Una donación de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ayudó a crear un nuevo centro de capacitación para enfermeras y parteras en la región del Kurdistán en Irak.
El Centro de Desarrollo de Enfermería y Partería permitirá que hasta 7000 enfermeras y parteras al año reciban instrucción en una variedad de cursos, informó la Sala de Prensa de la Iglesia en el Medio Oriente (ambos en inglés). Las aulas tienen capacidad para entre 20 y 100 estudiantes y una sala de conferencias y capacitación ofrece espacio para 300 personas.
El edificio, que abarca tres pisos y 3344 m², tuvo una ceremonia de inauguración el 21 de enero en la ciudad de Erbil, en el norte de Irak.
El élder Roland J. Bäck, Setenta de Área y segundo consejero de la presidencia del Área Medio Oriente/África Norte, dijo en la ceremonia: “Es maravilloso ver que algo que ustedes recuerdan que se discutió en sus primeras etapas ahora se está completando. Qué bendición es esta instalación para el pueblo del Kurdistán”.
Eva Said, directora del centro, quería encontrar formas de capacitar a enfermeros y parteros para ayudar mejor a los recién nacidos a sobrevivir. Inicialmente esperaba abrir una sala de capacitación en un hospital local. Ella y otros profesores de enfermería diseñaron juntos una instalación “sólo por diversión”, sin pensar que recibirían apoyo para construirla.
“Pero esa visión de una realidad diferente y mejor nos ha inspirado y nos ha hecho buscar formas de hacerlo realidad”, dijo. “Gracias a la asombrosa generosidad de los Santos de los Últimos Días, esa humilde visión se ha hecho realidad”.
Durante la ceremonia de apertura, Boyce Fitzgerald, director de asuntos temporales del Área Medio Oriente/África Norte de la Iglesia, se dirigió a la audiencia.
“Ayudar a los demás es lo que nos hace humanos”, afirmó. “He estado en Kurdistán muchas veces y siempre me ha impresionado su gente. Queremos ser útiles para la comunidad local. Queremos impactar positivamente la vida de madres y niños. Por eso, después de que nos presentaron este proyecto, la Iglesia lo apoyó. Pensamos que esto salvaría vidas, crearía empleos y mejoraría la capacitación. Cuando trabajamos juntos, creamos un futuro mejor para todos”.
El comunicado de prensa dice que la mayor parte de la capacitación en el centro se centrará en mejores procedimientos de parto, incluyendo la ayuda con la respiración de los recién nacidos, el cuidado del bebé y de la madre, capacitación en control de infecciones y capacitación en medicamentos inyectables.
Michele Calderón, presidenta de la junta directiva del centro, dijo que esperaba que a través del centro de capacitación se lograran grandes cosas.
“Estamos profundamente agradecidos por el generoso apoyo de la Iglesia y apreciamos nuestra asociación para construir el [centro]”.