Una miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se ha convertido en capellán militar.
Sierra Larson, de Brandon, Florida, fue ascendida al rango de primera teniente y capellán de la Reserva de la Fuerza Aérea de los EE. UU., el 23 de agosto.

Larson sirvió en la Misión Santiago de la República Dominicana de la Iglesia, obtuvo maestrías en trabajo social y teología, y es una trabajadora social clínica con licencia especializada en trauma. Se desempeña como presidenta de la Sociedad de Socorro de la Estaca Brandon, Florida, de la Iglesia. Está casada con el sargento de artillería Joseph Larson, del Cuerpo de Marines de los EE. UU., y es madre de tres hijos.
Larson dice que es un honor servir como capellán y representar a la Iglesia en el ejército, lo que cree que no es diferente a ser discípula de Jesucristo y representar al Salvador en todo momento, cosa y lugar.
“Ser capellán me da acceso a servir de maneras que de otra manera no hubiera podido, pero siempre represento a la Iglesia en todo lo que hago”, dijo Larson. “Creo que tener mujeres capellanes es importante debido a nuestra capacidad de llegar a aquellos que quizás no se hubieran sentido cómodos recurriendo a un capellán masculino por cualquier motivo. Las mujeres aportan sus propios dones y talentos únicos a la lucha y eso solo hace que el cuerpo de capellanes sea más fuerte”.
Larson es parte de un grupo creciente de capellanes femeninas Santos de los Últimos Días. La capellán del ejército de los EE. UU. Dawn Dimick presentó una investigación sobre el trabajo de capellanía de las primeras mujeres Santos de los Últimos Días en el Seminario de capacitación de capellanes de 2023 (en inglés).
Larson reflexionó sobre su trayectoria para convertirse en capellán en una entrevista reciente con Church News.
Testimonio y conversión
Larson considera que su testimonio y su conversión al Evangelio son dos cosas diferentes.
“Mi testimonio es cuando supe que estas cosas eran ciertas, y mi conversión fue cuando decidí hacer algo al respecto”, dijo.
El testimonio de Larson, que ha sido miembro de toda la vida, comenzó a crecer a una edad temprana. Siempre ha creído en el Padre Celestial y en Jesucristo, pero un punto de inflexión importante llegó a los 14 años cuando el grupo de jóvenes de su barrio de Chicago, Illinois, viajó al sitio histórico de la Arboleda Sagrada cerca de Palmyra, Nueva York.
“Recuerdo estar allí y sentir el Espíritu y simplemente saber que José Smith vio a Dios el Padre y a Jesucristo”, dijo. “Pensé: ‘Esto es verdad. Esto es absolutamente cierto’”.
A pesar de su conocimiento, Larson dijo que no estaba completamente consagrada al Evangelio hasta que experimentó su “conversión” años después.
Cuando era una joven soltera de unos 20 años, Larson asistió a una reunión con el élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, en la área de San Luis, Misuri. En ese momento de su vida, Larson sabía que tenía un papel que desempeñar en la Iglesia, pero se sentía confundida en cuanto a cómo comenzar.
Cuando se invitó a los asistentes a hacer preguntas al élder Bednar durante la reunión, Larson levantó la mano y preguntó: “A nuestra generación se le ha dicho que vamos a hacer esta gran obra — cosas asombrosas — pero ¿por dónde o cómo comenzamos?”.

