Al hablar a los jóvenes de la Iglesia, los líderes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días han señalado repetidamente la “gran obra” que Dios les ha reservado para que hagan.
“Mis queridos jóvenes extraordinarios, ustedes fueron enviados a la tierra en este preciso momento, el momento más crucial en la historia del mundo, para ayudar a recoger a Israel.”, dijo el presidente Russell M. Nelson, dirigiéndose a los jóvenes de la Iglesia en 2018 (en inglés). “Esta es la misión para la cual fueron enviados a la tierra”.
Para los padres y los miembros de la Iglesia, encontrar maneras de apoyar a los jóvenes en el cumplimiento de esta misión divinamente designada puede ser difícil. Sin embargo, en una entrevista reciente con Church News, Laura Padilla-Walker (en inglés), decana de Ciencias Sociales, Familiares y del Hogar en la Universidad Brigham Young, habló desde su experiencia como investigadora y compartió cómo los padres y los miembros de la Iglesia pueden ayudar a los jóvenes a prosperar y cumplir con su parte en la obra del Señor.
“Estos son espíritus y jóvenes asombrosos que, con el apoyo y la autonomía adecuados, harán exactamente lo que necesiten, porque tendrán al Señor a su lado”, dijo Padilla-Walker.

Fomentar un entorno de crecimiento
Habiendo dedicado gran parte de su investigación a estudiar los roles de los padres y las influencias de los medios de comunicación durante la adolescencia y la adultez temprana, Padilla-Walker señaló la tendencia que tienen los padres a centrar sus esfuerzos en mantener a sus hijos adolescentes fuera de los problemas.
“Como padres y líderes, contenemos la respiración y esperamos que nuestros jóvenes no se metan en problemas, y luego, si no es así, suspiramos profundamente y sentimos que todo está bien”, dijo.
Aunque esta tendencia es comprensible, explicó Padilla-Walker, fomentar un entorno en el que los jóvenes puedan prosperar requiere más que simplemente evitar conductas problemáticas; también requiere esfuerzos conscientes y constantes para fortalecer las positivas.

“Si ignoramos lo bueno, les decimos a los niños lo que no deben hacer, pero no lo reemplazamos con lo que deben hacer”, escribieron Padilla-Walker y la estudiante de posgrado Madi Memmott en su informe de investigación (en inglés).
Según su investigación, fortalecer las conductas positivas es esencial para reemplazar y protegerlos contra las negativas.
Reconociendo el papel de los padres y los miembros de la Iglesia, Padilla-Walker dijo: “Si podemos ofrecerles algún andamiaje y ayudarlos a construir relaciones con su Salvador, entonces es mi testimonio que veremos milagros”.

Mantener la relación
Pero, ¿cómo es ese andamiaje?
Según Padilla-Walker, una de las cosas más importantes que puede hacer un padre es “mantener la relación”.
Ella dijo, “La única manera en que ellos van a compartir contigo lo que están haciendo es si tienes una buena relación con ellos”.
Padilla-Walker explicó que mantener una relación no significa ser permisivo sino más bien construir confianza escuchando para comprender, evitando enfoques controladores o punitivos y absteniéndose de juzgar cuando se cometen errores.

“Si cada vez que hablan contigo, estás señalando un defecto… [o] algo que podrían hacer mejor, entonces eso comienza a sentirse como una interacción que tal vez preferirían evitar”, dijo.
Reconociendo la preocupación natural que sienten los padres por sus hijos y sus decisiones, Padilla-Walker agregó que “la autonomía es un principio tan importante y debemos permitir que nuestros hijos aprendan”.
Cuanto más permitan los padres a los jóvenes tomar decisiones por sí mismos con orientación y reconocer las cosas positivas que están haciendo, más confianza tendrán los jóvenes en su capacidad de elegir y recurrir a sus padres en busca de apoyo, según la investigación de Padilla-Walker y Memmott.
Cultivar el propósito y la pertenencia a través del servicio
Otro elemento en el que los padres pueden centrarse para apoyar la prosperidad de sus hijos adolescentes es brindarles oportunidades de servir en el hogar y en la comunidad, dijo Padilla-Walker.
“Servir es una de las formas principales en las que podemos encontrar un sentido de pertenencia”, dijo, y agregó: “Nuestros jóvenes, en especial, necesitan encontrar ese sentido de pertenencia”.
Según Padilla-Walker, las oportunidades de servicio pueden variar desde el trabajo en el templo hasta pasar la aspiradora dentro de la casa. Aunque estas oportunidades no son la cura para los problemas graves de salud mental, cada una puede promover un sentido de autoestima y pertenencia que puede proteger a los jóvenes contra las influencias negativas.
“Cuando los jóvenes sirven, aprenden que son valiosos y que son necesarios”, dijo, “y así ganan autoestima y autoeficacia, porque se dan cuenta de que las personas se benefician debido a los dones que tienen”.
Padilla-Walker recomendó SirveAhora.org como una herramienta para que los padres y los jóvenes encuentren una variedad de oportunidades de servicio locales. Ella dijo que a medida que los jóvenes participan en actividades de servicio que les resulten significativas y que les generen autoestima, crecerán en sí mismos y en su capacidad de servir y conectarse con los demás, y así prosperarán para cumplir con su papel en la obra del Señor.