Con tecnología actualizada, hileras de estantes convencionales, más espacio en los andenes y almacenamiento de alta densidad, una nueva instalación proporcionará y distribuirá materiales de la Iglesia, libros, manuales, Escrituras y ropa del templo a los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que viven en 180 países alrededor del mundo.
Se espera que el nuevo Centro de Servicios de Distribución Mundial en 385 S. 5200 West en Salt Lake City procese 40 millones de unidades por año — con un volumen estimado de 9500 envíos al día — y represente más del 75% del volumen que la Iglesia envía a nivel mundial.
En su discurso de dedicación el jueves, 8 de junio por la noche, el Obispo Presidente Gérald Caussé dijo que el edificio de 31494 m² es “una estructura magnífica con equipos de última generación, por lo que estamos muy agradecidos”.
En un recorrido por las instalaciones antes de la dedicación, los gerentes de envío mostraron cómo la tecnología actualizada permitirá procesos más eficientes y reducirá el costo y el uso de los materiales de envío — las cintas transportadoras, la maquinaria y los recursos robóticos permiten que las cajas se empaquen y se muevan rápidamente.
Por ejemplo, tres nuevas máquinas automáticas de fabricación de cajas fabricarán 500 cajas por hora construidas con el tamaño adecuado. Luego, el Opex es un sistema automático de almacenamiento y recuperación que utiliza robots llamados ibots que siempre están en movimiento, lo que permite selecciones seis veces más rápidas que antes.
Y las instalaciones tienen alrededor de 2.4 km de sistemas transportadores que conectan equipos convencionales y de última generación.
Trabajar de manera más eficiente y mejorar los servicios de distribución apoyará y aligerará la carga de los líderes y miembros de la Iglesia en todo el mundo, dijo el obispo Caussé, para que puedan concentrarse en vivir el evangelio y servir en la Iglesia.
“Piensen en áreas del mundo donde las redes de la cadena de suministro y la infraestructura local aún no están maduras”, dijo el obispo Caussé. “Nuestros miembros en estas áreas a menudo hacen grandes sacrificios y viajan largas distancias a un gran costo para comprar las prendas del templo y los materiales necesarios para la Iglesia”.
El nuevo centro de distribución es un elemento clave para resolver ese problema. Las funciones de almacenamiento y distribución en el edificio ayudarán a brindar a los miembros un mejor y más fácil acceso a los recursos y materiales del Evangelio que necesitan.
Cuando el obispo Caussé creció en Francia, la Iglesia era bastante pequeña en su país, pero los miembros tenían muchos recursos de aprendizaje disponibles en francés. Leyó el Libro de Mormón cuando tenía 11 años — que fue el punto de partida de su testimonio — y dijo que “devoraba” los manuales de seminario y los libros de historia de la Iglesia.
“Como la mayoría de los miembros a mi alrededor, di por sentado la mayoría de estos recursos. Pensé que era algo normal tener libros, manuales, servicios de la Iglesia, programas y revistas disponibles en mi propio idioma”, dijo el obispo Caussé.
Más tarde se dio cuenta de todos los empleados detrás de bastidores en la Iglesia que trabajan todos los días para que estos recursos sean accesibles para todos.
El objetivo del trabajo
Nelson González, director de Servicios de Distribución Mundial, dijo que mientras el departamento se preparaba para la transición a esta instalación, los empleados cargaron y trasladaron casi 200 camiones que contenían aproximadamente 15 millones de artículos desde la antigua ubicación en 1700 South en Salt Lake City hasta esta, mientras otros empleados mantenían las operaciones en funcionamiento.
Mientras compartía algunos de los hechos y cifras detrás de la construcción y todo lo que la instalación puede hacer, señaló cómo los propósitos de la instalación son mucho más importantes — y ese es el recogimiento de Israel, como enseñó recientemente el presidente Russell M. Nelson.
“Oramos para que esta operación de distribución desempeñe un papel pequeño pero importante para ayudar a nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo a hacer y guardar convenios sagrados y, en última instancia, permitir que Dios prevalezca en sus vidas”, dijo González.
En sus comentarios a los empleados en la audiencia del jueves por la noche, el obispo Caussé les agradeció su diligente trabajo.
El edificio es mucho más que un centro de distribución, dijo el obispo Caussé. “Gracias a ustedes, su influencia se extenderá por todo el mundo y bendecirá a generaciones de miembros. ... Ayudará en la gran y santa obra de salvar almas”.
Leyó Doctrina y Convenios 64:33: “Por tanto, no os canséis de hacer lo bueno, porque estáis poniendo los cimientos de una gran obra. Y de las cosas pequeñas proceden las grandes.