La respuesta del élder Bednar fue algo que Larson sintió que ya sabía — él le dijo que debía “ser una buena chica” y que recibiría bendiciones, entre otras cosas, dijo.
“Eso era exactamente lo que necesitaba escuchar”, dijo Larson. “Esta era una oportunidad para mí de estar frente a un apóstol y sentirme incómoda en lugar de estar frente a Jesús y sentirme incómoda. Pensé: ‘Oh, tengo tiempo, puedo cambiar’. Así que eso fue lo que hice. Me esforzaré por ser mejor”.
Años después, en octubre de 2022, Larson asistió al Seminario de Capacitación de Capellanes de la Iglesia en Salt Lake City, donde ella y cientos de capellanes respaldados por la Iglesia escucharon los comentarios del presidente Henry B. Eyring, segundo consejero de la Primera Presidencia.
Después de la reunión, Larson se reunió con el presidente Eyring y le estrechó la mano. Esta vez se sintió preparada para estar en presencia de un líder de la Iglesia.
“Recuerdo que pude mirarlo a los ojos y sentirme cómoda y segura, lo cual fue una gran diferencia con respecto a conocer al élder Bednar”, dijo. “Fue una lección de humildad saber que no era la misma persona que antes. Tuve la seguridad de que Cristo cambia corazones y almas”.
Cómo convertirse en capellán
Con un interés natural en el asesoramiento y la terapia, Larson fue guiada a la capellanía en la Fuerza Aérea después de recibir la triste noticia de que un amigo de la escuela secundaria que servía en el Ejército se había suicidado. Tenía fuertes deseos de ayudar a prevenir el suicidio de veteranos.
Cuando Larson consideró por primera vez la idea de convertirse en capellán, no estaba segura de si a las mujeres se les permitía ocupar el puesto, pero se sintió impulsada por el Espíritu Santo a aprender más. Aprendió que era posible y se sintió inspirada por mujeres Santos de los Últimos Días como la capellán Teniente 1ª Jenna Carson y la capellán Dawn Dimick, que ya lo estaban haciendo.

“Estas mujeres increíbles prepararon el camino para mí”, dijo Larson.
Comenzó el programa de candidatas a capellanes en 2022. Larson considera un “milagro” haber podido costear y obtener su segunda maestría en divinidad en línea a través de la Universidad Amridge. Durante ese tiempo, también hizo malabarismos con una mudanza familiar a Florida, el trabajo, la escuela, un embarazo y un llamamiento para servir como presidenta de la Sociedad de Socorro del barrio.
Además, Larson pasó tiempo en dos bases militares como parte de su capacitación como capellán, lo que le proporcionó “muchas experiencias enriquecedoras y sorprendentes”. Ministró, participó en varios funerales, ayudó con los cuidados al final de la vida y realizó otras tareas de capellanía.
“Fue un bautismo de fuego”, dijo. “Aprendí mucho en poco tiempo”.
Lo que aprendió la ayudó a servir como presidenta de la Sociedad de Socorro del barrio. “No estaba muy segura de cómo ser presidenta de la Sociedad de Socorro, así que decidí ser capellán para ellas y todo salió muy bien”, dijo.
Al mirar atrás, Larson puede ver la mano del Señor en su vida.
“El Señor estuvo conmigo y me ayudó a soportar esas cargas y a superar estas cosas realmente difíciles, una tras otra, por las que estábamos pasando, y me permitió servir y tener esta capacidad que nunca antes había tenido por mi cuenta”, dijo. “La gente decía: ‘Sierra, no sé cómo lo haces’. Yo les respondía: ‘Yo tampoco’. Pero fue glorioso. Fue absolutamente un milagro”.
‘Armada’ para la causa de Cristo
Larson no ha tenido miedo de defender a la Iglesia en las redes sociales.
En una publicación de Facebook en marzo pasado, compartió sus puntos de vista sobre servir como mujer en la Iglesia.
“Nosotras, como mujeres en la Iglesia, ni siquiera hemos aprovechado una fracción de lo que somos capaces de hacer”, escribió Larson. “Mi esperanza es que, a medida que fortalezcamos nuestra fe y utilicemos los dones que ya tenemos, comencemos a darnos cuenta de que tenemos todo lo necesario para llevar a cabo cualquier obra que el Señor nos pida que hagamos”.
Recientemente, Larson se sintió inspirada al leer Alma 54 en el Libro de Mormón, donde en el versículo 12 el líder nefita, el capitán Moroni, escribe al rey lamanita Ammorón diciendo que “armaré a mis mujeres y a mis hijos”.
“Me encanta el simbolismo de eso”, dijo. “En la guerra espiritual, el enemigo está tratando de atacar y mantener cautivos a mujeres y niños en todas partes. ... Se está llamando a las mujeres a tomar las armas en esta guerra espiritual, y tengo la bendición de ser parte de ella, una de esas mujeres a las que siento que Él verdaderamente ha armado con poder espiritual para servir y luchar por la causa de Cristo y la libertad espiritual y defenderla”.
