Desde la expulsión de Adán y Eva del Jardín de Edén, el uso del gárment del santo sacerdocio ha sido “un recordatorio físico sagrado de [nuestros] convenios — un símbolo del Salvador mismo”.
Esa enseñanza es del presidente Jeffrey R. Holland, presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles, en la revista Liahona de septiembre de 2024.
En un artículo titulado “El gárment del santo sacerdocio”, el presidente Holland habla de la importancia de usar el gárment del templo día y noche. La edición de septiembre de la revista ya está disponible en la Biblioteca del Evangelio, incluyendo el texto completo del artículo del presidente Holland.
Recordatorio de los convenios
Al salir del Jardín de Edén y de la presencia de Dios, “cuán reconfortante debe haber sido para Adán y Eva recordar una cosa: que se habían hecho [convenios]… Pero, ¿cómo habrían de recordar estos seres mortales lo que habían prometido? ¿Cómo permanecerían conscientes… todo el tiempo, día y noche?”, escribió el presidente Holland.
Para tal recordatorio, nuestro Padre Celestial les dio “túnicas de pieles” (Génesis 3:21). El presidente Holland dijo: “Al igual que con las túnicas de pieles de entonces y varias prendas de vestir desde entonces, Él en Su misericordia ha… vestido a los obedientes con un ‘manto de justicia’, un recordatorio de nuestras promesas y convenios”.
Un símbolo del Salvador
Hoy en día, los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días también hacen convenios con Dios. “Como parte de la investidura del templo, se nos ha dado un recordatorio físico sagrado de esos convenios — un símbolo del Salvador mismo. En nuestra dispensación se le llama el gárment del santo sacerdocio”, escribió el presidente Holland.
Otros símbolos son periódicos. “Nos bautizamos una vez en la vida. Participamos de la Santa Cena una vez a la semana. Asistimos al templo según lo permitan las circunstancias. Pero el gárment del santo sacerdocio es diferente este símbolo lo honramos todos los días y todas las noches. ...
“Cuando nos ponemos el gárment, como ha enseñado la Primera Presidencia, nos vestimos de un sagrado símbolo de Jesucristo. Siendo este el caso, ¿por qué habríamos de buscar alguna excusa para quitarnos dicho símbolo? … Por el contrario, cada vez que tengamos que quitarnos el gárment temporalmente, debemos estar ansiosos por volvérnoslo a poner tan pronto como sea posible, porque recordamos tanto las promesas, como los peligros que dan sentido a nuestros convenios. Sobre todo, recordamos la cruz y el sepulcro vacío de Cristo”.
Preguntas sobre el uso del gárment
El presidente Holland se dirigió a los miembros de la Iglesia que se preguntan sobre los detalles del uso del gárment del templo.
“Algunos de ustedes tal vez estén leyendo este artículo con la esperanza de que responda alguna pregunta en particular sobre el gárment. Tal vez esperen un “Así dice el Señor” — o incluso un “Así dicen Sus siervos”— sobre un tema que les preocupe. Su pregunta podría surgir de alguna circunstancia personal relacionada con el empleo, el ejercicio, la higiene, el clima, la modestia, las instalaciones sanitarias o incluso alguna afección médica”.
Algunas respuestas se pueden encontrar en línea en temples.ChurchofJesusChrist.org, en la sección 38.5 del Manual General y en la dirección que se da en la ordenanza iniciatoria. Y las respuestas por medio del Espíritu Santo se pueden buscar en oración al Padre Celestial, enseñó el presidente Holland.
“Por favor no me malinterpreten. Al buscar la guía divina, el Espíritu no los inspirará a hacer nada diferente de seguir la instrucción recibida en el templo y el consejo profético que compartió la Primera Presidencia. ... Un Padre amoroso no los ayudará a justificar que hagan menos de lo que puedan para alinearse con Sus normas de devoción y modestia que los bendecirán ahora y para siempre. ... ¿Entiende Él sus preguntas y los ayudará a recibir las bendiciones de respetar el gárment y guardar sus convenios? Sí ¿Deben también consultar con profesionales médicos y de la salud competentes cuando sea necesario? Por supuesto. ¿Deben ignorar el sentido común o traspasar lo señalado? Ruego que no lo hagan”.
El presidente Holland concluyó: “No puedo responder a cada pregunta que tengan; ni siquiera puedo responder a cada pregunta que yo tengo. Sin embargo, sí puedo, como apóstol del Señor Jesucristo, prometerles la ayuda de un Dios amoroso que procura cada uno de sus éxitos y bendiciones, de maneras que ahora no pueden imaginar ni prever, conforme guarden los convenios que han hecho con Él”.
