratar a millones de niños que sufren emaciación severa en el noreste de Uganda. UNICEF distribuye más de las tres cuartas partes de los alimentos terapéuticos listos para usar en el mundo.
A medida que los profesionales evalúan la salud de los miembros de la familia, a las madres se les enseña cómo usar los huevos, la leche y el sorgo — una proteína de origen vegetal que se cultiva en la zona — para preparar una papilla para su familia.
La presidenta Johnson tuvo la oportunidad de jugar con los niños, pasear con ellos y darles de comer.
“Pudimos alimentar a los niños nosotros mismos”, dijo. “Tuve la oportunidad de mirar directamente a los ojos de un bebé y ayudar a alimentarlo”.
La experiencia le dio a la presidenta Johnson la oportunidad de reflexionar sobre lo que significa este tipo de servicio a largo plazo.
“Nuestro futuro está con estos niños, y su desarrollo cerebral entre las edades de cero y cinco años es fundamental. La nutrición es fundamental para el desarrollo de la primera infancia. Y si podemos salvar a un niño, nuestro futuro es brillante”.
Cubrir algunas de las necesidades inmediatas de los niños más enseñar a los padres cómo seguir mejorando su salud puede crear un sistema de apoyo sostenible, dijo la presidenta Johnson.
“Son mujeres y algunos hombres que están dispuestos a aprovechar lo que están aprendiendo sobre nutrición adecuada y cómo apoyar y bendecir a sus familias y compartirlo con sus vecinos. Es ministrar. Resulta que se trata de ministrar al uno, y encontramos al indicado”, dijo.